De vez en cuando, los espectadores echamos de menos a alguna cara que nos resultó familiar gracias a una determinada telenovela. Fue lo que me ocurrió a mí hace unas semanas, cuando preparaba un post para Instagram sobre Rosa diamante. En un momento dado pensé "¿qué habrá sido de su protagonista, que no la he vuelto a ver?".
Nacida en 1987, Carla Hernández se formó como actriz en el Centro de Formación Actoral de TV Azteca, a donde llegó procedente de su Guadalajara natal cuando apenas tenía dieciocho años. Años después, el Centro de Formación Actoral de TV Azteca le permitió debutar en el género con un personaje secundario en Pasión morena, y un capítulo del unitario Lo que callamos las mujeres, ambos en 2009. Aquel fue el comienzo de una trayectoria fulgurante que la llevó a protagonizar y antagonizar, con dos personajes, la telenovela Vidas robadas, producida por Azteca en el 2010.
Su buen hacer en Azteca llamó la atención de Argos, que la propuso para protagonizar Rosa diamante, coproducida con Telemundo en el 2012. Terminada esta telenovela, se rumoreó que protagonizaría Reina de corazones y ella misma anunció que había hecho casting para En otra piel. No se concretó ninguna de ellas, pero en 2015 reapareció en la segunda temporada de Señora Acero, también con Telemundo y Argos al frente. Fue su última incursión en el género.
En estos ocho años, Carla ha enfocado su carrera en el cine. En 2019 estrenó Todo y este año verá la luz Retrato familiar, su último trabajo hasta la fecha. Entre medias, en el 2021 realizó un capítulo del unitario Un día para vivir, producido por Azteca.
Madre de dos hijos, uno de veintiún años y otra de diez, Carla es muy activa en sus redes sociales, donde comparte distintos momentos tanto de su vida personal como de la profesional. Quizás sea en sus redes donde algún día anuncie su vuelta al género, con una protagonista a su medida, con la que seguir cosechando éxitos. A mí me gustó mucho en Rosa diamante.
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