QUÉ TIEMPOS AQUELLOS... Julio de 2015


El verano de 2015 fue particularmente caluroso. En aquel entonces, un servidor empezaba a ver ¿Quién mató a Patricia Soler?, una producción de la entonces agónica RTI, que acabó echando el cierre en 2017. Fue mi primera y única versión de La madrastra y aunque tenía muchas expectativas puestas en ella, fue una telenovela que pasó por mi vida sin pena ni gloria. Eso sí, fui un crack viéndola unos años antes de que se estrenase en Colombia, el país en el que se rodó, pues gracias a ello su crítica se convirtió en una de las entradas más leídas del blog.
Para aquel entonces ya había terminado Yo no creo en los hombres. De hecho, antes de irme de vacaciones publiqué su pertinente crítica. También antes del descanso estival me hice eco de dos estrenos que marcaron, y mucho, mi 2016, un año complicado en lo personal.
Uno de esos estrenos fue A que no me dejas, que llegó a México el 27 de julio de hace una década. El remake de Amor en silencio arrancó muy tibio en audiencia, pero fue poco a poco en ascenso hasta triunfar y exportarse a países como el nuestro, donde lleva ya tres pases en Nova. Por cierto, mi señora madre la vio el año pasado y quedó absolutamente indignada por el final de la primera parte. Yo indignado, lo que se dice indignado, no, pero sí tocado. A día de hoy soy incapaz de ver esas escenas sin derramar alguna lágrima.
Un día después, Estados Unidos descubría cómo era la vida Bajo el mismo cielo, una historia que bebe de una película, y que desarrollaba la gran Perla Farías, con abundantes dosis de realismo y unos personajes de lo más humanos. Triunfó en Estados Unidos, mas no en el extranjero. De hecho, en España solo la hemos visto una vez... y eso que nos gusta repetir, eh. Fue, para mí, de lo mejor que hizo Telemundo en la última década. Y sí, tampoco consigo ver cierta escena del final sin llorar aún hoy, diez años después.

En el apartado nacional, cerraban temporada las cuatro telenovelas españolas en emisión por aquel entonces. Ojo a los datos: El secreto de Puente Viejo concluía su cuarto año de emisiones con una media de 1,8 millones de espectadores y un 17,9% de cuota de pantalla. 1116 capítulos después, y ya sin Tristán y Pepa, Puente Viejo tenía un tirón impresionante. Aún le quedaba un lustro para concluir.

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