Lo prometido es deuda. Hace unas semanas os hablé de tres hoteles llamados Pasión de gavilanes y os decía que me guardaba un cuarto Pasión de gavilanes. Ha llegado el momento de desvelaros a qué se dedica esa empresa que ha tomado como nombre el título de la popular telenovela.
¿Os lo esperabais? Pasión de gavilanes es una constructora, pero no cualquier constructora. Así se presentan en su página de Facebook: "esta empresa tiene la pasión de construir viviendas, edificios, casas de campo, colegios, etc." Hasta quienes no vimos Pasión de gavilanes sabemos que los hermanos Reyes llegan a la hacienda de las hermanas Elizondo convertidos en obreros para construir una especie de granero. Quizás es lo que llevó a que esta empresa constructora tomase el nombre de la telenovela. Posiblemente hayáis reparado en que su logo se acompaña de tres iniciales, JHG, correspondientes a las de Javier Huamán Gutiérrez, su fundador, que en la siguiente imagen aparece con una chaqueta azul:
La constructora Pasión de Gavilanes estableció sus cimientos hace poco más de un año, en julio de 2020. Su sede se localiza en Quilmaná, uno de los distritos de la provincia peruana de Cañete, al sur de Lima. Allí es donde la empresa realiza trabajos como, y copio literalmente, "ampliaciones y modificaciones, cimientos y sobre cimientos, muros de ladrillos, tarrajeos, cielo raso, enchapes de mayólicas y porcelanatos, encofrado de techos, electricidad, gasfitería y pintura, puertas, ventanas, escaleras, protectores, etc.". No sé si hacen algo de carpintería, que, como sabéis, ando buscando, pero igual es cuestión de preguntar. Para ello, la constructora tiene dos números de teléfono móvil que, curiosamente, coinciden con dos teléfonos fijos de Asturias y Madrid. Dejo una especie de folleto informativo por si a alguien le interesa contratar a Javier y sus obreros:
No os podéis imaginar lo mucho que disfruto con este apartado y sus hallazgos tan curiosos como este o algunos de los que vendrán en sucesivas entregas.
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