CRÍTICA: "El Señor de los Cielos" (T9) (Telemundo y Argos, 2023-2024)


Corría 2014 cuando, por casualidades de la vida, quise descubrir qué era aquello de las narconovelas de la mano de El Señor de los Cielos. Acababa de estrenarse en Estados Unidos la segunda temporada de una historia concebida para poco más de 70 capítulos, pero que había tenido tanto éxito que habían decidido continuarla con una segunda parte. Ni yo ni nadie imaginaba que aquello iba a ser el comienzo de una relación de diez años con Aurelio Casillas y los suyos; una década en la que he visto casi 800 capítulos a lo largo de nueve temporadas. En esta crítica os analizo la novena y a todas luces última, al menos por ahora, tras la salida de varios actores del proyecto y la marcha de su artífice, Luis Zelkowicz.

⚠ ¡ATENCIÓN! Si no has visto esta temporada pero tienes pensado hacerlo, resérvate esta crítica para cuando la veas. Puede contener spoilers, al igual que los comentarios.

Aurelio Casillas (Rafael Amaya) intentó llevar la fiesta en paz. Sin embargo, no pudo ser y el regreso de sus enemigos, con El Cabo (Robinson Díaz) y Ricardo Almenar (Julio Bracho) a la cabeza, provoca que Aurelio haga estallar una guerra contra quienes quieren tirar por los suelos a El Señor de los Cielos.
En esa guerra, Aurelio tendrá claro que su objetivo es seguir manteniendo el control político de un México que se acerca a las elecciones presidenciales. Para ello, no duda en trazar una estrategia que involucra al gobernador de Quintana Roo, Jaime Rosales (Alan Slim) y a la afamada dueña del grupo de comunicación Cambio XXI, Belén San Román (Itatí Cantoral). Lo que Aurelio desconoce es que Belén es en realidad Blanca, la exmujer de Almenar, y que la astuta mujer también jugará sus cartas con El Cabo.
Más allá de la política, Aurelio recupera la ilusión con Mecha (África Zavala), con quien tiene una hija, Alba Marina. La bebé va a ser la menor de sus preocupaciones, pues el patriarca de los Casillas tendrá que lidiar con los problemas que le creará Ismael (Iván Arana), que decide independizarse de su padre y fundar su propio cártel, y la depresión en la que cae Rutila (Carmen Aub) después de que los hombres de El Cabo maten a Heriberto, su único hijo.

 

México. Telemundo y Argos, 2023-2024.
94 capítulos (el último, doble)

·PRODUCTORES EJECUTIVOS: Luis Zelkowicz, Karen Barroeta, Mónica Francesca Vizzi y Ximena Cantuarias
·GUION: Luis Zelkowicz, Carmina Naro, Iris Dubs, Juan Manuel Andrade y Luis Colmenares
·DIRECCIÓN: Danny Gavidia, Mauricio Corredor, Mauricio Meneses y Bernardo Mota
·Emitida en México entre el 13 de febrero y el 26 de junio de 2024

PERSONAJES Y ACTUACIONES
No puede entenderse El Señor de los Cielos sin Rafael Amaya. El protagonista de esta historia disfruta de lo lindo en esta novena temporada, en la que, en cierto modo, Aurelio vuelve a su esencia. Amaya está soberbio en esta temporada y deja el personaje por todo lo alto.

Robinson Díaz repite como Milton Jiménez, El Cabo

Lo mismo cabe decir de su mayor enemigo, Robinson Díaz. El guion nos debía una temporada de El Cabo en estado puro y la hemos tenido. Robinson se sale en un personaje que, sin duda alguna, ha marcado su carrera.
El elenco de esta novena temporada es, a grandes rasgos, el mismo de la octava. Repiten Carmen Aub e Iván Arana como Rutila e Ismael, los hijos mayores de Aurelio. Ella me ha fascinado con todo lo que pasa a lo largo de estos capítulos. Carmen ha madurado como actriz en este proyecto y en esta temporada se luce. Lo mismo cabe decir de Arana, aunque en su caso el guion no lo ha favorecido mucho esta vez.

África Zavala vuelve a dar vida a Mecha

En torno a Aurelio, varias mujeres. Una, Mecha, muy bien llevada por África Zavala gracias a un guion que sí que potencia al personaje. Lo mismo cabe decir de Said, interpretada por Mimi Morales, para mí la sorpresa de la temporada en cuanto a personajes. No podía faltar La Felina, la mejor amiga de Aurelio, de nuevo en manos de Maricela González ni La Tata, de nuevo en manos de Wendy de los Cobos.
Repiten por aquí Karen Sandoval, que interpreta a Laura, la mujer de Ismael; Isabella Castillo, que vuelve a meterse en la piel de Diana; Alan Smith, como Jaime Rosales, sempiterno gobernador de Cancún, y Thali García, como Berenice Ahumada, la esposa del gobernador.
Entre quienes llegan, que ya os digo que son pocas, se encuentran Iván Amozurrutia, que da vida al personaje más esperado por La Felina: su hijo que estaba muerto pero que resulta que luego no lo estaba. Me ha gustado mucho y su química con Isabella Castillo, con la que comparte muchas escenas, es brutal. Otro personaje que se suma a esta temporada es Diego. Jasón Romo interpreta al hijo de Mecha, un personaje con un desarrollo genial. 

Itatí Cantoral recupera, siete años después, a Belén de Almenar

Las novedades, esta vez, son pocas. De hecho, los nuevos fichajes de El Señor de los Cielos son, en realidad, viejos conocidos de quienes vimos El Chema. Regresan Itatí Cantoral, Julio Bracho y Carla Carrillo. Itatí brilla como Belén/Blanca y Carla no se queda atrás como Amanda. Julio cumple con creces, pero me ha dado mucha rabia que un personajazo como Ricardo Almenar no haya pasado de ser un segundón de El Cabo, con el juego que dio en El Chema como villano absoluto. Memorable su escena en la que se venga de El Rojo acabando con sus hijos. Ligado a Blanca aparece uno de los descubrimientos de esta temporada, Michel Chauvet, que interpreta a Rey, su hijastro, un personaje riquísimo en matices y que da mucho juego a lo largo de la temporada. Muy buen trabajo el de Michel.
Más allá de los Casillas, en esta temporada también se dejan ver José Sedek, ahora como agente de la DEA; Martjin Kuiper, como Lucas Manzano, su jefe; Daniel Martínez, como Colón, todo un emblema de la historia, y Carlos Corona, como Alfaro, el corrupto jefe de Seguridad Pública del Gobierno mexicano. No podía faltar otra imprescindible de esta historia, Elsy Reyes, de nuevo como Karla Uzcátegui, la periodista más incisiva, ahora miembro del grupo empresarial que dirige Blanca.
Por último, es necesario agradecer que el guion haya dado protagonismo a un personaje que lleva varias temporadas siendo mencionado, pero que apenas salía en pantalla: Gómez Labrador, el presidente de México. Jorge Levy da vida a un personaje ficticio pero muy claramente inspirado en alguien que todos conocemos... y muy necesario en el contexto político que maneja esta temporada.
PERSONAJES Y ACTUACIONES: 1,75/2

TRAMAS
Llegar a la novena temporada de una producción de éxito no es fácil y el guion, tarde o temprano, acaba notando el paso del tiempo. Para evitarlo, en esta temporada los guionistas han decidido partir de una hoja de ruta que conecta, en numerosos aspectos, con la esencia de la historia, con esas primeras temporadas de un Aurelio beligerante, dispuesto a sacar todo su armamento para defender a su familia. Se deja atrás al Aurelio enamoradizo que volvió de la muerte con el objetivo de ser mejor persona, un giro que estuvo bien para la octava temporada, pero que, afortunadamente, se quedó ahí. También marca distancia con el Aurelio enfermo de la cuarta o el Aurelio en coma de la sexta. A su favor, sin duda, el impasse de la séptima temporada, con Aurelio fuera de juego y la narrativa convirtiendo su historia en una suerte de spin off.

Aurelio incendia México en esta temporada

Lo principal para Aurelio es, sin duda, su familia. Las tramas inciden sobre ello, con un arranque potente en el que toca despedir a uno de los herederos del clan. Su principal enemigo no es otro que El Cabo, con el que Aurelio lleva más de dos décadas en una guerra que ha tenido sus treguas en algunas temporadas. No ha sido el caso de esta, en la que la guerra Aurelio-El Cabo se reaviva con fuerza y se disfruta de lo lindo.
En paralelo a esa guerra, la novena temporada mira a la política, con unas elecciones presidenciales que permiten introducir en la historia a una nueva villana, Belén San Román, una vieja conocida para quienes vimos El Chema. Es otro de los aciertos de esta temporada, ya que su recorrido argumental es muy interesante, tanto como su alianza con El Cabo para alcanzar el gobierno del país. Sinceramente, no me esperaba mucho de las tramas del otro candidato, Jaime Rosales, pero han sabido revitalizarlas con un asunto pendiente de resolver y otro acontecido en esta temporada. Lo necesitaban, ya que Jaime era un cadáver político y sus tramas estaban más que agotadas a finales de la temporada pasada. Quizás la trama política peque de falta de ritmo en algunos momentos, en contraste con el resto del espectro narrativo, que avanza a buen ritmo.

Mecha y Said son dos de las mujeres con las que se relaciona Aurelio

En las aventuras y desventuras de Aurelio Casillas no podía faltar el amor. Aurelio se enamoró, demasiado, de Mecha, en la octava temporada. Cuando os digo que la historia mira a las primeras temporadas es porque el paralelismo de Aurelio y Mecha con Aurelio y Ximena es enorme. El nacimiento de Alba Marina, su primera hija en común, es otro punto que evoca aquellos orígenes. A diferencia de Ximena, Mecha no duda en participar del negocio de su esposo y, como ella, en sufrir sus infidelidades. La que lo une a Said es otro de los puntazos de esta temporada, con una amante de Aurelio que se desquicia hasta niveles insospechados y sueña con darle un hijo… Sí, a los veteranos nos suena de algo, aunque en aquella ocasión Aurelio sí amaba a su amante, mas no en esta. Sobra, eso sí, la trama que lo une a una cantante de un bar, a la que resulta que ya conocía y había dejado embarazada. 
El amor, en sus distintas vertientes, también se deja ver en Rutila, que vuelve a enamorarse tras haber perdido a El Javi en la octava temporada. Ismael y Laura, por su parte, sufren una serie de idas y venidas debidas a la relación paralela de Ismael con Dalila, quien a su vez también entabla una relación con Nina, una provocadora cantante. Me ha gustado mucho la historia que surge entre Diana y Rafael. Diana merecía, por fin, encontrar el amor tras el enorme fracaso que fue su relación con Amado.
En general, como os decía, esta temporada mira mucho al pasado y cierra algunos cabos abiertos. Uno es que, por fin, La Felina encuentra a su hijo, después de no sé cuántas temporadas aquí (y una en La Doña) buscándolo. También se conoce, unos cuantos años después, qué fue de Ricardo Almenar tras la escena final de El Chema, con el regreso de este personaje, poco explotado argumentalmente. Ricardo merecía más que ser un segundón de El Cabo. Por alusiones a ellos, también supimos que El Tijeras y El Chema están en prisión.

Aurelio, en una de las últimas escenas de la temporada

Cualquier guionista sabe que una historia con tantas temporadas encima puede acabarse en cualquier momento, con independencia de su éxito. En este caso, su protagonista anunció a finales de abril que esta iba a ser su última temporada. Días después, a principios de mayo, Telemundo dio inicio a la preproducción de un spin off titulado La Dinastía Casillas. En octubre, Luis Zelkowicz hizo público que había abandonado Telemundo y que no habrá más raciones ni de Aurelio Casillas ni de sus familiares. Suelo defender que es más útil cerrar una temporada, por si acaso acaba siendo la última, que dejar demasiados cabos abiertos. Si hay que reabrir cabos, se reabren, no pasa nada, pero por si acaso, mejor dejarlo todo lo más cerrado posible. En esta ocasión han atado más cabos que en otras temporadas. De hecho, el desenlace me ha gustado mucho. Por ejemplo, puede valer lo que nos quieren hacer creer con el final de El Cabo, muy original, por cierto. Abierta solo queda una cuestión: ¿quién es el hombre que sale de la cárcel para vengarse de Aurelio y que pone la mancha de sangre al final? Se plantea como un elemento de continuidad, de cara a una décima temporada que no va a hacerse, pero funciona también como elemento de cierre, en el sentido de que un hombre como Aurelio nunca acabará con todos sus enemigos. En las redes se ha debatido mucho quién es ese hombre. Yo, por las manos, me la juego a que lleva se apellida Robles.
La novena temporada pone un buen punto y final a una de las producciones que más éxito ha tenido en el marco de la televisión hispana en América. Lo que empezó en 2013 como una narconovela de 74 capítulos acabó en 2024 como una macronarconovela con 796 capítulos, según Wikipedia, a lo largo de nueve temporadas. Si no es de récord, tiene que estar cerca.
TRAMAS: 4/5

MÁS COSAS
La realización de esta novena temporada es mejor que la de temporadas anteriores. No se nota tanto la intervención del ordenador en las escenas de acción, lo que se agradece. La fotografía y la iluminación también son de sobresaliente. Lo mismo cabe decir de los exteriores, muy bien elegidos, y de los escasos decorados que se observan esta temporada, que dan buen resultado en pantalla.


La musicalización no tiene ni un reproche. Al tema principal, El hombre bestia, interpretado por Marco Flores, se suma un segundo tema, La bestia, interpretado por Juan Carlos Rodríguez, alejado de los corridos y que queda francamente bien. Ambos se alternan como tema inicial en los capítulos, lo que me resultó muy original. A ellos se suman distintos soundtracks entre los que se recuperan algunos de las primeras temporadas, al igual que el tema Soy el señor, también de Marco Flores, que llevaba sin usarse desde la segunda temporada.
El vestuario es muy en la línea temática de la historia. Debo reconocer que me fascinan los outfits de Aurelio y que pagaría por alguna camisa… y eso que no soy de camisas.
El único aspecto criticable de esta novena temporada es el de siempre: la censura de Telemundo a la hora de silenciar palabras malsonantes. Es una pena que haya diálogos que pierdan buena parte de su sentido por esa razón.
MÁS COSAS: 2,75/3


Soy fan de El Señor de los Cielos, lo sabéis, y creo que esta novena y última temporada ha sido una buena temporada. El cierre de la temporada y de la historia es correcto, aunque desentonan las últimas escenas. Que sea fan de esta narconovela no quita que piense que debió cerrarse mucho antes, pero aun así reconozco que he disfrutado de sus 796 capítulos y que echaré de menos las aventuras y desventuras de Aurelio Casillas.

PUNTUACIÓN FINAL: 8,5

Comentarios