HABLEMOS DE LO IMPORTANTE: Las telenovelas y su capacidad para cambiarnos la vida

Los amantes del género sabemos que el amor puede aparecer en cualquier lugar y de la forma menos esperada. A veces buscándolo y otras veces por casualidades que tiene la vida. Hace casi seis meses charlaba sobre esto con un lector de Andalucía al que voy a llamar Mateo. Intercambiamos correos y whatsapps con relativa frecuencia y en uno de ellos, al hilo de Piel de Otoño, reflexionábamos sobre si era posible encontrar el amor de una forma similar a como se conocen los protagonistas de esta telenovela. Yo le dije que sí por mi propia experiencia. 
Recibí el 2022 con Covid y para matar el tiempo me descargué varias apps que nunca había usado, entre ellas una para conocer gente. No diré el nombre, porque no me pagan, pero sí, es esa que se llama casi igual que una marca de huevos de chocolate. En ella, y por casualidad, conocí a una chica excepcional a la que quise mucho y que hoy en día es una buena amiga. Tras relatarle mi experiencia, Mateo decidió seguir mi ejemplo y ha tenido suerte. Y la ha tenido valiéndose de una telenovela. Necesitaba que os contara su historia y ha accedido a ello, a través de una videollamada que llevamos a cabo a comienzos de febrero.


–Mateo, ¿cómo fue aquello? Yo ya lo sé, pero los lectores no…
–Después de casi diez años en pareja, mi relación se acabó y aunque tenía ganas de volver a enamorarme, no sé, me daba pereza salir a conocer mujeres. Y eso que habían pasado ya nueve o diez meses desde la ruptura. Fue entonces cuanto comenté contigo, Gafemo, lo de enamorarse a través de una app o algo así, porque algo dejaste caer en alguna entrada del blog.

–Recuerdo que te dije que no perdías nada por intentarlo y lo intentaste…
–Sí. A ver, tenía mis dudas y me daba cosa exponer mi imagen en una app de este tipo. Tengo 32 años y vivo en un pueblo de cinco mil habitantes donde todos nos conocemos.

–Sé que te ayudó un personaje de Piel de Otoño
–Cierto, Viento [ríe]. Me lo sugeriste tú, que usase un nick o algo así y ya que estábamos hablando de Piel de Otoño y de conocer a alguien a través de internet o de las tecnologías, me vino que ni planchado. Usé una foto de René en la telenovela y todo. René, perdóname si lees esto [ríe].

–Y no te fue mal, por lo que yo sé…
–No, al contrario. Abrí el perfil un martes y el miércoles recibí mi primer me gusta y el último. La app nos emparejó a mí y a una mujer de un pueblo a unos veinticinco kilómetros del mío y han pasado varios meses y estamos juntos. Ojalá que sea para mucho tiempo.

–¿Cómo se tomó ella lo de Viento?
–Había visto la telenovela y por eso le gustó mi perfil. De hecho lo que chateamos por la app fue sobre la telenovela. Como somos de la misma edad y teníamos dieciséis años cuando la emitieron, recordábamos bastantes cosas. No me creo que haya tenido tanta suerte, la verdad.

–¿Puedo preguntarte por los planes hacia el futuro?
–Llevamos algo más de cuatro meses saliendo y conociéndonos y han sido estupendos, con nuestras semejanzas y nuestras diferencias. Queremos irnos a vivir juntos antes de que acabe el año, pero poco a poco… Si algún día tenemos un niño estamos entre llamarlo Viento o llamarlo Gafemo [ríe].


Nuestra conversación siguió por otros derroteros más privados que no voy a transcribir. Siempre hace ilusión que alguien a quien aprecias encuentre el amor y si has contribuido a ello, es todavía más ilusionante. Que sí, que solo le di una idea a Mateo, pero ha sido una idea que le ha cambiado la vida. Y todo gracias a una telenovela.

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