Tras
el éxito de Fatmagül y Amor de contrabando en Nova, el 22 de
octubre de 2018 Divinity apostaba por una parrilla similar a la de su
competidora, con el estreno de Kara Sevda,
su primera producción turca. El éxito de esta primera apuesta fue tal que en un
par de meses las tardes de Divinity pasaron a estar repletas de ficciones
turcas que además competían al tú por tú con las turcas y latinas que emitía
Nova. Hoy, año y medio después, la situación es radicalmente distinta.
¿Qué
era Divinity antes de aquel 22 de octubre de 2018? ¿Con qué rellenaba sus
tardes? Antes de aquella fecha Divinity no era sino un canal de la TDT que
tiraba de series archirrepetidas como Castle
o Yo soy Bea para cubrir las franjas
de sobremesa, tarde y hasta prime time.
Junto a las series, algún factual o docushow y el que fue el primer programa
de producción propia del canal: Cazamariposas.
De
esta parrilla solo quedó Cazamariposas
cuando las ficciones turcas se adueñaron de esas franjas antes mencionadas. Kara Sevda triunfó (358.475 espectadores
y un 2,86% de media). También Sühan:
venganza y amor (316.431 y 2,86%), la siguiente en ser emitida. Stiletto vendetta, la tercera en llegar,
no tuvo esos buenos datos, pero se contentó con una media de 227.283
espectadores y un 2,23% de cuota, un dato menor que los dos anteriores estrenos
y sobre el que no se reparó lo suficiente.Para aquel entonces los espectadores
habían conocido la cara B del canal. Sí, Divinity sabía promocionar y contaba
con el apoyo del resto de canales de Mediaset para ello, con estrenos en simulcast, tráilers en Telecinco y
Cuatro y hasta pequeñas noticias en los informativos. Esa, la cara A,
contribuyó al éxito de las primeras producciones que estrenó. Los movimientos
de horarios, repeticiones y maratones absurdos en fines de semana para
repetirlo nuevamente de lunes a viernes se encargaron de configurar una cara B
que generó desconfianza en el espectador. Pasó con Kara Sevda y pasó con Sühan.
Los espectadores sabían que con Stiletto
vendetta podría ocurrir más de lo mismo y así fue.
Ese
fue el principio del fin de un modelo que, bien cuidado, les habría podido
durar años. Lo triste es que no repararon en que ellos mismos, con sus absurdas
estrategias de programación, se lo estaban cargando. ¿De qué le sirvió a Erkenci kus despuntar en sus primeras
semanas para acabar en las últimas con datos correctos, mermados por el parón
veraniego a base de repeticiones y el enésimo cambio de horario?
Sin
embargo, todas estas hazañas se quedan en nada si uno se acuerda de Içerde y Kuzney Güney, dos tropiezos en audiencias que cambiaron de franjas,
de días, estuvieron fuera de la parrilla, volvieron y al final terminaron sus
emisiones de madrugada, en una estrategia que parecía pensada para jugar al
despiste con el espectador más que para engancharlo.
No
es de extrañar, a la luz de estos hechos, que a día de hoy Dolunay (270.080 espectadores y un 2,63% de media) se erija como la
producción más vista de la temporada en Divinity, seguida de la recién
terminada Te alquilo mi amor (253.415
y 1,8%). Pueden parecer datos bajos, pero, salvo sorpresa, No sueltes mi mano, Hayat
y Amor de primavera lo van a tener
complicado para tan siquiera igualarlos. Es cierto que últimamente respetaban
más los horarios, salvo eso que os comentaba hace unos días sobre Inadina ask, pero es muy difícil que el
espectador vuelva a confiar después de haber sido tratado tan mal. Tampoco
ayuda que últimamente solo hayan comprado comedias románticas. Hay vida más
allá de este subgénero y hay producciones más allá de Turquía. Quizás ahí esté
la clave para recuperar los espectadores perdidos: ofrecerles algo nuevo, que
no se vea o al menos no tanto, en la competencia.
¿Qué
futuro le espera a Divinity si mantiene este modelo? Pienso que terminarán esta
temporada y que tendrán que ponerse las pilas para volver a pelear al 100% en
septiembre. Si siguen así no van a llegar muy lejos y la media mensual del
canal así lo demuestra, con tres mínimos consecutivos de un 1,7% de cuota en
octubre, noviembre y diciembre de 2019, frente al 1,8%, 2% y 1,8% de esos
mismos meses en 2018. Hay que remontarse a abril de 2014 para encontrar otro 1,7%
en un canal que vivió entre 2015 y 2017 sus años dorados, con medias mensuales
superiores al 2,3%.
Comentarios