El 22 de enero, hace justo un mes, llegaba a su fin la que es la última telenovela española emitida al completo: Mercado central.
A comienzos de 2019, y tras años sin relación, la 1 de TVE recurría a Diagonal TV, la productora de Amar en tiempos revueltos, para encomendarle una producción de barrio, capaz de enganchar a los espectadores con tramas cercanas y personajes más o menos reconocibles. Así surgió Mercado central, que vendieron a la prensa con la siguiente sinopsis:
"Los vendedores de un mercado centenario de uno de los barrios de Madrid amanecen un día con una terrible sorpresa: una inspección municipal considera que en el mercado debe haber una reconversión, por lo que debe cerrar. Rápidamente, los comerciantes comienzan a movilizarse contra el informe del ayuntamiento y consiguen que el consistorio les otorgue un año para modernizar el recinto. Sin embargo, desconocen que tras el informe se encuentra una empresa que pretende derribar el mercado para construir un centro comercial".
Al frente de la historia, Antonio Garrido, Begoña Maestre, Jesús Olmedo y Lola Marceli, cuatro rostros conocidísimos que, como curiosidad, habían pasado por Amar en tiempos revueltos o Amar es para siempre. El 23 de septiembre de 2019 todos ellos desembarcaron en las sobremesas de La 1 y no lo hicieron nada mal, pues el primer capítulo fue visto por más de un millón de espectadores y casi un 9% de cuota de pantalla. Esa cifra, el millón de espectadores, fue un poco su barrera psicológica, un dato que no alcanzó sino puntualmente, a lo largo del año y cuatro meses que estuvo en emisión. Calculan en su página de Wikipedia que durante su primer año en antena promedió unos 866.000 espectadores y un 7,4%, un dato que mejoró en el segundo, hasta los 914.000 y el 7,7%. En torno a esta última cifra se movió desde septiembre hasta enero, despidiéndose con 1,1 millones de espectadores y un 8,9% de cuota, uno de sus máximos, el pasado día 22.
¿Qué falló para que Mercado central no consiguiese despuntar ni encadenar renovación tras renovación, como ha venido haciendo Servir y proteger? Hay quienes lo achacan a la historia, sobre la que no puedo opinar mucho. El primer capítulo, lo único que vi de esta telenovela, me gustó, con muchos decorados, un toque costumbrista-urbanita que pensé que podría enganchar a la gente, aunque no ha sido así. Supongo también que la crisis que vive la ficción nacional en abierto habrá contribuido a esos datos, y es que ya ni Amar es para siempre se luce en cuestión de audiencias.
Pese a que sus datos no fueron especialmente brillantes, cabe resaltar que los cuatro protagonistas estuvieron desde el principio y hasta el final, salvo Begoña Maestre que se ausentó por compromisos profesionales durante algunos capítulos. Esa misma permanencia la tuvieron también muchos de los secundarios, como Marta Poveda, Abel Rodríguez o Santiago Molero. En los últimos meses, además, habían sumado unos cuantos fichajes de nivel, con nombres como Jordi Rebellón o Eva Isanta.
Con 310 capítulos a sus espaldas, algunos de veinte minutos por los desajustes de rodaje que provocó el confinamiento de la primavera pasada, Mercado central concluyó sus tramas y cerró su página en la historia de las telenovelas españolas. Se fue, pese a esos más de 300 capítulos, como la segunda telenovela española más corta de los últimos cinco años. Solo Derecho a soñar (BocaBoca para TVE, 2017) fue más corta, con 130 capítulos.
Comentarios
Así que creo que por eso no ha tenido tanto recorrido, por enganchar a un x público, pero no estar hecha con una agilidad tipo Acacias 38 y un poco más por ser de época actual. Y por cierto hasta Acacias 38 se está haciendo más o menos de la misma forma, pero no cuando se asentaba, o sea la trama inicial de German, Manuela y Cayetana.