Un poco más de dos años después del final de la primera temporada, el pasado 22 de
junio Telemundo estrenaba la T2 de Enemigo
íntimo, producida en colaboración con Argos y rodada en 2019. Fernanda
Castillo y Raúl Méndez repiten al frente de esta historia original de Hubert
Barrero, que renueva sus guionistas y apuesta por Lina Uribe y Darío Vanegas.
Recuerdo
que cuando terminé la primera temporada no sabía muy bien si era necesaria o
no una segunda. A ver, había quedado mucho por contar, pero el cierre de la
primera tanda se me antojaba un buen cierre final. Visto el arranque de la
segunda temporada, celebro que se hayan animado a hacerla, porque sí, Roxana y
Alejandro aún tienen mucha tela que cortar y lo mismo se puede decir de Roxana
y Luis en su lucha por el liderato del cártel Mil Cumbres. La segunda temporada
comienza, más o menos, en el punto en el que terminó la primera, para resolver
algo que a mí me inquietaba: qué iba a pasar con Daniel. Como sabéis, Matías
Novoa se sumó a El Señor de los Cielos en
su sexta temporada y se convirtió en el protagonista de la séptima, que se rodó a la par que la T2 de Enemigo íntimo. ¿Se clonó Matías para
estar en dos historias rodadas al mismo tiempo? Os voy a dejar con la
curiosidad, que no me apetece soltar spoilers.
Tras
una primera secuencia llena de acción, que, como explicaba más arriba, conecta
con el final de la primera temporada, la historia da un salto temporal y
espacial: pasan dos años y la acción se desvía a Vigo, en Galicia, España. Allí
se ha refugiado Roxana para volver a levantar su cártel sin llamar mucho la
atención y hasta allí se traslada Alejandro, siguiendo la pista a su hermana y
enemiga íntima. Fernanda Castillo y Raúl Méndez vuelven a dar vida a estos
personajes que tienen más que controlados; da gusto verlos disfrutar con su
particular persecución.
Vigo,
en la que el equipo rodó durante varios días, sirve para introducir nuevos
personajes, como el misterioso Martín Ustariz, interpretado por Aitor Luna.
Ojito con Aitor y lo mucho que ha mejorado con los años y la experiencia. Sin
duda alguna, un buen fichaje para un personaje que promete, y mucho. Aitor no
es la única cara nueva de esta temporada, a la que llegan, y que se dejan ver
en el primer capítulo, como el gran Josep Linuesa, como el inspector Camacho, el policía gallego que apoya a Alejandro en sus labores en Vigo; Jorge Gallegos, como Alan, el brazo derecho de Roxana y
Tony Plana, como Santilla, quien le lava el dinero de Roxana en Galicia.
Repiten, además de los protagonistas, Alex Speitzer, como Luis, el malvado
hermano adoptivo de la protagonista; María del Carmen Félix, como La Puma, el
gran apoyo de Roxana en prisión, y Leonardo Daniel, como David, el jefe y casi
que padre de Alejandro.
El
ritmo narrativo de este primer capítulo es muy bueno y tiene tanta acción que
engancha a un nivel bestial, haciendo que sus 54 minutos se pasen volando y te
dejen con ganas de más. Hubert Barrero se ve acompañado esta vez de Lina Uribe
y Darío Vanegas para desarrollar esta segunda temporada. Si con Victor Huizar
hizo una primera temporada muy buena, con Lina y Darío puede hacer algo que,
como mínimo, será igual de bueno, ya que se hallan curtidísimos en historias de
este tipo, con acción, policías, amores… Suyas fueron, entre otras, Más sabe el diablo y La querida del Centauro, que yo disfruté muchísimo.
Ya
la primera temporada tuvo una realización sobresaliente y esta segunda parece
que mantendrá el nivel. En este capítulo no faltan las multicámaras, los drones, los helicópteros y algún que otro efecto especial bastante bien logrado, como la explosión de un
buque en alta mar.
Algunas de las escenas en Vigo recuerdan, inevitablemente,
al arranque de la primera temporada en Zurich, Suiza, con Roxana callejeando y
la cámara siguiendo sus pasos. No sé si es un guiño intencionado a los
orígenes, pero tanto si lo es como si no, lo aplaudo. Por cierto, qué bien queda ir a rodar a otro sitio y no intentar reproducir ese otro sitio en México o en donde pinte, nunca me cansaré de decirlo.
De nuevo, la historia
apuesta por un instrumental, muy parecido al de la primera temporada, con una
entrada también muy de ese estilo que os dejo a continuación:
Habrá
tiempo para hablar de la T2 de Enemigo íntimo.
Tenía pensado verla y, tras disfrutar de este primer capítulo, me reafirmo.
Espero hacerlo antes de que acabe el año y espero verla íntegra, ya que no está
funcionando muy allá en términos de audiencia. Ojalá la crisis del coronavirus
haga que Telemundo la emita al completo, ya que los rodajes están reanudándose
poco a poco y dudo que tengan algo mejor que echar, salvo que apuesten por
producciones externas ya rodadas, que con Telemundo nunca se sabe.
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