Antes de que sigáis leyendo esta entrada, os aclaro que está libre de spoilers aunque
quizás en los comentarios os encontréis alguno, porque la intención es abrir un
pequeño debate sobre un recurso narrativo que, poco a poco, ha ido apareciendo
en muchas telenovelas: los finales abiertos.
Lo
que tenéis sobre estas líneas son reacciones de distintos usuarios de Youtube
al final de una telenovela que acaba así, con un final abierto, pensado para
que el espectador imagine lo que quiera, a partir de una serie de indicios que
se le dan en las últimas escenas. "Caraio, ela morre?", se pregunta
un usuario. "Pero murió?!!!", exclama otro. "¿Entonces muere o
sobrevive?", quiere saber un tercer interviniente.
La
respuesta a todas estas preguntas es tan simple como que de ti mismo dependa
que viva o que muera. Tú, como espectador, tienes la posibilidad de decidir el
futuro del personaje, aunque sea a través de tu imaginación y no en la propia
telenovela.
¿No es, sencillamente, maravilloso que nos den esa amplísima potestad? Me parece un ejercicio de confianza muy bonito, entre quienes escriben durante un montón de capítulos una telenovela y aquellos que la siguen. Es como si al final apareciesen en pantalla y dijesen algo así como "decidid vosotros lo que creéis que debería pasarle a este personaje. Nosotros hasta aquí llegamos, que ya ha estado bien".
¿No es, sencillamente, maravilloso que nos den esa amplísima potestad? Me parece un ejercicio de confianza muy bonito, entre quienes escriben durante un montón de capítulos una telenovela y aquellos que la siguen. Es como si al final apareciesen en pantalla y dijesen algo así como "decidid vosotros lo que creéis que debería pasarle a este personaje. Nosotros hasta aquí llegamos, que ya ha estado bien".
Reconozco
que me gustan los finales abiertos cuando en ellos trasluce esa confianza entre
guionistas y espectadores, es más, los prefiero a finales alternativos o
votaciones absurdas sobre qué final quieres para no sé qué personaje o no sé
qué telenovela. Eso sí, es un recurso que no se debería utilizar cuando no se
sabe cómo terminar una telenovela y se valen de ello, más que por confianza con
el espectador, por salirse del apuro de tener que poner fin a una telenovela y
no encontrar nada a la altura. Tampoco cuando lo que se pretende hacer con el
final abierto es evitar comentarios negativos hacia un final cerrado que pueda no
gustar a todo el público, lo que pasa casi siempre, porque, casi nunca se puede
gustar a todo el mundo.
El
buen final abierto es, en mi opinión, el que surge de ese pacto de confianza
entre quien crea y quien consume lo creado. Contrariamente a lo que se ha visto
en los últimos tiempos, pienso que el buen final abierto no necesita ninguna
explicación posterior por parte de quien lo ha escrito, ya que entonces se
rompe esa confianza y el final deviene cerrado, aunque en la telenovela siga siendo,
lógicamente, abierto.
La
imaginación nos hace libres… ¡Imaginemos! ¡Perdamos el miedo a los finales
abiertos! ¡Dejémonos llevar e imaginemos nuestros propios finales, ya que nos
invitan a ello!
Comentarios
PD: Cayetana murió en la explosión, pero quedaba ambiguo por si quería volver la actriz.
Yo prefiero una historia de 80 capítulos con final cerrado e ir innovando con nuevas historias cada 3-4 meses que estar atado a una historia de muchos capítulos por varios años que no sabes en que momento acabara y cuando lo haga vete a saber como narices lo hará.
Ademas, comparar las temporadas de las historias de Telemundo, Univision, etc... con las de los canales americanos es un poco fuerte, ya que las cadenas americanas lineales hacen series de 20-25 capitulos por temporada y Telemundo y demas te hacen minimo 70-75 capitulos por temporada, mucho mas largas y al final acaban perdiendo intensidad mas rapido debido a su largo recorrido.
Como dice el dicho "lo bueno, si breve, dos veces bueno"
Es muy curioso, pues aunque me gustan los finales abiertos en telenovelas y series, no los soporto en teatro o en películas. No sé si es por la duración, que te impide conectarte con los personajes o por qué, pero para el teatro o las películas, soy como Bayron con las telenovelas: feliz, triste o como quiera que sea, pero final cerrado siempre.
Opino, como Jucovi, que no tiene sentido dejar abierta una telenovela con miras a una segunda parte que no llega a realizarse. Pienso que en estos casos vale más cerrar y luego reabrir, si se da esa segunda temporada, que dejar abierto y que quede abierto para siempre. Es injusto para los guionistas y para todos los que han hecho posible la telenovela. Por cierto, no he visto "El hoyo", pero me han hablado muy bien de ella, la tengo apuntada.
El tipo de final semiabierto al que alude Alex tampoco me disgusta. Puede dar pie a nuevas tramas, si la telenovela continúa, o incluso a que un personaje salte a otra telenovela, algo que estamos viendo cada vez más a menudo en Televisa y Telemundo. Me gusta.
Estoy también con Axnspain: lo bueno, si breve, dos veces bueno. En el caso concreto de Telemundo, lo que deberían hacer es trabajar con más planificación desde que gestan una telenovela, para que si, llegado el caso, se sacan una segunda temporada, tener más o menos listo por dónde tirar y si no tiene continuación, cerrarla dignamente, o aprovechar lo previsto como una segunda temporada para alargarla un poco más. Equiparar las telenovelas a las series, con esto de las temporadas, es una idea que no se sabe a quién le pareció novedosa, lo hizo y todos lo siguieron. Y no, no es necesario sacar segundas y posteriores temporadas de casi todo.
Un saludo!