PRIMER VISTAZO: "Betty en NY" (Telemundo, 2019)

Casualidades del destino, apenas una semana después de la muerte de Fernando Gaitán, Telemundo estrenaba Betty en NY, un nuevo remake de su mundialmente conocida Yo soy Betty, la fea (RCN, 2000-2001). Un remake en cuyo desarrollo había colaborado el propio Gaitán, buscando mantener la esencia que hizo de la original un éxito incuestionable a la luz de sus impresionantes cifras de ventas, versiones y espectadores a lo largo y ancho del planeta.

Tengo que reconocer que cuando se supo que Telemundo iba a hacer un remake de esta historia eché las manos a la cabeza. No sé, no me pegaba que en los últimos años ha apostado por originales, por nuevos caminos y que ha tenido al remake como una especie de comodín ocasional y siempre sobre historias poco conocidas a nivel mundial, volviese en cierta forma sobre sus pasos para hacer una versión de Yo soy Betty, la fea.

Sin embargo, esa idea quedó desmontada tras ver el primer capítulo de Betty en Nueva York. El remake bebe, y mucho, de la original. Tanto que parece más un homenaje o intento de homenaje que una versión. Que sí, que Bogotá ha dado paso a Nueva York y la Betty colombiana a una mexicana residente en Estados Unidos, pero más allá de estas diferencias contextuales, Betty en Nueva York es muy similar a lo que fue Yo soy Betty la fea. Y lo digo no solo por los nombres ­–los de los personajes principales son idénticos a los de la original–, sino también por cómo están perfilados, el tono, las situaciones y hasta la musicalización, con Se dice de mí, el mismo tema de la original, aunque con otros ritmos. Lo dicho, más que un remake es un homenaje a todo un hito de la televisión mundial, casi dos décadas después.

Han hecho un buen casting en el que se luce Erick Elías, el nuevo Armando Mendoza, con una gran soltura y con varios momentos en los que es inevitable reírse con él y las situaciones tan disparatadas que atraviesa su personaje. Elyfer Torres, la nueva Betty, cumple. Le falta algo, pero es muy posible que ese algo tenga que ver con el carácter del personaje, más que con su interpretación. Seguramente se irá soltando conforme avance la historia. 


Me gusta ver a Sabrina Seara como la nueva Marcela, la caprichosa prometida de Armando y no me ha disgustado Aarón Díaz, que interpreta a Ricardo, el mejor amigo del protagonista. Un placer reencontrarme con el gran Saúl Lisazo, que aquí se convierte en Roberto, el padre de Armando. Mención aparte para otro grande, Héctor Suárez Gomís, que promete y mucho como Hugo, el diseñador de la empresa en torno a la que girarán buena parte de las tramas, V&M.

En términos narrativos, este primer capítulo sirve para presentar a los personajes e introducir un poco la forma en la que Betty llega a la empresa, lo que se espera que sea el punto de partida de buena parte de las tramas. También en eso se asemeja mucho al primer capítulo de la original, por lo que he podido ver. Tiene buen ritmo, aunque hay varios momentos en los que los diálogos se hacen  un poco pesados. Tras los guiones, Valentina Párraga, artífice de La patrona, Los Miserables o Eva la trailera, entre otras, y Sandra Velasco, con quien Párraga escribió Sangre de mi tierra y que tiene también un extenso curriculum ligado a Telemundo.

Se nota por parte de Telemundo que esta historia tiene presupuesto, o al menos el primer capítulo, con una realización estupenda y abundantes exteriores en Nueva York. Desconozco, eso sí, si se ha rodado íntegramente en Nueva York o si, como hacen habitualmente, van allí, ruedan unas cuantas escenas para los primeros capítulos y luego tiran de Miami, donde tienen sus estudios centrales.  Me inclino más por esta opción. A ver si alguien que la lleve al día me lo puede confirmar.

No tengo ninguna objeción en lo que a decorados se refiere.

Como nota curiosa, el también actor y director Miguel Varoni es el productor ejecutivo de esta historia, junto con Marcos Santana, uno de los responsables del área de producción de telenovelas de Telemundo.
Normalmente no suelo aludir a la entrada de una telenovela en un primer vistazo como este, pero cuando la entrada está tan bien hecha, no está de más insertarla. Me ha gustado mucho, las cosas como son: 

No creo que la vea, básicamente porque nunca me ha llamado mucho todo esto de Bettys, Letys, Beas y demás feas. De la original vi cosas sueltas cuando se emitió en Antena 3, pero sin prestarle mucha atención. En ese mismo canal seguí lo que llegaron a emitir del remake de Televisa. De la española vi el final, con la boda y el cambio, como unos cuantos millones de espectadores más.

Pese  a que no me llama mucho la atención, hay que reconocerle que, al menos por lo visto en el primer capítulo, tenía todas las papeletas para convertirse, como así ha sido, en una telenovela con una audiencia notable en Estados Unidos, gracias, en buena medida, a algo tan esencial como ser fiel a la base de la que se parte.