Hablar de Karen Sentíes es hablar de una actriz que brilló como villana y que puede presumir de haber trabajado con varias productoras en distintos países.
Esta mexicana debutó en el género con Rosa salvaje (Televisa, 1987-1988), en la que realizó un pequeñísimo cameo, con un personaje sin nombre, una invitada de una fiesta que daban los protagonistas. Aquel pequeño papel le permitió entrar en Televisa, donde formó parte del elenco de Carrusel (1989), Mi pequeña Soledad (1990) o La fuerza del amor (1990-1991), donde empezó a coquetear con las villanas. Fue precisamente este el rol que la consagró en el género desde mediados de los 90, cuando firmó con Azteca para antagonizar Con toda el alma (1995-1996) y, posteriormente, Tres veces Sofía (1998-1999). Entremedias tuvo la suerte de protagonizar, también para Azteca, Rivales por accidente (1997). Tras un parón de varios años, en 2003 volvió como villana en Un nuevo amor, su penúltimo proyecto para Azteca.
Instalada en Estados Unidos, Karen comenzó a trabajar para Venevisión, en títulos como Olvidarte jamás (2006) y Amor comprado (2008). Poco después dio el salto a Telemundo, de la mano de Aurora (2010-2011) y Una maid en Manhattan (2011-2012). Tras un breve paréntesis en el que regresó a México para rodar Los Rey (Azteca, 2012), Karen continuó su relación laboral con Telemundo y formó parte de En otra piel (2014) y Eva la trailera (2016), su última telenovela hasta la fecha, en la que interpretaba a la hermana de la protagonista.
¿Qué fue de Karen en estos seis años alejada de las telenovelas? En el plano artístico, una participación especial en la serie Chicago P.D., en el 2019. A sus 56 años, la actriz parece haberse tomado un descanso de la actuación para dedicarse a la familia y a llevar la vida con calma. Sin embargo, ese descanso podría estar próximo a terminarse, ya que hace unas semanas anunció que había realizado un casting "para un personaje muy parecido a Carmen Soler", su rol en Eva la trailera, pero, por ahora, no ha trascendido nada más al respecto.
Ojalá haya habido suerte, porque siempre es un placer encontrarse con Karen. Y sí, digo suerte, porque su talento y buen hacer están más que comprobados después de una trayectoria artística de más de tres décadas.
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