Por fin. Desde el jueves ya tengo internet de nuevo. Veinte días sin wifi, por culpa de Orange, que operó un cambio a fibra en una zona sin cobertura y sin tan siquiera enviarme un SMS para avisármelo, como ya os conté.
Hace dos semanas os contaba que no sabía muy bien qué hacer. Tras sesenta y pico llamadas a Atención al Cliente y al Soporte Técnico de Orange, vi que no había nada que hacer. Solo obtuve respuestas contradictorias: que si ya tenía fibra y que solo faltaba que pasase el técnico a completar la instalación (sí, en una zona sin cobertura para fibra); que si tardarían unos días en devolverme mi ADSL, porque la fibra era imposible de instalar; que si no entendían qué pasaba (¡ni yo!)… ¡Y hasta hubo un operador que me recomendó pasarme a otra compañía! ¡Manda narices! Estoy trabajando en la reclamación que les presentaré en los servicios de Consumo.
Harto de largas y de informaciones contradictorias, me fui por ahí a preguntar cómo andaban de cobertura y de precios distintas operadoras. Solo Movistar me garantizaba un funcionamiento igual, por lo menos, al de Orange, dicho sea de paso, nunca me había dado ningún problema. Esperando a ver si solucionaba algo con Orange, no firmé con Movistar hasta el sábado 20. En tienda me dijeron que tardarían entre cuatro y diez días en instalarme tanto el ADSL como el fijo, sin contar sábado y domingo. Para el jueves 25 a mediodía ya lo tenía listo y funcionando. Y de momento, sin queja, aunque el router de Movistar estéticamente no me gusta mucho, parece más antiguo de lo que es. El día antes de que me realizaran la instalación recibí como cuarenta llamadas de Orange. Solo atendí una, en la que una operadora de Oviedo (ojo, que en Atención al Cliente siempre me desviaban a Sevilla) me prometía tener dos técnicos en casa al día siguiente (sí, dos, a falta de uno), un router último modelo y hasta un moderno Samsung Galaxy A no sé cuántos. Tantas riquezas no compensaban casi tres semanas sin internet.
Espero que este sea el comienzo de una bonita relación con Movistar. He entrado sin permanencia, lo que se agradece, más en los tiempos que corren y si vives en la zona rural. De todas formas, no tengo muchas expectativas, si os digo la verdad. En diciembre se cayó el poste al que van anclados los cables de otro fijo que tengo en otra casa en el mismo pueblo y llevo desde entonces intentando que traigan otro poste, con los cables a ras del suelo sobre dos fincas. Hasta la fecha, y ya han pasado casi dos meses, no he tenido éxito.
Volviendo a lo que nos ocupa, ya el viernes comencé a responder comentarios antiguos que tenía pendientes y espero seguir haciéndolo a lo largo de la semana, igual que con los correos, para ponerme al día con todo ello antes del próximo domingo.
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