Termina 2021 y toca hacer balance de muchas cosas, entre ellas lo que ha dado de sí este año en materia de telenovelas. A lo largo de los últimos meses he visto seis telenovelas completas y me llevo dos para el cambio de año. En total, ocho, entre las que hay segundas temporadas, espinitas que aproveché para quitarme y algún estreno reciente. Si echo un vistazo a los guiones, seis son originales, una es un remake y hay otra que no se sabe muy bien cómo es, porque parte de una historia concebida para la televisión pero que nunca llegó a rodarse.
De esas ocho telenovelas os hablaré entre hoy y mañana para cerrar, de esta forma, el 2021.
⚠ Esta entrada contiene pequeños spoilers
Comencé el año quitándome la espinita de no haber visto esta telenovela cuando se emitió en España, hace ya trece años ni en las repeticiones posteriores. Mi interés en verla radicaba en lo bien que hablaban de ella quienes habían sido sus espectadores y que, incluso, había logrado captar a unas cuantas personas reacias a ver telenovelas.
A lo largo de sus ciento cuatro capítulos, descubrí en Pura sangre una telenovela rompedora para su época, con un guion que atrapa y que permite crear una atmósfera llena de misterio, en la que, aun así, no se renuncia al amor, a lo clásico. Rafael Novoa brilla como una suerte de conde de Montecristo, que vuelve para hacer justicia y enfrentarse a los Lagos, la poderosa familia que repudió a su madre y lo alejó, siendo un niño, de Florencia, su gran amor. La química con Marcela Mar, que interpreta a la Florencia adulta, es extraordinaria. Junto a los protagonistas, Kathy Sáenz deslumbra como Paulina, una villana que es solo el vértice de una compleja historia en la que todos los hilos son movidos por un personaje oculto en la sombra y sediento de venganza contra los Lagos.
Me encantó. Quizás también por haberla visto en una época con mucho estrés, en la que la tenía un poco como válvula de escape, me llevo un grato recuerdo, porque, en cierta manera, gracias a los problemas de los Lagos se me olvidaban los míos.
Enemigo íntimo (T2) (Telemundo y Argos, 2019-2020)
En paralelo a Pura sangre, aunque a un ritmo mucho menor del que me gustaría, vi, a la par que mi hermana, la T2 de Enemigo íntimo.
La primera temporada dejó unos cuantos hilos para una hipotética continuación que se materializó y trajo consigo importantes cambios, como un nuevo equipo de guion o la renovación de tres cuartas partes del elenco. Los cambios le sentaron bien, con más acción que en la primera temporada y todo ello, sin renunciar a su esencia, la de una telenovela en la que, de una u otra forma, los personajes están condicionados por lo que ocurre en un lugar, el reclusorio Las Dunas.
Fernanda Castillo y Raúl Méndez se lucen como los eternos enemigos íntimos y reciben el apoyo, en el caso de ella, de un soberbio Aitor Luna, y en el de él, de una brillante Irán Castillo. Entre las nuevas tramas destaca también la que comanda Manuel Ojeda, vértice principal de un explosivo triángulo amoroso en el que se involucran su esposa y su hijo.
El único gran fallo de esta segunda temporada fue, sin duda alguna, el final. Se cometió el error de pensar en una tercera temporada que muy posiblemente no verá la luz y se dejaron muchas cosas sin resolver.
La Bandida (Azteca, Sony Pictures y Teleset, 2017-2018)
En primavera me decidí a ver esta telenovela de época, basada en la vida de Graciela Olmos, un personaje complejo y controvertido, que participó de la Revolución, fue parte del hampa, cantó y compuso numerosas canciones, y regentó uno de los prostíbulos más exclusivos del México de mediados del siglo XX.
A través de sus sesenta capítulos, La Bandida permite al espectador conocer un poco más a Graciela Olmos, a través de tres Gracielas, la adolescente, en manos de Jenny Kay; la joven, que borda Julieta Grajales, y la adulta, de la que se ocupa Sandra Echeverría. Lo dije en su día y lo mantengo, no era necesario un cambio de actrices, porque o bien Julieta o bien Sandra hubieran podido encargarse del personaje desde que se produce la transición de la adolescencia a la juventud, máxime teniendo en cuenta que son dos grandísimas actrices.
Junto a ellas, Marcia Coutiño y Ariel López Padilla trazan una bonita historia de amor a lo largo de las décadas. No son los únicos, porque la propia Graciela vive distintos romances, como el que la lleva a casarse, siendo muy joven, con un bandido interpretado por Ianis Guerrero o la que, ya como una mujer madura, la lleva a disfrutar del amor en brazos de un cantante más joven que ella e interpretado por Iván Arana.
Quizás lo que más me gustó de esta historia fue el acercamiento a Graciela, un personaje cuya existencia desconocía y que me pareció una mujer adelantadísima a su tiempo y, en algunos aspectos, al tiempo en el que vivimos.
Es difícil sacar adelante una buena segunda temporada y es más complicado aún hacerlo cuando, al poco de empezar el rodaje, llega una pandemia, cambian las circunstancias personales de la protagonista y es necesario reemplazarla por otra actriz.
Sin embargo, Perla Farías y su equipo sacan adelante una segunda temporada muy buena, en la que ese obstáculo del cambio de protagonista se vence de una forma congruente con las tramas. Luis Ernesto Franco, Camila Sodi, Dulce María y Alexa Martín se lucen en una segunda temporada en la que los villanos toman aún más el control, con el temible Mateo Corona a la cabeza. Magistral el trabajo de Eduardo Yáñez, como uno de los personajes más desequilibrados de los últimos años. A su lado, unas soberbias Azela Robinson y Sonya Smith hacen que Mateo sea, durante buena parte de los capítulos, el auténtico protagonista de la T2 de Falsa identidad.
El final, totalmente cerrado, augura que no habrá una tercera temporada, lo cual me parece perfecto. En su día, no fui defensor de esta segunda parte, pero una vez hecha, creo que es un muy buen producto, aun cuando se queda un poco por debajo de la primera temporada en lo que a tramas se refiere. La conexión entre ambas temporadas, muy calculada, es otro elemento que juega a su favor.
Continúo mañana con la segunda parte de esta especie de anuario telenovelero. Lo haré con otros cuatro títulos y aprovecharé para compartir mis impresiones sobre dos de ellos, que aún estoy viendo, y que terminaré ya en 2022.
Comentarios
Por mi cuenta terminé Vencer el miedo que habia empezado a finales de 2020y que como te pasó a ti con Pura sangre,me ayudó en un mal momento.
Decir que fue breve pero intensa y me encantó.
Al verla,no podia quedarme sin ver su sucesora,que era algo más larga y por lo tanto su ritmo fue más lento y eso al principio me hizo perder el interés,pero con el transcurrir de capitulos,Vencer el desamor se llenó de intriga,secretos y personajes muy humanos,me tuvo súper enganchada,y cual fue mi sorpresa,que Nova se hizo con los derechos y la está emitiendo a dia de hoy,pero yo no pa sigo pues la tengo reciente.
La doble vida de Estela Carrillo me acompañó durante más tiempo de lo previsto,pues a pesar de que los actores y los números musicales gozaban de mi agrado en ocasiones me aburria,pero con el tiempo me encariñé con los personajes y guardo un grato recuerdo,habrá2temporada?todo puede ser visto los regresos abundantes llevados a cabo.
Médicos,linea de la vida la disfruté durante el verano y ka sufri y vivi a partes iguales,pues es una temática televisiva que siempre me ha gustado,pero que en ocasiones según que casos abre heridas o se sufre con ellos.
El elenco fue de primera,hablan de otra posible temporada,ojalá asi sea.
Otra que me acompañó,pero en este caso a principios de año,fue Pablo Escobar el patrón del mal,una verdadera marabilla de telenovela,con puro talento y escenarios locales y tremendamente impresionante todo mezclado con documentos reales de la época.
Y ahora estoy con Corazón que miente que es más clásica y normalcilla y aunque tiene buenos actores me aburre un poco.
Eso en lo que respecta a ver por mi cuenta.
Por la tele me quité varias espinitas que Nova me permitió gracias a reposiciones que nunca vienen mal.
Una de ellas fue Muchacha italiana viene a casarse que si bien a mucha gente le encantó a mi se me hizo larga y aburrida,con mucho relleno.
Segui con La patrona que es la3vez que intentaba verla,y fue la vencida pues me fascinó,que enganche tuve.
Abri la veda al mundo turco con El secreto de Feriha que me encantó y descolocó a partes iguales por lo diferentes que son a los latinos.
Y segui en el mundo turco con Madre que me hizo sufrir más que otra cosa,por lo dura de la historia.
Y ahora estoy con otro clásico que recién han comenzado a reponer y nunca habia tenido la oportunidad de ver que es Destilando amor.
Siempre han gustado las telenovelas clásicas y de haciendas y aqui dan buena muestra de ello.
Y como se nota el paso de los años por la mentalidad de esos personajes,en eso han evolucionado los mostrados hoy en dia.
Y creo que no se me queda ninguna en el tintero
Haciendo recuento,son9vistas al completo y dos a medias.
Tengo más en mente por ver,aver el año nuevo como se presenta en cuanto a telenovelas se refiere.
-Dulce ambición (A dona do pedaço): hacía tiempo que no veía una telenovela brasileña y la he disfrutado mucho, una telenovela clásica modernizada con una protagonista maravillosa, aunque tiene demasiados personajes y tramas que me sobraron.
-Demente: me decepcionó un poco porque iba con expectativas muy altas y no ha sido lo que esperaba, pero tiene tramas y personajes por los que ha merecido la pena seguirla y una vez que la empecé no pude parar de verla hasta el final.
-La desalmada: una telenovela de las de antes, verla me transportaba a los 90 o principios de los 2000, con un elenco lleno de estrellas, peca de ser algo lenta en la segunda mitad y dejar todas las revelaciones para los últimos 10 capítulos, aunque eso hace que la recta final sea de infarto, y el final te deja con ganas de que hagan segunda temporada.
-Pobre novio: aún en emisión, una telenovela entretenida con comedia, algo de drama y varias historias de amor, apuesto porque en un futuro le harán un remake en Televisa, he leído que van a alargarla más capítulos de los previstos, espero que no la estropeen porque hasta ahora me está gustando mucho el desarrollo de la historia.
Rocío, veo que ha sido un buen año para ti en lo que a telenovelas se refiere. Hemos coincidido en unas cuantas. "Vencer el desamor" es, para mí, la mejor de las dos que llevo vistas de la saga "Vencer". También la pondría por encima de "La doble vida de Estela Carrillo", que mira que me gustó, aunque ese final abierto la desluce mucho. Sería interesante saber qué pasó con esa segunda temporada que creyeron que iban a hacer y al final no hicieron.
Si te gustó "Pablo Escobar", te recomiendo "Bloque de Búsqueda", que en cierto modo es la misma historia contada desde el lado opuesto, desde quienes lucharon contra Escobar en los últimos años de su vida. "Médicos", por temática, no puedo verla. Me ponen fatal las series de médicos, somatizo todo muy rápido... Sé que es ficción, pero me angustia mucho.
"Destilando amor" creo que te gustará. Tiene un poco de todo y una pareja principal con mucha química, aun cuando desentonan un poco en lo que a las edades de sus personajes se refiere. Cuesta que creer que Yáñez, que tenía 37 años cuando la rodó, era un jovencito recién licenciado. Ya me contarás...
Rosario, el bloqueo es normal. Los seres humanos vamos un poco por etapas y en alguna nos pasan cosas así. Te deseo que desaparezca pronto ese bloqueo y que no vengan otros, por supuesto.
Jucovi, de "Dulce ambición" leí comentarios muy positivos justamente por eso, por cómo han sabido modernizar algo de corte clásico. "La desalmada", en ese sentido, ha sido concebida como clásica y desarrollada como tal, también por lo que he leído.
"Pobre novio" me llamó mucho la atención, pero está el tema de los capítulos. Os admiro a los que sois capaces de ver una telenovela sin saber cuántos capítulos tendrá, a mí, hoy por hoy, me costaría hacerlo.
Alex, ¿y qué te pareció "Vencer el pasado"? Es que me toca para 2022, pero "Vencer el desamor" ha dejado el listón muy alto. El otro día leí que "Amar es para siempre" está ya en 1981... Da cosa pensar que yo vi el primer capítulo de "Amar en tiempos revueltos", ambientado, si no recuerdo mal, en 1936. Dieciséis años ya de "Amar" y casi medio siglo abarcado. Es brutal.
Un saludo y feliz año!
Por lo que deduzco, ¿"Amar" tuvo especial nochevieja el viernes pasado? Llegan a un año movidito... Imagino que el golpe de Estado lo abordarán, no sé si en tramas o con menciones, como han hecho con otros acontecimientos de calibre histórico.
Un saludo!