El 21 de enero La 1 de TVE estrenaba Derecho
a soñar, una telenovela rodada entre junio y diciembre de 2017, que había
permanecido más de un año a la espera de que los responsables de la cadena
encontrasen un hueco para emitirla.
BocaBoca,
filial del grupo Veralia, produjo esta historia para TVE. En otras entradas
aludí a que detrás de ella se encontraba Europroducciones. Tanto
Europroducciones como BocaBoca y Zebra, entre otras, son productoras del mismo
grupo. Todas ellas comparten sede y parece ser que también recursos. No
obstante, corrijo esa información, para dejar claro que es BocaBoca la que se
encuentra detrás de Derecho a soñar.
Tenía
ganas de ver una telenovela española y me puse con esta, a sabiendas de que ya
estaba rodada. La comencé en febrero, un par de semanas después de su estreno.
Alcancé el ritmo de emisión de La 1 en mayo y así seguí hasta el pasado 12 de
julio, cuando llegó a su fin. He aquí mi crítica de esta telenovela.
[¡CUIDADO! Si
estás viendo esta telenovela o tienes pensado hacerlo, quizás no deberías leer esta crítica. Puede
contener SPOILERS que hacen aconsejable su lectura después de haberla
visto].
SINOPSIS
Zabalburu,
Leiva y Duarte, ZL&D por sus siglas, es uno de los bufetes más prestigiosos
de Madrid, gracias al trabajo de sus tres socios: Francisco Zabalburu (Joaquín
Climent), Felipe Leiva (Joaquín Notario) y Carlota Duarte (Ana Risueño). Aunque
los tres mantienen una buena relación entre sí, Felipe comienza a sospechar que
Francisco le oculta algo y no está equivocado: Zabalburu usa el bufete para
lavar dinero en el marco de una compleja trama delictiva. Ese descubrimiento
hace que Felipe aparezca muerto en su despacho. Lo que para todos es un
infarto, encubre, en realidad, un asesinato cometido por los cómplices de
Francisco en el lavado de dinero.
Logotipo de la telenovela |
La
muerte de Felipe trastoca la vida de Jorge (Jon Arias), su único hijo. Este
joven abogado, que lleva años en Chicago, regresa a España para despedir a su
padre y decidir qué hacer con su herencia. El destino quiere que su llegada al
bufete coincida con una prueba de selección para contratar a un nuevo pasante.
A esa prueba concurre Julia (Alba Ribas), una joven humilde que con mucho
esfuerzo se ha licenciado en Derecho. La casualidad hace que Jorge y Julia se
conozcan y que ella acabe formando parte de ZL&D como su secretaria, tras
rehusar presentarse a la prueba de pasante por su inexperiencia.
Jorge
será el jefe de Julia y también su mentor, pues depositará en ella su confianza
para que la joven asuma sus primeros casos como abogada. Las horas que pasan
juntos en el trabajo hacen que ambos se enamoren, aunque lo suyo, como muchos
de los casos que pasan por el bufete, no será algo fácil de resolver. Ella
mantiene una relación con Chema (Diego Domínguez), su novio desde que era una
adolescente. Jorge, por su parte, deja en Chicago a Madison (Montse Pla), su
prometida.
Aunque
la historia de Julia y Jorge no está exenta de dificultades, juntos demostrarán
que todos tenemos un derecho irrenunciable, nuestro derecho a soñar.
DATOS Y TRÁILER
España. BocaBoca (Veralia) para TVE, 2017.
130
capítulos*.
PRODUCTORES
EJECUTIVOS: Carlo
Boserman (Veralia) y Juanjo Sánchez Vila (TVE). Ignacio Gabasa y Vicente Torres
(productores de la telenovela).
GUION: Ignacio Gabasa, Paula Jiménez,
Nicolás Saad (creadores). Luis Moreno, Daniel Castro, Denise Despeyroux,
Almudena Vázquez, Antonio Galeano, Xabi Puerta et al.
DIRECCIÓN: Valerio Boserman, Federico
Untermann, Manu Gómez y Víctor García León.
Emitida
en España entre el 21 de enero y el 12 de julio de 2019.
*Los capítulos tienen una duración
dispar. Los diez primeros se sitúan entre veinte y cuarenta minutos cada uno y
el resto, entre cincuenta y cincuenta y cinco.
PERSONAJES Y ACTUACIONES
Derecho a soñar cuenta con un elenco fijo reducido,
centrado en el personal de ZL&D y algunos de sus familiares o amigos. Alba
Ribas encabeza ese elenco, como Julia, una joven veinteañera que a base de
esfuerzo ha logrado sacar adelante a su hermano tras la muerte de su padre y el
abandono de su madre y que compaginando trabajo y estudios ha conseguido licenciarse
en Derecho. Es un personaje muy bonito, muy maduro para su edad, que es de
veintiocho o veintinueve años, y que además tiene un fuerte sentido de la
justicia más que de la abogacía. Alba hace un buen trabajo y lleva a Julia de
una forma muy natural.
Alba Ribas y Jon Arias son Julia y Jorge |
A
su lado está Jon Arias, que interpreta a Jorge, un joven abogado que ve el
mundo desde otra perspectiva, la del hijo de unos padres pudientes que le han
permitido estudiar cómodamente y tenerlo todo en la vida. También a diferencia
de Julia, Jorge tiene un fuerte sentido de la abogacía más que de la justicia.
Lo mismo que decía hace poco de Alba lo puedo decir de Jon. Además, el feeling que entre ellos se va
desarrollando es muy bonito, aun cuando en tramas tengan sus más y sus menos,
por lo cabezotas que son. Ahí está uno de los atractivos de esta telenovela:
los protagonistas se equivocan muchísimo y sí, saben reconocer sus errores,
aunque a veces al espectador se le apetezca traspasar la pantalla para pegarles
un par de gritos. El contraste entre Jorge y Julia es interesante y
argumentalmente está bien explotado, aunque con matices de los que ya os
hablaré. No conocía ni a Alba ni a Jon y me han convencido.
Joaquín Climent y Ana Risueño interpretan a Francisco y Carlota |
ZL&D
tiene una plantilla comandada por tres socios. Uno es Jorge y los otros dos son
Francisco y Carlota. Joaquín Climent, el gran Joaquín Climent, interpreta a
Francisco, el villano de la historia, un prestigioso abogado que es, de puertas
para adentro, un tipo cínico, déspota, machista y capaz de usar su propio
bufete para el lavado de dinero a través de sociedades offshore en paraísos fiscales. Es un personajazo y tiene tantos
matices que lleva al espectador a enfadarse y a reírse, según salga el
Francisco déspota, el cínico e irónico o el maleante. Magnífico trabajo el de
Joaquín, al que llevaba años sin ver.
Ana
Risueño es Carlota, la otra socia. Pese a su extensa trayectoria, no la conocía
y es otro de los descubrimientos que me deja esta telenovela. Carlota es una
mujer firme y decidida que proyecta entre quienes la rodean una imagen de Dama de Hierro pero que en realidad es
mucho más humana de lo que parece. Es otro personajazo, en manos de una actriz
que se luce interpretándolo.
Biel Durán, Guiomar Puerta y Álex Adrover son Jesús, Alba y Ángel |
Siguiendo
el organigrama de bufete, en él se encuentran tres abogados más. Biel Durán
interpreta a Jesús, el hijo de Francisco, que es todo lo contrario a él. Jesús es
un abogado peculiar, ya que lleva años sin ir a los tribunales, dedicado al
estudio y a sus clases en la universidad. Biel hace un trabajo estupendo. El
segundo de esos abogados es Ángel, al que da vida Álex Adrover. Ángel es más
parecido a Francisco que su hijo, algo por lo que quizás sea cómplice de sus
delitos fiscales. Ángel es el personaje que más evoluciona dentro de la
historia, gracias a una trama que lo une a Alba, la hija extramatrimonial de
Francisco y contable del bufete. Guiomar Puerta interpreta a esta joven que se
enamora perdidamente de Ángel sin saber que él solo quiere para tener más
controlado a Francisco. Sin embargo, las cosas no saldrán como Ángel planea, ya
que cuando entra en juego el corazón, ya sabéis lo que pasa. Alex y Guiomar
están geniales y las cosas como son, hacen una pareja preciosa, cursi por
momentos, pero con mucha química.
La
tercera abogada del despacho es Berta. Ariana Martínez, otra desconocida para
mí, se luce como esta joven, amiga de la infancia de Jorge, adicta a las redes
sociales y más preocupada de lo que pasa en ellas que de lo que ocurre en la
vida real. Cerca de Berta y de Jorge se encuentra otro abogado, amigo de ambos
desde que eran niños, pero que no forma parte de ZL&D: Rodrigo, el
desenfadado y juerguista. Juan Blanco es quien lo interpreta. Otra cara nueva
para el que todo elogio es poco, porque está de matrícula de honor. Quedaos con
su nombre, porque estoy seguro de que no tardará mucho en protagonizar alguna
serie o telenovela. Es un actor con mucha madera y sin duda, el gran
descubrimiento que me deja Derecho a
soñar. Impresionante también el buen rollo que hay en las escenas que
comparte con Jon, con Ariana o con ambos.
El
transcurso de la historia hace que llegue a ZL&D otra socia, un personaje
que está presente desde casi el principio pero que gana peso hacia la mitad de
la telenovela: Victoria. Noelia Castaño da vida a esta mujer, que junto a
Francisco y Ángel completa el eje del mal
del bufete. Victoria es otro personajazo, que maneja el cinismo y la ironía
como nadie. Noelia brilla con este personaje que, como os decía, da muchísimo
juego en la segunda mitad de la telenovela.
Mamen Duch y Jorge Sanz interpretan a Sofía y José |
Dentro
de ZL&D aparecen más personajes, aunque ya no abogados. Es el caso de
Sofía, la secretaria de Francisco, interpretada por Mamen Duch. Sofía es el
prototipo de madre, madraza, que hace malabares para compaginar su vida profesional
con la personal y la crianza de sus hijos Alex y Cristina, interpretados por
Pedro Madrid y Lucía Fernández. Si normalmente conciliar es difícil, más lo es
para la pobre Sofía, que tiene un marido que es un desastre, José, al que da
vida Jorge Sanz. Mamen y Jorge hacen un buen trabajo, al igual que sus hijos en
la ficción, aun cuando a nivel argumental las tramas de la familia puedan, en
ocasiones, resultar pesadas.
Daniel
(Javier Morgade), el asistente de Carlota; Charly (Songa Park), la informática
del bufete; Carol (Violeta Rodríguez), la becaria; Tino (Daniel Pinchete), el
administrativo cotilla, y Macarena (Silvia Alba) completan la plantilla de
ZL&D y alivianan las tramas con sus cosas, chismes y bromas. Un grupo que
da momentos muy divertidos y que refleja muy bien cómo lejos del estrés de los
directivos de cualquier empresa siempre hay trabajadores que van a trabajar, a
aprender y a tratar de pasárselo bien, aunque de vez en cuando les caiga alguna
bronca.
Fuera
del bufete, aunque en la esfera personal de los protagonistas, se localizan
unos cuantos personajes. Es el caso de Maricarmen, la amante de Francisco y
madre de Alba. Belén Fabra se convierte en esta dicharachera mujer, un
personaje que vive durante años gracias a Francisco pero que poco a poco
comienza a abrirse camino por sí misma. Me ha gustado mucho Belén y
reencontrarme con ella después de unos cuantos años sin verla. Tiene, por
cierto, una química muy bonita con Joaquín Climent y con Guiomar Puerta.
Aixa Villagrán y Arón Piper son Olivia y Luis |
Otro
de esos personajes es Olivia, la dueña del bar situado bajo el bufete e íntima
amiga de Julia. No os podéis imaginar lo que me he reído con Olivia y lo que he
disfrutado con sus reflexiones sobre aspectos de la vida sobre los que pocas
veces nos paramos a pensar. Gran trabajo el de Aixa Villagrán, la actriz que da
vida a Olivia.
Sin
dejar a Julia, en su círculo personal aparecen también Chema (Diego Domínguez)
y Luis (Arón Piper), su novio al comienzo de la historia y su hermano,
respectivamente. No conocía ni al uno ni al otro y me han convencido. Agradezco
también que Chema no se haya convertido en el típico villano una vez su
relación con Julia se termina. Quien sí ha tenido más tintes de villana es
Madison, la novia con la que Jorge comienza la telenovela. Montse Pla
interpreta a esta joven caprichosa que da mucho juego, pero que quizás podría
haber dado más de haber sido un personaje con más continuidad. Muy buen
trabajo, no obstante, el de Montse.
El
elenco fijo se completa con algunos personajes ligados a la vis jurídica y
judicial de la telenovela. Es el caso del juez Quintana (Juan Messeguer), que
también es el padre de Carlota, o de la jueza Larrechea (Lara de Miguel). Del
juez me ha encantado su sentido de la justicia y su defensa del in dubio pro reo: “es preferible un
culpable libre que un inocente preso”, asegura en una ocasión. De la jueza me
quedo con su implacable carácter en sala y su ternura fuera de ella. Tanto Juan
como Lara están de diez.
Dentro
de esa vis jurídica y judicial se encuentran unos cuantos abogados que por lo
general son parte contraria en los casos que llegan a ZL&D. De todos ellos,
tres merecen una mención. Uno es Rafael Reaño, que interpreta a Antonio, el
famoso actor reconvertido en abogado. El otro es Alberto Amarilla, que da vida
a Héctor, un joven abogado que se enamora de Julia y con el que Madison podría
haber hecho buenas migas. La tercera es Luisa, una abogada muy peculiar, tan
charlatana como desesperante, que es interpretada por Teresa Rabal. Geniales
los tres, aunque el personaje de Teresa Rabal merecía más recorrido argumental,
más casos en los que enfrentarse a los de ZL&D.
[PERSONAJES
Y ACTUACIONES: 2/2]
TRAMAS
Muchos,
entre los que me incluyo, nos acordamos de La
ley del corazón cuando supimos algunas cosas sobre Derecho a soñar, sus tramas y su esquema narrativo. Sin embargo, realmente
lo único que ambas telenovelas tienen en común es que transcurren en despachos
de abogados y que las tramas personales se entremezclan con las profesionales o
lo que es lo mismo, los casos. Sin embargo, en Derecho a soñar la relación tramas personales-casos está bastante
más equilibrada que en La ley del corazón,
donde, al menos en la primera temporada, los casos tenían más peso.
Jorge y Julia, en una reunión con un cliente y la parte contraria |
Más
allá de ese fondo equilibrado entre casos y tramas personales, Derecho a soñar tiene también una forma narrativa novedosa y
arriesgada, que se mantiene durante los primeros ciento diez capítulos más o
menos: cada capítulo se corresponde con un día, el mismo día de la semana en la
que ese capítulo debería emitirse. Con esto hacen que en el capítulo del lunes
lleguen al bufete, donde también están de lunes, uno o varios casos que acaban
siendo resueltos, como muy tarde, en el capítulo del viernes, que coincide con
el viernes de los personajes. No hay fines de semana, excepto en el capítulo 86
donde vemos a los personajes en un domingo. Decía que es una fórmula
arriesgada, porque puede ocurrir, como así sucedió, que una tarde no se emita y
que el capítulo de viernes se quede para el lunes, y el del jueves para el
viernes y así sucesivamente. Pese a ello reconozco que es muy interesante esta
fórmula, que en cierta manera acerca al espectador al universo de los
personajes a través de algo como el tiempo, un elemento que muchas veces se ignora
en las telenovelas, haciendo que pasen los días sin que sepamos si los
personajes tienen lunes malos o viernes buenos, como muchos mortales. No
obstante, y por razones que desconozco, a partir del capítulo 110 se pierde
toda referencia a los días en que sucede aquello que estamos viendo.
Yendo
al fondo, a las tramas, en el plano personal son muy interesantes las
relaciones sentimentales y de amistad que se establecen a partir del bufete. Es
muy bonito ver cómo Jorge y Julia se enamoran y cómo se equivocan unas cuantas
veces hasta, por fin, darse una oportunidad. También se disfruta mucho con la
relación de Ángel y Alba, basada en un interés que da paso al amor, un amor que
transforma de la mejor manera posible a un maleante como Ángel. No sé si es
amor o no, pero también es bonita, a su modo, la relación entre Maricarmen y
Francisco o el tira y afloja de Rodrigo y Berta.
Tino, Daniel, Alba, Julia, Carol y Charly conversando en una escena |
En
el capítulo de amistades, los distintos grupitos, como el de Rodrigo, Berta y
Jorge o el de Olivia, Julia, Sofía y Alba resultan muy interesantes y más de
una vez de sus conversaciones se desprenden ideas y formas de ver el mundo que
llevan al espectador a pararse a pensar sobre muy diversos temas. Charly, Carol
y Daniel aligeran un poco la historia con sus cosas y Sofía, con José y sus
hijos, se encarga de dar un toque familiar a la telenovela, un toque que a
veces resulta pesado, especialmente por la manera en la que los guionistas
llevan a José, de fracaso en fracaso, durante unos cincuenta o sesenta
capítulos.
No
hay villanos al uso: Francisco, Ángel y Victoria dan guerra con el tema del
lavado del dinero a través del bufete, pero enriquecen las tramas del despacho
a partir de las distintas formas en las que se relacionan con los diferentes
empleados o llevan los distintos casos. Lo mismo se puede decir de Madison,
Chema o Héctor: no ponen zancadillas ni arman trastadas continuamente a los
protagonistas, pero sí dan juego.
En
el plano profesional, las tramas abarcan casos muy cotidianos, por así llamarlos: divorcios, despidos, herencias, propiedad
intelectual… Que nadie venga buscando asesinatos, que no los va a encontrar, o
al menos no con personas como autores y víctimas. Existen casos que son ficción
pura y dura y otros que se basan en hechos reales, que se ficcionan, como el de
la anciana que pintó de forma chapucera el retablo de la iglesia de su pueblo,
o el de la famosa escritora de novela erótica que plagiaba, porque en realidad
no era ella quien escribía sus novelas, sino lo que en el mundo editorial se
conoce como un negro literario o escritor fantasma. Unos son más planos
que otros y los hay con pequeños giros que los hacen aún más interesantes, como
el que enfrenta a Juan Pedro contra Montse Vera, su ciberamor; el del perro
envenenado, o el caso de Martín Lago, el jubilado idealista que vive al margen
del sistema bancario. Algunos son más serios, como el de las reliquias
arqueológicas halladas en la finca de un hotel y otros tiran a lo cómico, como
el de las tortugas asesinas. Como podéis ver, hay un poco de todo.
Dentro
de este batiburrillo de casos algunos llevan aparejada algún tipo de crítica
que los hacen más interesantes. Me pareció muy valiente que una telenovela
rodada cuando aún gobernaba el PP criticase como lo hace esta los criterios que
entonces existían para expulsar a inmigrantes ilegales de España y que la ley
tenga por inmigrantes ilegales a quienes tienen un notorio arraigo en este
país, como se ve en uno de los primeros casos de Julia. También me gustó mucho
la crítica hacia los bancos y sus prácticas que se pone en boca de Martín Lago.
Son dosis de realismo crítico o social que podrían haberse completado con algo
que eché en falta: violencia de género. Es inconcebible que en una telenovela
ambientada en un despacho de abogados no se toque un tema que cada año se cobra
decenas de víctimas.
Más
allá de ese realismo crítico o social, la telenovela tiene también muchos
elementos de realismo del día a día. Prácticamente todos los personajes ligan a
través de Acorder, tienen Feis y alguno, como Berta, usa también Fotopic.
Victoria, en una de sus discusiones con Jorge |
El
ritmo narrativo es bueno, marcado por esa estructura de capítulo por día de la
semana. Dentro de la narrativa, me sorprendió mucho que buena parte de los
acontecimientos suceden fuera de escena. De esta forma sabemos que Julia pasó
el fin de semana con no sé quién haciendo no sé qué porque se lo cuenta a sus
amigas, no porque nosotros lo veamos. Es solo un ejemplo de muchos ya que en
todos los capítulos ocurre algo fuera de escena que el espectador conoce a
través de los personajes, sin ser testigo de ello. No es lo habitual en las
telenovelas, pero aquí han jugado bastante bien con ello.
El
buen ritmo de la historia aumenta a partir del capítulo 110, cuando se
desdibuja esa estructura de capítulo por día y comienzan a pasar muchas cosas
dentro y fuera de escena. Supongo que a esas alturas se imaginaban que no
renovarían ni la estrenarían a corto plazo y quisieron meter prisa a lo que
quedaba por resolver. Hicieron bien. Sin embargo, ese esfuerzo fue en vano ya
que todo ello conduce a un final muy abierto, difícil de explicar y que a mí me
decepcionó un poco. Aunque en las redes sociales se tratasen de justificar
asegurando que estaba concebido para una segunda temporada, me mantengo en que
viendo el ritmo de los últimos capítulos sabían que era muy poco probable que
hubiese una segunda temporada. Podrían haberlo cerrado, de haber querido,
incluso después de haberlo rodado, con textos que informasen al espectador
acerca de qué fue de cada personaje, como hacen muchas películas con finales
abiertos. Pero no. Aun así, a partir de lo que se nos muestra en el final se
pueden inferir muchas cosas y de hecho basta con darse una vuelta por las redes
sociales de la telenovela para ver mil teorías sobre lo que pasa en esos
últimos minutos.
Derecho a soñar está escrita por un equipo amplio de guionistas. Quizás por ello hay cosas que no cuadran. Algunas son nimiedades, como que en un capítulo se asegura que Olivia vive debajo de Chema y en otro que Chema vive debajo de Olivia. Otras son mucho más criticables, como el hecho de que Carlota asegure, en el capítulo 78, llevar un año de relación con Jeremy. Si fue así, entonces, ¿dónde quedó aquel amor tan grande que sentía por Felipe, del que llegó a estar embarazada? Porque cuando asegura lo de Jeremy han pasado unos seis meses, como mucho, de la muerte de Felipe. No cuadra y se ve que es algo sacado completamente de la manga.
Pudieron
también, en esos capítulos finales, acordarse de un personaje que estaba al
principio y que todo apunta que sabía que la muerte de Felipe no había sido un infarto: su
secretaria, a la que Ángel invita a
desaparecer tras lo sucedido, con un buen dinero como acompañante. Siento el spoiler, pero la muerte de Felipe no se
resuelve nada bien, ni en este ni en otros sentidos.
Berta, satisfecha, tras ganar un caso |
Normalmente
aquí terminaría este segundo bloque de la crítica. Sin embargo, en calidad de
abogado y ya no de espectador, quiero dedicar unas líneas al trasfondo jurídico
de esta telenovela. ¿Refleja fielmente cómo funciona el sistema judicial
español? No. Lógicamente, son pocos los juicios que se resuelven en una semana,
contando el tiempo transcurrido desde que se presenta la demanda hasta que el
juez resuelve. Aunque en la telenovela todos se ventilan en cuatro o cinco
días, en la realidad lo normal es que pasen, como mínimo, unos cuantos meses.
Solo algunos procedimientos de la Ley de Jurisdicción Voluntaria se resuelven
en días y en casi todos ellos se busca proteger a un menor o persona
especialmente vulnerable en distintas circunstancias que justifican que se
actúe rápido.
Lógicamente
el tema de plazos es una licencia creativa para que la historia tenga ritmo y
es hasta comprensible. No lo es tanto la confusión de órdenes jurisdiccionales
que se lleva a cabo en la telenovela. Todos los casos acaban en el juzgado de
primera instancia. Da igual que sea materia civil, laboral, penal, menores… El
juzgado de primera instancia se ocupa de todo, cuando en realidad se ocupa de
la materia civil y de determinadas cuestiones penales, siempre que además de
ser juzgado de primera instancia lo sea también de instrucción. Todos los casos
se resuelven en el mismo juzgado, ante dos o tres jueces, lo que tampoco
ocurriría en la realidad: el juzgado que debe conocer de un caso se determina a
partir de múltiples criterios, como el domicilio del demandado o del demandante,
posibles pactos entre las partes… No es el que el abogado vaya a un juzgado de
confianza, como sí da la impresión en la telenovela.
Además,
en la mayoría de los procedimientos judiciales el abogado debe estar asistido
por un procurador. En Derecho a soñar
los procuradores no existen ni se les menciona.
También es habitual que tras un proceso en primera instancia una de las
dos partes (o las dos) recurra. En esta telenovela nadie recurre y solo en una
ocasión Berta plantea a un cliente esa posibilidad. Un último detalle que a mí
personalmente me gusta y que aplicaría a todas las salas judiciales: en las que
aparecen en esta telenovela no hay esa fotografía a gran tamaño de Felipe VI,
rey de España, que preside todos los tribunales. Nunca entenderé por qué en un
país con separación de poderes el rey tenga que estar presente, con su retrato,
en los juzgados y administraciones públicas. Sin dejar las salas, también es
muy raro que en los juicios reales haya público, salvo estudiantes o familiares
de las partes. No es frecuente que la sala esté llena, como ocurre casi siempre
en los pleitos que se ven en la telenovela.
Julia conversa con el abogado contrario tras un juicio |
En
la aplicación práctica del Derecho y en el ejercicio de la abogacía Derecho a soñar también incurre en
distintos errores. Para empezar, Julia es condenada por “una falta” por atentar
contra el acosador de su jefe en el primer capítulo. Desde 2015 no existen las
faltas en el Código Penal –entiendo, por los hechos, que es materia penal–,
sino los delitos leves. No te pueden condenar en 2017 por algo que ya no existe
o que no existe como tal desde 2015. También en el primer capítulo Julia
asegura que es “licenciada”. Sin embargo, cuando acude a buscar trabajo a
ZL&D se presenta como “graduada” y “sin másteres”. Si es licenciada puede
que sea abogada; si es graduada, no lo es a no ser que tenga el máster
habilitante para ser abogado, obligatorio desde 2011 o 2012. De los cinco años
de licenciatura se ha pasado a un sistema de cuatro de grado y uno o dos, según
los casos, de máster, para poder colegiarse y ejercer como abogado. Esa condena
que le imponen al principio muy posiblemente le impediría, muy probablemente,
colegiarse, algo que Julia hace cuando comienza a llevar sus primeros casos.
Carlota charla con Daniel en su despacho |
El
día a día del bufete también tiene cosas que no se apegan mucho a cómo es el
día a día en un despacho real. Para empezar, desde 2016 LexNET es el sistema
que obligatoriamente se debe usar para presentar demandas, ampliaciones,
recursos y demás historias. Es todo por ordenador y no se debe ir a los
juzgados. Sin embargo, en ZL&D no existe LexNET y los abogados siguen yendo
al juzgado a todo. Es curioso también que los abogados utilicen códigos
inmensos, más gordos que el Quijote.
Hoy en día en Internet está toda la legislación actualizada y lo que se suele
hacer es acudir al buscador del BOE
o a Noticias Jurídicas
para saber qué está vigente y qué no. Rara vez se usan códigos o repertorios de
jurisprudencia –en internet también están todas las sentencias– que tirar de
códigos que por lo general más pequeños y manejables que los que usan en este
bufete.
Pese
a todo lo anterior, en Derecho a soñar
se maneja bien la terminología jurídica y se ponen de relieve cuestiones que a
los profesionales nos parecen muy obvias pero que al resto no: toda persona que
tenga un juicio, sea víctima o verdugo, debe estar representada por un abogado,
porque así funciona esto. Y el abogado unas veces defiende a la víctima y
otras, al verdugo. Pese a ello, es habitual que se planteen dilemas como los
que tiene Julia. Sí, lo ideal sería lograr justicia y defender lo justo, pero no
es más que un ideal. Lo que nunca es ideal, y así se muestra en la telenovela,
es que el abogado se represente a sí mismo cuando tenga un problema. Me gusta
también que se hable de jurisprudencia y que se reflejen pequeños detalles del
día a día de cualquier despacho, como que los abogados lleven casos de
cualquier materia, que a veces les toque ejercer de investigadores, que luzcan
impolutas togas en la sala de vistas o que la becaria, como cualquier becaria,
se pase más tiempo haciendo fotocopias y atendiendo el teléfono que viendo
casos. Sobre esto último, es lo que hay, es la triste realidad.
Aunque
quizás en el desarrollo no hayan acertado todo lo que deberían y no se muestre
ni a la justicia ni el ejercicio de la abogacía tal y como funcionan en la
realidad, sí que es de agradecer que se hayan acercado al espectador términos
jurídicos, pequeños detalles del funcionamiento de los juzgados, como la
distribución de las partes en la sala o la forma en que se producen los
interrogatorios, sin esos alardes oratorios y casi artísticos que se ven en las
películas americanas, que es como muchos piensan que se desarrollan los
juicios.
[TRAMAS: 3,2/5]
MÁS COSAS
Me
ha sorprendido el nivel de realización que tiene la telenovela, una realización
impecable siempre que la acción transcurre en decorados, pero que pierde cuando
se traslada a exteriores y que es de suspenso en la única escena en la que no
deberían haber reparado en gastos: hay un atropello hacia el final que es
penoso, de telenovela de los años 90 o principios de los 2000.
Derecho a soñar combina decorados y exteriores, pero
en una proporción en la que ganan los primeros. Tranquilamente el 85% de las
escenas se ruedan en decorados y el 15% restante, en exteriores que son
fundamentalmente un puñado de calles de Madrid y un parque que a mí me parece
el parque del Oeste, en la zona del intercambiador de Moncloa. Los exteriores,
dentro de lo que cabe, están bien elegidos, aunque muchas de las escenas
rodadas en la calle tienen un ruido de fondo, el de la calle, que a veces hace
difícil escuchar a los personajes.
El despacho de Francisco, con su ventanal / El office del bufete
Los
decorados, por su parte, son de lo mejor que he visto en las telenovelas
españolas. Los que conforman el despacho están de diez. Han construido un
bufete amplísimo, luminoso y moderno, con despachos espaciosos y bonitos y un office que muchos querríamos como cocina. Menos luminoso, pero igual de bonito, es el juzgado. También
están de diez otros decorados como el piso de Jorge, con un toque industrial
marcado por esa puerta corredera por la que se accede, o los pisos de Olivia y
Maricarmen. La calle en la que se sitúa el bar de Olivia y la entrada del
bufete es en sí misma un decorado, aunque tampoco lo parezca, porque está muy
bien construido. A los decorados solo se les puede poner una pega… Si el bufete
está en un noveno piso en el centro de Madrid, ¿cómo es posible que desde el
ventanal del despacho de Francisco se divise la ciudad como si estuviese en la
última planta de las Torres KIO?
Bien
la musicalización, toda ella a partir de instrumentales como el de la entrada o
uno muy agradable que acompaña las escenas románticas de Jorge y Julia. Del vestuario,
nada que objetar. Han captado esa elegancia propia de la abogacía de alto
nivel, con trajes impolutos y vestidos sublimes.
Estoy
tan acostumbrado a terminar una crítica hablando de las palabrotas, que me
siento raro si no lo hago. Productores y guionistas de telenovelas
hispanoamericanas, atentos a esto. Aunque TVE tardó en decidirse a emitirla,
era muy probable que acabase viendo la luz a partir de las 17:00 horas, en
plena franja de protección al menor. Ello implicó, entre otras cosas, que se
debía cuidar el vocabulario. Y por ello apenas hay palabras malsonantes, más
allá de algún joder que se escucha
tal cual. Se puede rodar sin palabrotas cuando circunstancias relacionadas con
la emisión así lo aconsejan, ahorrando esas censuras que tantas veces he
criticado.
[MÁS
COSAS 2,5/3]
Parte del elenco en la presentación a los medios |
Por
la presente crítica y a la luz de los hechos y argumentos expuestos en ella,
fallo que Derecho a soñar es una
telenovela interesante por varios motivos. Ambientada en nuestros días, cuenta
con personajes muy humanos que se hacen querer gracias a un elenco muy bien
escogido, aunando caras nuevas con actores de reconocida trayectoria. Su
narrativa es innovadora, ya que usa muchísimo el fuera de escena, un recurso
más propio del teatro que de la televisión, con numerosos acontecimientos que
el espectador conoce por boca de los personajes y no porque sea testigo de
ellos. Su estructura de capítulo por día es también novedosa.
Argumentalmente,
equilibra bastante bien las tramas personales con las profesionales y aunque
falla mucho en la visión que se da de los procedimientos judiciales y del
ejercicio de la abogacía, quizás por licencias creativas, deja un poso
terminológico y sobre algunos aspectos del funcionamiento de la justicia y el
trabajo del abogado que se agradece que hayan traslado a los espectadores. Lo
mismo puedo decir de la crítica implícita en numerosos casos sobre diferentes
aspectos político-sociales.
Por
todo ello, fallo que mi calificación de esta telenovela sea la que sigue a
estas palabras:
PUNTUACIÓN
FINAL: 7,7
Comentarios
Leyendote con tanto entusiasmo parecía de 9 'parriba'. Al final te has mojado...jaj 😂 y nos has dicho lo que ya pensaba yo por lo menos, que eres abogado, y estas telenovelas están en tu 'salsa', cuando es nuestro trabajo nos acoplamos dentro!!
Como anecdota decirte que Belén Fabra es de mi ciudad, y allí creció y fue al cole,'despues ya se quedó en BCN' son una family de pijos de caché, su abuelo alcalde y gente con bastante dinero y posesiones.
Y bueno ahora te toca la de S.Pinal que esta la espero, igual ya no la haces hasta despues de vacaciones, podría ser....
Saluditos 😄
@Tessa... Pierde mucho con el final y las cosas que no cuadran, aun así la disfruté mucho desde la perspectiva de lo jurídico. Soy abogado y aunque sí que trabajé en el mundo del Derecho no ejercí nunca. Soy un poco como esos forofos del fútbol que si les dices de ponerse a jugar un partido no lo juegan ni de coña. Me encanta el Derecho y ver cómo se juega pero no jugar yo. En ese sentido soy un poco como Jesús, el hijo de Francisco en esta telenovela. Lo de "trabajé" de un par de líneas más arriba tiene sentido de pasado, porque a partir de septiembre... ¡Cambio radical! Estoy muy nervioso pero a la vez muy ilusionado.
La crítica de "Silvia Pinal, frente a ti" saldrá en octubre. Quería meterla para septiembre, con "Falsa identidad", pero no me va a dar tiempo.
Me gusta tu anécdota y te la 'pago' con un cotilleo... Parece ser que Jon Arias y Alba Ribas trabaron una gran amistad en esta telenovela y parece que se convirtió en algo más, ya que ahora mismo Alba está con él en Colombia (Jon graba allí "Perdida"). Me alegro mucho por ellos, porque hacen una pareja muy chula.
@Alex... Esta va a mejor. Los primeros capítulos necesitaban estar más pulidos, pero según avanza la historia y van rodando los casos en el bufete, se pone interesante. Me gusta también que hayan ido renovando un poco el elenco, como hacen con todas las españolas que se alargan cada cierto tiempo. Que en un momento dado irrumpa Noelia Castaño en el bufete para ser la nueva socia o que Alberto Amarilla llegue a la vida de Julia y Oriol Tarrasón a la de Sofía se agradece. Más allá de esto, es muy interesante el juego con personajes que van y vienen, que aparecen y desaparecen y que a veces lo trastocan todo.
En cualquier caso, los de BocaBoca y el propio equipo de actores no se pueden quejar, porque con esta telenovela han hecho un buen trabajo. Que luego la audiencia no haya respondido es una de esas cosas que pueden pasar y pasan.
Un saludo!
nada,en todos los capitulos te explican practicamente todo,este ultimo es fatal no te cierran nada de nada,no es normal,lo que tenian que explicar,te lo dejan de esta forma,es incorrecto,total totalmente erroneo,podrian averlo cerrado mejor
@Thesar59 y @Anónimo... Efectivamente, es un final muy abierto, en el que quedan esas y otras muchas cosas por resolver. Inexplicablemente se confiaron en que iban a renovar por más capítulos, y digo inexplicablemente porque terminaron de grabarla sin tan siquiera saber cuándo se iba a emitir, y al final quedó como quedó. A mí tampoco me gustó ese desenlace.
He observado que esta crítica ha tenido en las últimas semanas muchas visitas, ¿dónde la están emitiendo? Supe que el invierno pasado se vio en Arabia Saudí y me parece, a juzgar por vuestros comentarios, que sigue dando la vuelta al mundo, ¿no?
Un saludo!
Esta es la estructura que en su día siguieron El Súper, Calle nueva y Al salir de clase, con lo que novedosa no es. Lo que es, es poco habitual en nuestros días. No solo eso de un capítulo por día y eliminando fines de semana, sino que, si en la vida real era 1 de abril en la serie también lo era.
Si por cualquier motivo, había que cancelar la emisión un solo día, al día siguiente se emitían dos capítulos seguidos, para que no descuadrara el calendario. También tenían en cuenta vacaciones y días festivos.