ESTÁN PASANDO COSAS: Marcas inventadas, matrículas que no corresponden y detalles íntimos en "Para volver a amar"

Estoy muy contento, porque los 146 capítulos de Para volver a amar me han dejado muchas de esas pequeñas grandes cosas que merecen la pena ser comentadas. Lo voy a hacer en tres entregas semanales, para no saturar. Aquí va la primera.

Entrada libre de spoilers

I. De nada sirve ocultar la marca de un coche si se te olvida que la lleva en muchos sitios
Con esta frase tan larga podría resumirse lo que les sucedió con un coche, el de Leonardo (Agustín Arana), cuya marca taparon con una pegatina, aun cuando la forma ovalada del logo da una idea de que marca que empieza por F puede ser:
La confirmación de que ese coche es un Ford llegó al capítulo siguiente, con una escena en la que se ve el interior del vehículo y, sobre el parabrisas, el logo de la marca estadounidense:
En efecto, se les olvidó cubrirlo con alguna pegatina, uno de esos folletos que te dejan en el parabrisas o, simplemente, cerrar el plano para que no se viera.

II. Una marca inventada que vale para todo
Siento seguir hablando de coches, pero es lo que hay. Voy ahora con el taxi de Rolando (Jesús Ochoa), un Nissan cuyo logotipo enmarcararon con una pegatina de Banen. Otra de Jogo sirvió para ocultar Tsuru, el nombre del modelo:
Casualmente, el Mini Cooper de Sebastián (Alfonso Dosal) también lucía un Jogo sobre Cooper y me atrevo a pronosticar que Banen tapaba el logo de Mini, aunque es algo que no se aprecia muy bien:
Las pegatinas de Banen las rentabilizaron tan bien que casi todos los ordenadores eran de esta falsa marca, como el que usa el propio Sebastián:
Lástima que se les olvidase poner pegatinas por dentro, porque, como se comprueba en esa misma escena, el de Sebastián es un HP 530 y sí, como podéis ver, el mapa en el que supuestamente está buscando algo no es sino un vídeo que Dosal está reproduciendo con el Reproductor de Windows:

III. Matrículas que no coinciden
Por cierto, ya que estoy con Sebastián, tengo que volver a la imagen de su coche. Quedaos con la matrícula, 789-JKL:
Pese a que durante toda la telenovela el coche es el mismo (o puede que sean dos iguales), en un capítulo aparece con otra matrícula, 440-WXU:
Podía haberlo colado como gazapo, porque en cierto modo lo es, pero no quiero saturar el juego a base de coches, que aunque a mí me gusten mucho entiendo que no a todos os tienen por qué gustar.

IV. Un difuminado en un sitio ¿íntimo?
Debo aclarar que vi esta telenovela a partir de su repetición en México en el 2016 y no tal y como se emitió hace once años. Que la repetición fuese al mediodía puede explicar este borrón en las piernas de Mireya (Gabriela Zamora):
Por muy corta que fuera la falda, no creo que se viese nada íntimo, pero aun así fue un detalle que me llamó la atención.

V. Una referencia a algo ¿íntimo?
Termino con Rolando y Mireya, esta vez en el baño de un hotel. Ojo al letrero que cuelga en la pared del sanitario, que era un baño para hombres:
“No es tan largo como usted cree, acérquese más”. Podría hacer algún comentario, pero que cada cual imagine lo que quiera. Me recuerda, en cualquier caso, a un profesor que tuve en la facultad que una vez entró al servicio, se encontró con el suelo de un aseo sucio y gritó “¡Va a haber que daros embudos para que podáis acertar en el medio metro de diámetro que tienen los váteres!”.

Más cosas, la próxima semana.

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