El 7 de octubre comenzaron las emisiones del segundo ‘sueño’ de la Fábrica de
Sueños de Televisa: Cuna de lobos.
Paz Vega, Paulette Hernández, Gonzalo García Vivanco y Diego Amozurrutia
protagonizan esta versión de uno de los grandes clásicos del género.
Tengo
que empezar diciendo que no vi Cuna de
lobos, con lo que no sé cómo de fiel (o infiel) es esta nueva versión. Sí
que vi La verdad de Laura, un remake español, participado por
Televisa, que Europroducciones y TVE sacaron adelante en el 2002. Y como alguna
vez os he contado, me gustó mucho.
Volvamos
al presente, a la nueva Cuna de lobos.
El primer capítulo deja claro en torno a quién va a girar la historia: Catalina
Creel. Paz Vega interpreta a esta malvada mujer, que en el primer capítulo
asesina a su marido Carlos (Leonardo Daniel), al que además engañaba con su hermano. En los
cuarenta y tres minutos que dura este primer episodio el guion se encarga de
que los espectadores sepan que no, que Catalina no tiene ni un atisbo de
bondad, que es una villana de armas tomar. Paz Vega cumple. Es cierto que es un
registro muy diferente a su último papel en televisión, en la serie Fugitiva, pero no está mal. A mí me gustó,
aunque se nota que es el primer capítulo y hay escenas donde pienso que podría
haber estado mejor.
Me
gusta que hayan apostado por actores que han venido haciendo secundarios para
interpretar a los hijos de Carlos y en particular me alegro por Diego
Amozurrutia, que hizo un villano implacable en Quiero amarte, y por Gonzalo García Vivanco, al que poco a poco le
están reconociendo su talento. Ellos son los dos hijos más pequeños de Carlos
–el personaje de Diego lo es también de Catalina–. Parece ser que Paz tendrá mucho
que ver con el personaje de un gran actor, Flavio Medina, que interpreta a
Francisco, el hermano de Carlos. Siempre es un placer encontrarse con Flavio,
al que hacía un tiempo que no veía.
La
protagonista de esta nueva versión, con permiso de Catalina, es Paulette
Hernández, que interpreta a Leonora, una joven fotógrafa de prensa. Me parece
una buena elección. Ella y otros cinco o seis actores más fueron lo poco
salvable que encontré hace unos años en Las
Bravo. En el elenco figuran también José Pablo Minor, Osvaldo de León,
Azela Robinson, Nailea Norvind… Han hecho un muy buen trabajo de casting.
En
lo que a la narrativa se refiere, este primer capítulo tiene un buen ritmo,
aunque desde la primera escena el espectador sepa qué va a ser del marido de
Catalina. A partir de ahí, un flashback
reconstruye las últimas horas de vida del pobre Carlos e hila su muerte con lo
que viene después. El primer capítulo desdibuja algunas tramas que parecen ser
novedades de esta versión, porque yo no me las imagino en 1986, por muy
rompedora que fuese la original: el hijo de Catalina mantiene relaciones con
otro hombre; la propia Catalina parece tener algo o haberlo tenido con una
mujer; hay por ahí un supuesto contrabando de diamantes… Pinta bien.
No
os lo he dicho, pero la productora ejecutiva de este sueño es Giselle González,
que trabaja desde hace años con un equipo que imprime calidad a todo lo que
hacen. La realización, la dirección o la banda sonora son impresionantes, igual
que los exteriores o los pocos decorados que aparecen en este primer capítulo.
También lo son el vestuario, la iluminación y hasta ese elegante parche que
lleva la villana, que no se si es vestuario propiamente dicho o caracterización
o qué. Han trabajado también para sacar adelante una entrada muy chula:
Puede
que la vea, pero ya en 2020. Dependerá también de las críticas que lea de esta
versión, ya que, como os decía al hilo de El
Dragón, se me viene un año intenso, con muchas nuevas temporadas de
telenovelas que sigo.
¿Alguno
de vosotros la lleva al día y puede comentar qué tal está?
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