Una de las cosas que más me gustan del género es la posibilidad que nos da, a los que no somos muy doctos en música, de ir descubriendo canciones, géneros y artistas. Es inevitable que cada telenovela modifique mi lista de reproducción en Youtube, como me ha pasado estos últimos meses con La hija del mariachi, que ha llenado de nuevas piezas esa lista, con temas muy clásicos, sí, pero que, salvo contadas excepciones, yo no había escuchado en mi vida.
Alguna vez he reflexionado aquí sobre cómo incorporamos cosas de las telenovelas a nuestro día a día. Entre ellas está su música. Hace un tiempo contaba en Instagram cómo me enamoré de una mujer maravillosa al ritmo de Cuando me enamoro, de Enrique Iglesias y Juan Luis Guerra, casi a la par que lo hacían Jerónimo y Renata en la telenovela homónima. Su canción pasó a ser nuestra canción, la mía y la de Marta (o Martina, como la llamaba cariñosamente). No pocas veces la escuchamos al comienzo de nuestra relación, hace casi doce años, y para mí es inevitable escucharla ahora y no acordarme de ella, pese a que nuestra historia se acabó hace ya más años de los que duró.
En esa relación tan particular que establecemos con las telenovelas entra también su música. Quienes consumimos este género somos así y muchas veces tomamos prestados temas de nuestros personajes para el día a día, buscando asociarlos a nuevas experiencias o personas con las que nos vamos encontrando. Sin ir más lejos, el Querido Tommy, de Tommy Torres, me permitió hacer una actividad de lo más entretenida con mis alumnos de primero de la ESO con ocasión de san Valentín. Se trataba de convertirse en Paco o Paca y de responder, con poesía y algo de ritmo, al consejo que da Tommy a su fan en esa canción tan bonita, que forma parte de la BSO de varias telenovelas, entre ellas Fuego ardiente. Lo bien que se lo pasaron soltando de todo en verso es de lo mejor que he visto nunca, tanto que espero repetir la actividad el año que viene.
Lo he dicho cientos de veces y lo mantengo: quienes vemos telenovelas somos particularmente creativos. Quizás por eso usamos las canciones para mandar mensajes, aunque no siempre con buen resultado. Cuando escuché, hace unos meses, Me reviviste tú, de Cristian Castro y Lucero, el tema principal de la nueva versión de Los ricos también lloran, se me vino a la mente una persona especial que acababa de llegar a mi vida para revivirla. Se la envié para que la escuchara, pues decía exactamente lo que despertaba en mí. Su respuesta fue un “¡Por favor! Jajajaja No es de mi estilo, pero la escuché sí” y un emoji muerto de risa.
Como puede que estés leyendo esto, confirmo que sí, a la que se la mandé eres tú, la que se está riendo a carcajadas porque sabes que soy muy pero que muy cursi 😜
Pueden estar orgullosos los que producen telenovelas de que nos calen tan hondo. Creo que ya os conté que conozco a una Cristal (si no, lo cuento otro día) y algo mencioné, de pasada, de que tuve y tengo animales a los que he puesto nombres de telenovelas. Os debo, por cierto, una entrada sobre una gata preciosa que he adoptado y que tiene nombre de telenovela. La música es otro campo más que incorporamos a nuestras vidas, a veces con más acierto y otras con menos. No dejemos de hacerlo nunca, no perdamos estas cosas tan bonitas que nos deja el género.
Comentarios
Eso te llegaba al alma, ahora no sé, no entiendo como se conocen, por Internet?? Vaya romántico puaffffff. Y no eres cursi eres romántico.
Por eso nos gustan tanto las telenovelas, porque aunque sean de temas variados, hay mucho amor por el medio y nos va. También escribimos en este blog somos telenoveleros 👏👏👏
Muy bien de ponerles a los jovencitos tareas diferentes, estupendo!!!
Saludos 😉
Gracias por lo de romántico. Es muy curioso, porque hace unos días me dedicó una canción en una publicación de Instagram, una canción preciosa que se titula "Vientos de octubre" y cuya esencia es la misma de "Me reviviste tú", pero con un lenguaje más cotidiano, por así llamarlo.
Lo de conocerse por Internet o apps de algo me quiere sonar. A ver, supongo que hay de todo, pero alguna vez sale bien, doy fe. Algún día contaré la historia completa, aun a riesgo de que me riña. Sí, desde hace unos meses los ojos verdes más bonitos que he visto nunca también leen este blog.
Un saludo!
¡Qué bueno! Jajaja
Yo tengo una parecida para cuando recibo una llamada comercial. Imposto la voz y digo un "aquí yo, ¿allá quién?", al más puro estilo de Aurelio Casillas. Suele desconcertarles un poco jajaja.
Un saludo!
Me alegra que te haya gustado la historia. Compartimos unas cuantas canciones. Por cierto, hace unos días descubrí una versión salsa de la de "Pobre diabla" que es una pasada: https://www.youtube.com/watch?v=-SZiqmx4DCg
El tema de "Rosalinda" aún lo escucho de vez en cuando. Me retrotrae a mi más tierna infancia, a la tele Grundig que teníamos en casa y en la que solo se veían La 1 y La 2 porque vivíamos en un pueblo muy pequeño al que las privadas no llegaron hasta el 2001.
¡Es la magia del género y de todo lo que lo envuelve!
Un saludo!