¿QUÉ FUE DE...? Maritza Rodríguez

En septiembre de 2016 concluyeron las grabaciones de Silvana sin lana, una producción de Telemundo. Maritza Rodríguez encarnó a su protagonista, Silvana Rivapalacios en el que fue su último proyecto.


Es difícil responder a qué fue de Maritza Rodríguez, porque Maritza Rodríguez ya no existe tal y como muchos la conocimos. Tras concluir Silvana sin lana, esta actriz colombiana decidió dar un giro radical a su vida, tanto que se convirtió al judaísmo y se cambió el nombre por Sarah y tomó el apellido de su esposo, el productor Joshua Mintz.
Lo que a muchos, y me incluyo, nos pareció una decisión tomada de un día para otro, fue, en realidad, una decisión muy meditada y que Sarah adoptó consciente y voluntariamente. "Mi esposo jamás, ni su familia, me exigieron que me cambiara al judaísmo […] Mi esposo me ama tanto que me aceptó como yo era y yo lo acepté como era, solo que aquí la que evolucionó, la que quiso trascender, fui yo", explicó en un directo de Instagram el año pasado. Casada por lo civil con Mintz desde 2005, el judaísmo que practica su marido y la familia de este la atrajo tanto que, tras contraer matrimonio con su esposo en 2017 siguiendo los cánones de esta religión, poco después realizó su cambio de nombre y confirmó un cambio de vida que la llevaba, entre otras cosas, a abstenerse de realizar cualquier proyecto en el que tuviera contacto físico con otros hombres o que aparecer con poca ropa.
Desde hace unos meses, Sarah reside con su familia en Israel, desde donde lleva a cabo sesiones de coaching espiritual. En sus redes sociales comparte distintos vídeos de su vida y en los que suelen aparecer su esposo y sus hijos. Con ellos se ha iniciado en el estudio del hebreo y de la Torá.
Como he dicho en alguna ocasión, todos somos libres de hacer con nuestra vida lo que nos plazca y, en ese sentido, me parece estupendo lo que ha hecho la otrora Maritza Rodríguez. Lo respeto, pero no lo comparto, pues ya sabéis lo que opino de las religiones y de estos cambios tan radicales de vida.
Sobre un hipotético regreso a las telenovelas, Sarah Mintz lo veía como algo improbable, según se deduce de las declaraciones que hizo al Heraldo de Aragón en julio de este año. Pese a vivir en un país con una situación política complicada, Sarah se mostraba tranquila. "No me afecta para nada", declaraba al citado medio, al tiempo que reconocía no inquietarle que sus hijos tengan que servir en el ejército israelí dentro de unos años.


Siempre nos quedarán Silvana sin lana, Marido en alquiler, Perro amorLa casa de al lado, Acorralada, Ángel rebelde, La revancha y otros muchos títulos que llevaron a Maritza a ser una de las grandes estrellas de un género en el que Sarah no piensa entrar, pero del que guarda un grato recuerdo, como muestra en muchos vídeos en los que recuerda algunas de las telenovelas que hizo como Maritza Rodríguez. "I made Silvana sin lana and other soap operas, la tienes en Netflix", le explicó a un dependiente de una tienda de deportes en Jerusalén, hace unos meses. Maritza, en cierto modo, aún vive en Sarah. 

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