MI VIDA Y LAS TELENOVELAS: De nombres de personajes a nombres de gatos

Voy a contar algo que nunca he contado en público. Siempre he tenido gatos y desde hace mucho tiempo he aprovechado nombres de personajes de telenovelas para que mis mininos tengan nombres originales o, al menos, poco vistos en su especie.

La monada que tenéis sobre estas líneas es mi gata actualmente. Llegó a mi vida hace algo menos de un año, cuando la adopté con tan solo un par de meses. En aquel entonces estaba viendo Pecados ajenos y la villana de la historia, encarnada por Lupita Ferrer, se llamaba Ágata. Me encantó el nombre y ya que adopté una gata, era inevitable, en un juego de palabras de todo menos ingenioso, llamarla Ágata.

Como os digo, no es la primera vez que lo hago. Allá por el 2013 veía Rosa diamante y había un bebé, llamado Eduardito, que era el eje de la historia y se enfermaba varias veces a lo largo de la telenovela. No se me hizo difícil llamar Edu a un siamés que saqué adelante con algún que otro desvelo, ya que nació muy débil y con problemas de respiración. Fue el mejor gato que tuve y digo que lo fue porque ya no está entre nosotros. Su delicada salud no le permitió acompañarme más allá de su sexto cumpleaños.

Se me viene a la mente un tercer gato, Marce, llamado así por Marcelo, el protagonista de El color de la pasión. Llegó a mí en 2014, por casualidad, con unas pocas semanas, y tuvo la mala suerte de morir poco después, de una forma tan casual como lo fue su propia llegada. Pude salvarlo de morir en una alcantarilla, pero no de que lo pisara accidentalmente un vecino. Le gustaba tanto la gente que no dudaba en jugar con todo el mundo, pero era tan pequeño que no se hizo notar cuando debía haberse hecho notar. Siempre me quedó la incertidumbre de qué hubiera sido de él, porque era guapísimo y pintaba ser un gato muy bueno.

Historias de gatos y de telenovelas que me apetecía contaros y que he plasmado por escrito con Ágata jugando en mi regazo. Y sí, sé que hoy es sábado y tocaría hablar de audiencias, pero vamos a dejarlas para mañana. Me toca estar todo el día fuera de casa, con lo que a mí me gusta mi ratito de audiencias de las mañanas de los sábados.