¿QUÉ FUE DE...? Guillermo Capetillo

Corría 1979 cuando un joven veinteañero, llamado Guillermo Capetillo, debutaba en las telenovelas convirtiéndose en el hijo de Verónica Castro en Los ricos también lloran, un rol que podría ser visto hoy como el protagonista juvenil de la historia. El éxito de esta telenovela le hizo entrar en el género por la puerta grande.


En aquel entonces, Guillermo Capetillo era conocido, básicamente, por un par de películas y por haber hecho sus pinitos con el capote, en los ruedos, otra de sus grandes pasiones. Los ricos también lloran le permitió debutar en las telenovelas y pasar acto seguido a Colorina, producida en 1980 y en la que tuvo un papel de reparto. Se estaba preparando, con ello, para su primer protagónico, que le llegó poco después, junto a Victoria Ruffo en La fiera (1982), otro gran éxito en su incipiente carrera. Dos años más tarde, en 1984, repetiría con su otrora madre, Verónica Castro, ahora como pareja artística, en Rosa salvaje, también producida por Televisa y que rápidamente se convirtió en un éxito. Los 80 fueron años especialmente prolíficos para Guillermo, que hizo televisión, cine, toreó e, incluso, se atrevió a sacar dos discos en lo que finalmente se quedó como una breve carrera musical.
En los 90, Eduardo continuó sin parar. Siguió encabezando elencos y probó suerte como villano de Atrapada, producida por Televisa en 1991. Tras una etapa concentrado en el cine, volvió de la mano de Pueblo chico, infierno grande (1997) y triunfó nuevamente como villano en Tres mujeres (1999-2000), siempre con Televisa.
Ya en el siglo XXI, Guillermo decidió tomarse un descanso, aunque siguió haciendo cine. Volvió al género con Pablo y Andrea (2005) y en 2008 regresó a los villanos en Mañana es para siempre. Tras una participación especial en Soy tu dueña (2010), se convirtió en Antonio en Cuando me enamoro (2010-2011), un personaje clave en el triángulo amoroso de la protagonista adulta, interpretada por Julieta Rosen. Dos años después, en 2013, volvía a hacer maldades convertido en Nelson Briz, en Amores verdaderos (2013). Parecía que había vuelto para quedarse, pero en 2015 rodó la que es su última telenovela hasta la fecha, Lo imperdonable, en la que interpretó a un personaje que conocía bien, pues esta telenovela bebía de La mentira, la misma que sirvió de base a Cuando me enamoro.


¿Qué fue de Guillermo Capetillo en los seis años que han transcurrido desde su última aparición en el género? El propio Guillermo lo desveló en una entrevista concedida a la Imagen TV en agosto del 2018 y que tenéis sobre estas líneas. "Heredé un rancho de mi papá […] y comencé a invertir en la zona", declaró, desmintiendo los rumores de problemas de salud que habían circulado hasta entonces. "Me dedico a la compraventa de bienes y raíces en un lugar en el que está creciendo la densidad de población y la actividad", aclaró sobre la forma en la que se gana la vida.
¿Piensa en volver al género algún día? No lo descarta, siempre que aparezca un "gran proyecto" que le seduzca. Tampoco se niega a volver a los ruedos. A sus 63 años, pienso que todavía está a tiempo de volver para seguir deleitándonos con sus personajes. A mí me encantó Nelson Briz, un personaje con un punto de villano y otro de tonto manipulable. También me gustó mucho Antonio, un personaje que empieza siendo un sol y que comete un grave error que le lleva a redimirse mediante el seminario y el acercamiento a Dios. Lo dicho, ojalá llegue ese "gran proyecto" que lo convenza para volver.

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