CRÍTICA: "La Nocturna" (T2) (Caracol, 2019-2020)

En 2018 hice, gracias a Steven, que me la recomendó, un gran descubrimiento llamado La Nocturna. Disfruté de lo lindo con esta telenovela, impregnada de grandes dosis de realismo social y crítico. No suelo celebrar que haya segundas temporadas, pero me alegré muchísimo cuando, en mayo de 2019, Caracol anunció la segunda temporada de esta historia. Mis expectativas, ya de por sí altas, lo fueron aún más cuando supe, en septiembre del año pasado, que la nueva temporada iba a estar articulada en torno al Derecho, la nueva titulación de la Fundación Universitaria Graham. 
En junio, unas semanas más tarde de que acabase en Colombia, me dispuse a ver esta segunda temporada. La terminé a principios de septiembre. Me tomé mi tiempo, sí, porque tenía pensado disfrutarla y vaya si lo hice. 
Antes de contaros más sobre esta telenovela, quiero hacer un último apunte, y es que en el extranjero se ha vendido como Contigo aprendí. Lo advierto a quienes puedan llegar a esta entrada buscando información sobre Contigo aprendí, que no es otra cosa que la segunda temporada de La Nocturna

[¡CUIDADO! Si estás viendo esta telenovela o tienes pensado hacerlo, quizás no deberías leer esta crítica, ya que puede contener SPOILERS que hacen aconsejable su lectura después de haberla visto. De igual modo, advierto de que en los COMENTARIOS de esta crítica puede haber algún SPOILER]

SINOPSIS
La Fundación Universitaria Graham abre las puertas a un nuevo curso y a su nueva facultad de Derecho. Esta universidad nocturna busca así seguir cumpliendo los sueños de quienes, con diferentes recursos económicos y circunstancias vitales, apuestan por este tipo de educación para labrarse un futuro. 

Sus dos logotipos, el de Colombia, arriba, 
y el de la versión internacional, titulada Contigo aprendí, abajo

Esther (Marcela Carvajal) y Mario (Jorge Enrique Abello) dan la bienvenida a sus nuevos estudiantes de Derecho. En el grupo, muy heterogéneo, se encuentran don Mariano (César Mora), un contable jubilado que siempre quiso estudiar Derecho; Valery (Rosmeri Marval), una joven inmigrante ilegal venezolana que llega a Colombia buscando a su novio, detenido por tráfico de drogas; Édgar (Jaisson Jeack), un treintañero, futbolista profesional, que divisa el ocaso de su carrera profesional sin tener ninguna alternativa laboral; Karen (Michell Orozco), una joven de un barrio humilde de Bogotá que lucha por averiguar qué le pasó a su hermano, desaparecido tras criticar la corrupción del edil del barrio; Cristian (Brian Moreno), un veinteañero que lo ha tenido todo, gracias al duro trabajo de su madre en la tienda de ultramarinos que poseen, y que por eso mismo nunca se ha preocupado de trabajar; Margarita (Marianne Schaller), una recién divorciada que ve en la abogacía una forma de ganarse la vida, siguiendo con la tradición familiar, y Alberto (Juan Pablo Llano), un escolta profesional de un importante magistrado, que siempre quiso estudiar Derecho y que ve cumplido su sueño gracias a la última voluntad de su jefe. 
Todos ellos, de la mano de los profesores de la Graham tratarán de demostrar que, como reza el claim de la telenovela, los sueños nunca duermen y que perseguirlos para hacerlos realidad es una de las mejores cosas que podemos hacer. 

DATOS Y TRÁILER

Colombia. Caracol, 2019-2020. 
79 capítulos*. 
PRODUCTOR EJECUTIVO: Manuel Peñaloza. 
GUION: Ana María Parra y Diego Vivanco. 
DIRECCIÓN: Andrés Marroquín y Mario Ribero F. 
Emitida en Colombia entre el 7 de enero y el 4 de mayo de 2020.
*El número total de emisiones son 79, pero, de ellas, las 56 primeras tienen una duración de entre 42 y 45 minutos y las 23 restantes, de unos 22 minutos, aproximadamente.

PERSONAJES Y ACTUACIONES 
La segunda temporada de La Nocturna renueva todo su elenco, con la salvedad de Marcela Carvajal, Jorge Enrique Abello y Liliana González, los únicos que repiten. 

Mario y Esther son ahora los dueños de la Graham

Marcela asume en esta ocasión un reto importante, el de dar vida a una Esther que es una montaña rusa de emociones debido a su inesperado embarazo. Me he reído, he llorado y hasta me ha apetecido darle algún consejo, pese a que no soy padre, gracias a lo bien que lleva Marcela esta nueva faceta de la rectora de la Graham. Magnífico trabajo el de Marcela. Pese a que lleva ya unos años casada con Mario y a que se ha integrado plenamente en el mundo de la educación nocturna, Esther tiene todavía algo de ese carácter tan profesora estrés que caracterizó al personaje en la primera temporada. En ese sentido, es precioso ver cómo Mario se convierte en su mejor apoyo desde que ambos conocen que van a ser padres y el nivel de complicidad que adquieren. Es un placer toparse con parejas adultas como esta, tan complementadas, con una relación sanísima que les lleva a solventar sus problemas dialogando, al tiempo que se ríen, que comparten y que son, en definitiva, un modelo a seguir para los adultos y al que aspirar para los más jóvenes. Me encanta Marcela y me encanta Jorge Enrique, al que también se le nota comodísimo con este personaje. La complicidad entre Marcela y Jorge Enrique es brutal, igual que la de sus personajes. 
Con más peso argumental y muchísimo más alocada si cabe que en la primera temporada, Luz Dary repite como la secretaria de rectoría que no sabe sino meterse en líos y enamorarse a la ligera, muchas veces para no ser correspondida. Liliana González se ha tenido que divertir muchísimo con este personaje, que me ha hecho reír a carcajada limpia. Está genial. 

Esther (Marcela Carvajal) y Mario (Jorge Enrique Abello), con sus nuevos estudiantes de Derecho

Aunque la nueva facultad de Derecho abre con unos cuantos alumnos, la historia se enfoca en siete, cuyos nombres y perfiles ya he apuntado en la sinopsis. Si me pidieran quedarme con uno, lo tendría muy complicado, porque todos me han gustado y han conseguido, como en la primera temporada, que el espectador vea a un grupo, con independencia de las tramas que tienen cada uno de ellos por separado o en pequeños subgrupos. 
Disfruté muchísimo con Mariano (César Mora), el contable jubilado que no se amedrenta ante nada y que, tras perder a su hermana, decide estudiar Derecho, en medio de una situación personal y familiar complicada. César Mora brilla con este personaje que le obligó, además, a hacer un importante trabajo de fonación, pues la tan característica voz rota de Mariano es, en realidad, una voz impostada. Mariano tiene tramas individuales preciosas que permiten que lleguen a la historia personajes como Salomé, su expareja, a la que da vida Jacqueline Arenal. Mariano y Salomé pueden ser una de las parejas más bonitas que he visto en los últimos años y su trama, de la que ya os hablaré, es, sencillamente, preciosa, y para mí una de las mejores de esta segunda temporada. Sublime el trabajo de César y sublime también el de Jacqueline. 
Rosmeri Marval sigue haciendo carrera en Colombia y tras Bolívar hizo escala en La Nocturna para convertirse en Valery, otro personajazo, con un desarrollo muy bonito, tanto personal como profesional. Rosmeri, que es una actriz muy natural, nunca decepciona y aquí encuentra un buen compañero de aventuras en Martín Karpan, un grandísimo actor injustamente relegado a secundarios, que aún así se luce como José María. Ya os hablaré más adelante de estos dos, pero antes toca hacerlo de Margarita, otra de las estudiantes de Derecho, exesposa de José María. No conocía a Marianne Schaller y quiero repetir con ella en otra telenovela. Todo lo que pueda decir de ella se queda corto, porque me ha fascinado esta mujer, tan infravalorada por su entorno, y cómo poco a poco, tras su divorcio y la entrada en la universidad comienza a creer en sí misma y a demostrar que puede con lo que le echen, incluso con los problemas de su hijo Matías (Andy Múnera) o la tensión que siempre ha mantenido con su padre, el prestigioso abogado Víctor Hugo Loaiza (Víctor Hugo Morant). Margarita es la más dicharachera del grupo y tiene momentos memorables, de esos que se pueden ver una y otra vez sin cansarse. A su lado, en muchos de esos momentos, está Édgar, El Tanque. Jaisson Jeack se mete en la piel de este futbolista tan divertido como Margarita. Me gustó Jaisson, al que tampoco conocía, y que o sabía mucho de fútbol o se tuvo que poner a aprender mucho, porque resulta muy creíble como futbolista, lo que no siempre ocurre cuando un actor interpreta a un personaje con una profesión que toca tanto las aptitudes físicas, como es su caso. Esto último también puede predicarse de Juan Pablo Llano, que se convierte en Alberto, un guardaespaldas profesional y estudiante de Derecho. Me gusta mucho Juan Pablo, como me habréis leído al hilo de Bajo el mismo cielo o El Barón, pero el recorrido argumental de Alberto no es el mejor, aun cuando tiene muchas cosas buenas. Juan Pablo compaginó esta telenovela con su faceta como presentador de lo que en España se conoce como Forjado a fuego: edición internacional, y ello se traduce en que Alberto va y viene y quizás no esté tanto como a muchos nos gustaría que estuviese. 
El grupo de alumnos sobre el que se centra la historia se completa con una pareja preciosa, muy tierna, en la que se ve cómo cuando nos enamoramos un poco de nuestro carácter acaba pasando a la otra persona y viceversa. Hablo de Christian y Karen, o lo que es lo mismo, Brian Moreno y Michell Orozco. Brian me ha sorprendido con este personaje, muy diferente a los que había venido haciendo, un joven criado con todo lo que necesitaba y que cree tener las ideas claras sobre cómo llevar las riendas de su vida, hasta que comienza a dar sus primeros pasos en la realidad y conoce a Karen, que ha pasado muchas más penurias que él. Ella sí que tiene las ideas claras y así se lo demuestra a él en muchas ocasiones. Genial descubrimiento el de Michell, a la que no conocía, y brutal la química que tienen Brian y ella. Al lado de Karen se encuentra su hermana, Zaida, interpretada por Eileen Moreno. Me gustó mucho cómo Zaida va ganando peso y protagoniza tramas muy duras a lo largo de la historia. 

Jhon Alex Toro y Ángela Piedrahíta son Willington y Greici

Cambio de bando para centrarme ahora en los profes y acabar con las dos nuevas incorporaciones de la Graham: Greici y Willington. Ángela Piedrahíta se convierte en la primera, una joven exfiscal que llega a la Graham para vivir su primera experiencia como docente. ¡Qué gran trabajo el de Ángela! La descubrí el año pasado en la T2 de La ley del corazón, con un personaje secundario, y fue una gratísima sorpresa reencontrarme con ella en esta historia, donde se suelta la melena completamente, porque Greici se lo exige y porque se le nota que disfruta enormemente con este personaje, muy liberal y una gran amante de la justicia y de los derechos humanos. Hacen falta muchas Greicis para mejorar cualquier sociedad. Es preciosa, también, la química que tiene con Juan Pablo Llano, ese alumno del que Greici no puede evitar enamorarse y con el que comparte muchas cosas, aun cuando en un primer momento a Alberto le choquen determinadas formas de ver la vida que tiene Greici. 
El segundo docente, Willington, es muy distinto a Greici. Defiende los derechos, sí, pero también su bolsillo, lo que explica que se meta a profesor, para mí sin vocación alguna, y acabe descubriendo en la docencia su gran pasión, una pasión que compagina con el consultorio jurídico de la universidad. Descrito así, Willington parece un tipo normal y corriente, pero no lo es. Jhon Alex Toro se ocupa de este personaje, uno de los más divertidos de la telenovela, gracias a su carácter dicharachero y a las situaciones, a veces un tanto surrealistas, que le tocan vivir. Magnífico trabajo el de Jhon Alex, con el que hacía varios años que no coincidía. 
[PERSONAJES Y ACTUACIONES: 2/2]


TRAMAS 
La segunda temporada de La Nocturna se articula, argumentalmente hablando, en una serie de tramas que surgen o están vinculadas de algún modo a ese grupo de estudiantes y profesores del que os hablaba en el apartado anterior. Pese a la jerarquía que pueda parecer que hay entre unos y otros, en realidad, La Nocturna es una telenovela coral, en la que todos los personajes tienen sus tramas, sin importar si se es profesor o alumno. No hay tramas principales y tramas secundarias; todas ellas son importantes y todas tienen su protagonismo, gracias a un reparto más o menos equitativo. Como en la primera temporada, todas estas tramas se ven envueltas en halos de realismo, halos que muy a menudo invitan al espectador a reflexionar, a ser crítico. Hace dos años puse a Pérez Galdós a ver la primera temporada, por considerarla muy cercana a su estilo literario; estoy seguro de que Pérez Galdós estaría encantado con esta continuación, porque no solo es realista y crítica, sino también muy valiente, poniendo sobre la mesa temas y situaciones que rara vez se ven una telenovela, pese a ser, lamentablemente, muy cotidianos. 

Mariano, en una romántica velada con Salomé

Si en el anterior apartado comencé con los profesores, ahora voy a hacerlo con los alumnos. De entre todas sus tramas me quedo, sin duda alguna, con las de Mariano. Mariano tiene un recorrido argumental formidable. A la pérdida de su hermana le sigue el reencuentro con el hijo de su exmujer, que él adoptó, y descubrir, a través de él, cómo van cambiando las familias, pues su hijo se encuentra saliendo con una mujer trans y ambos tienen un niño. A esta nueva realidad se le suma poco después otra, la de su reencuentro con Salomé, el gran amor de su vida, un reencuentro agridulce, que deriva en una trama preciosa, que a mí me recordó al tan comentado caso de Ángel y María José, abriendo debate sobre la eutanasia, su despenalización y qué procedimiento debe seguir aquel enfermo de gravedad irreversible que desee dejar de sufrir. Es una trama muy cruda, tan bonita como tierna, que el espectador sigue a base de sonrisas y lágrimas, pero que deja un muy buen sabor de boca. 

Karen y Christian preparan un trabajo para clase

Rica en tramas también es Karen, que lucha contra la corrupción de manera incansable y que acaba pagando, a través de sus hermanos, un alto precio por esa lucha. Me parece estupendo que se hable alto y claro de corrupción, de las desapariciones ordenadas por políticos y de los tejemanejes que se dan no solo en las altas esferas, sino también, en barrios tan modestos como en el que vive Karen. En el plano más romántico, disfruté mucho de su relación con Cristian, que pese a ser todo lo contrario a ella, poco a poco se va transformando, un proceso que también sigue ella, y que es muy bonito. 

José María y Margarita comienzan a vivir
con Valery y Edgar nuevas vidas tras su divorcio

Valery no se queda atrás en cuestión de tramas. Esta joven venezolana sirve para ilustrar cómo la sociedad, en este caso la colombiana, tiene todavía una serie de prejuicios y estereotipos sobre los inmigrantes, pese a toparse con compañeros y profesores que la ayudan a integrarse desde el primer día. En el caso de Valery, me gustó muchísimo la forma tan natural en la que se va enamorando de José María y cómo, pese a las trabas de Margarita, ambos acaban casándose y disfrutando de su amor. Margarita es, precisamente, el eje de una serie de tramas, desde su crecimiento personal y profesional, para mí lo mejor que tiene el personaje, hasta cómo reconstruye su relación con su padre, pasando por los problemas que le da su hijo, que a veces resultan un poco tediosos. De Margarita me quedo también con su relación con Édgar, otro personaje con un desarrollo personal y profesional muy rico, aunque ligado al fútbol, que ya sabéis que no es uno de mis deportes favoritos; no llevo muy bien las tramas ambientadas en este deporte. 

Alberto encuentra el amor en su profesora Greici 

Alberto es el séptimo de los alumnos y en él recaen unas tramas que me gustan más y otras que me gustan menos. Entre las primeras, aplaudo que se muestre su proceso de recuperación psicológica tras vivir una experiencia muy dura y que se haya planteado el hecho de ir a un profesional de la salud mental como algo normal, que a fin de cuentas lo es, como el propio Alberto le explica a Karen en un momento dado en el que esta también lo necesita. Me ha gustado la relación tan bonita que Alberto establece con Greici, que le lleva a ver la vida desde nuevas perspectivas, aunque no tanto sus misiones como colaborador encubierto de la Fiscalía, que le fuerzan a tener una serie de alejamientos y malentendidos con ella. Alberto y Greici son de esas parejas que, una vez juntos, no se deberían separar nunca, aunque en la vida real muy seguramente no sea así. 

Willington y un grupo de alumnos, de visita al juzgado

Yendo ya a los profesores, me encantó el recorrido argumental de Willington, que pasa de ser un abogado muy peculiar, preocupado solo por el dinero y la fama, a un profesor universitario no menos particular, con auténticas performances para sus clases y volcado en sus alumnos, aun cuando tome alguna que otra decisión errónea. Su relación con Luz Dady es genial y de lo más cómico que tiene la telenovela. 
Por su parte, Greici, tal y como os explicaba, es un personaje muy interesante, no solo por su relación con Alberto, sino también por el reflejo que hace de otro gran mal de la sociedad colombiana, el narcotráfico y las amenazas que muchos cárteles siguen profiriendo contra quienes, como ella, se ocupan de desarticularlos. 

Esther, Mario y el resto de profesores, reunidos para evaluar

Y finalmente, me toca hablar de Esther y Mario, artífices no solo de una paternidad en una edad a priori complicada, sino también de una serie de debates muy interesantes para quienes nos dedicamos a la educación. ¿Cuál es el papel del profesor en la educación? ¿Queremos que den clase los expertos en una materia o los expertos en enseñar una materia? ¿Debe una universidad guiarse por los objetivos de los alumnos o por los objetivos que trazan, desde fuera, rankings que ponen notas a la calidad y el prestigio que supuestamente hay dentro de ella? ¿Qué queremos, un sistema elitista que apoye e impulse al éxito a los mejores, sin importar el resto, o un sistema ecuánime, que luche por todos los alumnos, con independencia de su rendimiento? Como docente, soy Mario 100%, aun cuando la realidad de los sistemas educativos y de las universidades de Colombia, de España y del mundo, sea muy a menudo más Esther que Mario. Me gusta mucho, no obstante, que pese a sus distintas formas de ver la educación ambos coincidan en su defensa de la educación pública. 
Evidentemente, en una historia ambientada en una facultad de Derecho, las tramas se ven salpicadas por las leyes. Dejo mi yo docente para pasar a mi yo jurista y aplaudir que se hayan abordado aspectos generales del Derecho, como la distinción entre ley y norma moral, aunque a veces la norma moral dicte la ley y todo quede un pelín difuso. Es muy interesante ver que se ha insistido en aforismos tan básicos como realistas, del tipo de “la ley es dura, pero la ley”; “la ignorancia de la ley no exime de su cumplimiento”, o “es preferible un mal arreglo a un buen pleito”. La perspectiva jurídica que aporta la facultad a los alumnos les lleva a cuestionarse distintos temas, algunos políticos, como qué es mejor, si el capitalismo o el comunismo, o qué se esconde tras las llamadas revoluciones políticas. También, conectado con lo anterior, la universidad lleva a los alumnos a descubrir que, para bien o para mal, todos los aspectos de nuestra vida se encuentran sometidos a una regulación legal, hasta los más nimios. 
El Derecho, la nueva facultad de la Graham y el consultorio jurídico que dirige Willington permiten abrir debate, a menudo a través de situaciones concretas de los alumnos, sobre aspectos como la conveniencia o no de la pena de muerte; la laicidad de Estados como Colombia, en el que, como ocurre en España, no hay tanta laicidad como se presume en la Constitución; el matrimonio y la adopción entre personas del mismo sexo; el no es no y la necesidad de denunciar inmediatamente ante un abuso sexual; el aborto, que la telenovela aborda de forma muy valiente, con una mujer abusada que aborta, en una situación en la que en muchas otras ocasiones la mujer decide tener al hijo fruto de una violación; la eutanasia; la corrupción; los empleos tan precarios que se ofrecen a estudiantes como los de la Graham; la soledad de muchos mayores; los problemas de conciliación laboral-familiar tras la maternidad... 

La maternidad de Esther pone de relieve los problemas
de conciliación laboral-familiar a los que se enfrentan las mujeres 

El componente social, crítico casi siempre, que tiene esta segunda temporada es muy interesante y ojalá abra camino en el género a cuestiones como lo que refería de la violación y el aborto de la mujer que queda embarazada a raíz de ella, o esa imagen tan bonita de Esther amamantando a su hija, una imagen impensable, como muchos de estos debates sobre cosas de nuestra realidad, que a duras penas se ven en las telenovelas. Esta segunda temporada tiene un marcado toque feminista, que aboga por la igualdad de sexos, otro mensaje muy positivo para cualquier sociedad. 

Un cuadro en el despacho de Esther recuerda al elenco de la primera temporada

Pese a todo esto que os acabo de contar, y que me parece estupendo, la segunda temporada de La Nocturna tiene cosas criticables, aunque desde una perspectiva exclusivamente argumental y de relación con la primera temporada. Eché en falta algún vínculo con la primera, no sé, algún alumno de aquella promoción volviendo por la Graham, aunque solo fuera de visita. Sí que agradezco que se nos cuente un poco qué ha sido de Germán, de doña Pilar o de Faber e Ingrid. 
No entiendo por qué, pero esta segunda temporada eliminó los baños inclusivos de la universidad, que se habían aprobado en la primera y que en si día aplaudí mucho. Mantiene, eso sí, el Networking como lugar de paso y estudio de muchos de los alumnos, aunque con un propietario un tanto cascarrabias. 
Como fallos puramente argumentales, encuentro un par de ellos, y es que Mario asegura en una ocasión que le gustaría que la Graham tuviese una tercera carrera, pero en la primera temporada le explica a Esther que la universidad tiene varias, y enumera más de tres. También Mario asegura a Esther que se ha hecho la vasectomía… y Esther acaba embarazada, sin que se profundice mucho en ello. 
En torno a Esther queda una pequeña cuenta pendiente, la de conocer a esa hermana que le presta dinero para reflotar la Graham, una hermana que le cae fatal a Mario, pero que no llega a aparecer en escena y no sé por qué, pues hubiera sido un filón interesante. Otro filón hubiera sido saber qué fue del padre de Karen, si vive o no, y qué fue de Carlos, ese hermano desaparecido que encuentra y que vuelve a desaparecer como si nada. 
Esta segunda temporada tiene un muy buen ritmo, pero también un pequeño problema, llamado pandemia. La crisis sanitaria que obligó al confinamiento hizo que el final de las grabaciones se apresurase y que lo que se pensó para 100 capítulos acabase con 79 (realmente, 65 de 45 minutos). No se nota mucho, porque dentro de lo que cabe, el final está muy bien resuelto, con unos últimos capítulos que tienen al espectador con el corazón en un puño. Por la duración de los capítulos puede dar la impresión de haber recortes, pero no los hay. Me lo confirmó Ana María Parra, a la que le agradezco públicamente su disponibilidad para atenderme. Sí que parece que quedaron algunas escenas fuera del montaje final, como una supuesta boda entre Greici y Alberto, pero no es un recorte en sentido estricto; no se emitió todo lo grabado, pero porque no se incluyó en el metraje final alguna escena como esa boda. 

Podrían haberse grabado escenas no incluidas en el metraje final,
como la boda de Greici y Alberto

¿Habrá tercera temporada, con una nueva carrera o con nuevos alumnos? No me importaría, pero no sé que habrá pasado con los decorados –quien la haya visto, sabrá de qué hablo–. Haya o no esa tercera temporada, lo que sí que no se debe abandonar nunca es esta senda de telenovelas realistas, con un fuerte compromiso social y crítico y que invitan a pensar, esa senda que hace ya tres años abrió La Nocturna
[TRAMAS: 4/5]

MÁS COSAS 
La Nocturna es una historia rica en muchos aspectos que escapan de lo puramente argumental. Lo es, por ejemplo, en acentos, con una pluralidad de personajes llegados a la Graham desde distintos puntos de Colombia y del extranjero. Da gusto, en ese sentido, escuchar hablar a Margarita, con ese bonito acento costeño, a José María, con su yeísmo rehilado argentino, o a Valery, con su acento venezolano. 
Si la primera temporada contó con una banda sonora impresionante, la segunda no se queda atrás. Al tema principal, La estrategia, de Cali y El Dandee, se suman otros que acompañan a distintos personajes y tramas, como Vas a quedarte, de Aitana; El trato, de Alejandro Sanz; Abriré la puerta, de David Bisbal; La correcta, de Nabález y Morat y otras canciones, si acaso, menos comerciales pero que son preciosas, como Mónica, de César Mora; Cuando te veo, de Ana María Laroc, o, mi favorita, Se nos acaban las palabras, de Angélika Molina y Radiocaliente, un tema precioso, con una intrahistoria muy emotiva, que pone la piel de gallina. 

No tengo nada que objetar a la dirección ni a la realización, cuyos responsables se lucen con esas escenas tan duras que hay en los últimos capítulos. Como en la anterior temporada, hay exteriores, muchos, de barrios y calles de Bogotá, fundamentalmente, y unos decorados, los del interior de la Graham, que restauraron, dándoles un toque de color muy chulo. 

Una de las aulas de la Graham

Realmente pueden pasar por el interior de un edificio tan antiguo como la sede de la Asociación Nacional de Usuarios Campesinos de Colombia, que presta una vez más su imagen a la Graham. 
[MÁS COSAS 3/3] 

Dicen que segundas partes nunca fueron buenas, pero, en el caso de La Nocturna, esto no es aplicable. La segunda temporada mantiene el carácter coral de la primera, con un elenco renovado casi en su totalidad. Conserva también ese realismo que a muchos nos cautivó y que permite, con el Derecho como excusa, plantear distintos temas para debatir y reflexionar, tanto dentro de la telenovela como fuera de ella. 
Más allá del Derecho, el marco educativo en el que transcurre la acción permite abordar distintas perspectivas acerca de cómo educar y qué sistemas y métodos seguir, lo que es, sin duda alguna, un interesante valor añadido. 
Se puede ver sin ningún problema si no se ha visto la primera temporada, aunque lo suyo, sería haber visto las dos, que son plenamente recomendables. 

PUNTUACIÓN FINAL: 9

Comentarios

tessa ha dicho que…
Hola Gafemo, que crítica más completa y extensa. ¡¡ Cuantas horas hay detrás!! Se nota que lo vives.
Esta telenovela no es como Merlí? no sé es parecida no?
Bueno pues muy bien, ganador del concurso..jaja 😂😂
Buen lunes
Jesús ha dicho que…
En mi caso, esta segunda temporada no debió ser, no a portó nada a lo que fue la primera, que sí fue magistral. Además fue el fracaso del año frente al éxito, del cual no has querido hablar ENFERMERAS.
Steven ha dicho que…
Hola Gafemo...

Tiempo que no comentaba jaja, pese a recomendarte y disfrutar de su primera temporada, ésta segunda no la he visto aún, he de contarte que me he centrado más en series tipo “Dark", “Perfume", “You" y otras tantas de Netflix y ninguna telenovela salvo uno que otro capítulo en TV de Pasión de Gavilanes que triunfa en las noches de Caracol... Qué buena que la hayas visto y por la puntuación creo que te ha gustado, habrá que verla pero ya para enero supongo, un gusto saludarle y ya estaré más de seguido por aquí para que hablemos de telenovelas...
GAFEMO ha dicho que…
Buenos días:

Digamos que sí, Tessa, que puede verse algo de "Merlí" en lo puramente pedagógico y, si acaso, en algunas cosas de los profesores. En el resto, nada. A fin de cuentas, aquí tenemos estudiantes con una vida hecha o más o menos encauzada, adultos hechos y derechos; en "Merlí" eran chavales de instituto.
Me alegra que te haya gustado la crítica.

Jesús, siento discrepar contigo. Para mí sí que aportó e incluso fue más allá en algunas tramas que para la primera temporada igual habrían sido impensables. No entiendo que midas la calidad de un producto atendiendo a sus niveles de audiencia, parece que olvidas que muchas veces lo que es un éxito tiene una calidad más bien justa y viceversa, lo que no destaca puede estar mucho mejor hecho. Me calumnias al asegurar que no he querido hablar de "Enfermeras". Aquí te dejo mi primer vistazo: https://hablemosdetelenovelas.blogspot.com/2019/11/primer-vistazo-enfermeras-rcn-2019.html
Existen también menciones a esa telenovela en otras entradas, como el primer vistazo de "Médicos" o la crítica de la T2 de "La Doña", con la que comparte un tema de su BSO. Te rogaría, por ello, que antes de soltar lo primero que se te pase por la cabeza hagas una búsqueda en el blog para ver lo que está y lo que no está. Si vas a entrar para calumniar, puedes ahorrarte la visita.

Steven... ¡Cuánto tiempo! Me alegro mucho de leerte. Nunca te agradeceré lo suficiente aquella recomendación que me hiciste hace ya casi tres años. Ahora soy yo el que te recomienda la segunda temporada jajaja.

Un saludo!
Anónimo ha dicho que…
Hola!!! Quiero ver la segunda temporada y no encuentro donde verla. Vi la primera y me encantó. Donde estará? Me ayudan?