Tengo debilidad por todo aquello que hacen Carlos Moreno Laguillo y su equipo.
Supongo que a estas alturas ya lo sabréis. Por eso en octubre comencé a ver su
última telenovela, Y mañana será otro día,
producida para Televisa el año pasado y remake
de la chilena Cuenta conmigo (El
Trece, 2009)
[¡CUIDADO! Si
estás viendo esta telenovela o tienes pensado hacerlo, quizás no deberías leer
esta crítica. Puede contener spoilers que hacen aconsejable su
lectura después de haberla visto].
SINOPSIS
Logotipo de la telenovela |
Camilo
Sarmiento (Diego Olivera) es un empresario que parece llevar una vida de lo más
tranquila. En el plano personal, lleva más de dos décadas felizmente casado con
Diana (Alejandra Barros), con la que ha tenido cuatro hijos. En el profesional,
dirige desde hace más de veinte años Media Link, una de las empresas de
sociología más famosas de México. Lo hace gracias a un pequeño y cercano equipo
de trabajo en el que destaca Mónica (Angélica Vale), su asistente y mano
derecha desde los inicios de la empresa, una mujer eficaz y comprometida con su
trabajo y que lleva enamorada en secreto de su jefe desde que lo conoció.
Un
buen día las cosas cambian drásticamente para Camilo: le aparece un hijo cuya
existencia desconocía y, lo que es aún peor, a Diana le diagnostican cáncer de
mama. Temerosa de lo que le pueda ocurrir y teniendo en cuenta que varias de
sus antepasadas fallecieron a causa de esta enfermedad, Diana fija sus ojos en
Mónica como la mujer que podría hacerse cargo de su marido y de sus hijos en el
caso de que ella llegue a faltar. A escondidas de Camilo, ambas mujeres sellan
su trato, un acuerdo lleva a Mónica a ilusionarse aún más con un futuro al lado
de Camilo. Sin embargo, el destino y el progreso de los tratamientos de Diana
no le pondrán las cosas fáciles…
TRÁILER
FICHA TÉCNICA
México. Televisa,
2018.
76
capítulos.
PRODUCTOR EJECUTIVO: Carlos Moreno Laguillo.
GUION: Martha Carrillo, Cristina García,
Edwin Valencia, Erick Arroyo, Iván Argüelles y Fernando Garcilita.
DIRECCIÓN: Lily Garza, Fernando Nesme y Karina
Duprez.
Emitida en
México entre el 16 de abril y el 29 de julio de 2018.
PERSONAJES Y ACTUACIONES
Y mañana será otro día es una telenovela un tanto peculiar
en lo que a personajes se refiere: comienza con un número muy reducido y
termina con unos cuantos más que llegan a lo largo de los capítulos.
Alejandra Barros, Diego Olivera, Angélica Vale y Luis Hacha protagonizan esta historia |
Diego
Olivera interpreta a Camilo Sarmiento, el jefe de Mónica. Diego es de esos
actores que sobresalen con cualquier personaje. Ha hecho villanos
impresionantes y protagonistas que no se han quedado atrás. Camilo es un
buenazo, pero un buenazo con matices que lo hacen aún más interesante: es terco
y a veces peca de inseguro. No es algo exclusivo de Camilo; realmente, todos
los personajes tienen matices, lo que hace que se disfrute aún más con ellos.
Magnífico el trabajo de Diego, que se luce en unas cuantas escenas cómicas que
tiene el personaje, un registro en el que yo aún no lo había visto.
Alejandra
Barros es Diana Alcántara, la esposa de Camilo. Me encanta Alejandra y me
encantó la pareja que hizo con Diego en Mujeres
de negro, así que imaginaos lo que disfruté volviendo a verlos juntos,
aunque esta vez con hijos y en una historia mucho menos oscura que aquella.
Diana es adorable, una mujer con una gran imaginación que la lleva a ponerse en
el peor de los escenarios cuando es diagnosticada de cáncer. ¡Qué gran actriz
es Alejandra! Brilla con este personaje, que le ha permitido explotar en menor
medida que Angélica o Diego su vis cómica, con un par de escenas que, eso sí,
son divertidísimas.
Luis
Hacha vuelve a México para dar vida a Iñaki de la Maza, otro gran empresario que
cierra, en cierta forma, el cuarteto protagonista. Pocas veces se ve a alguien
trabajar con tantas ganas, aprovechando esta grandísima oportunidad, con uno de
los personajes más positivos que recuerdo haber visto en los últimos años.
Todos querríamos tener un amigo tan optimista como Iñaki, capaz de ver el lado
bueno de cualquier cosa y de acompañar en las buenas y en las malas, como él
hace con Mónica, sin juzgar, pero aconsejando. La química que ha demostrado
tener con Angélica es impresionante, tanto que desde aquí pido ya que vuelvan a
repetir en otra ocasión.
Estos
cuatro actores son los protagonistas de esta historia. En los créditos de la
entrada –a partir del capítulo 30, que es más o menos cuando se incorpora Luis
Hacha a la historia– aparecen en ese orden, pero realmente el protagonismo está
bastante equilibrado lo que no suele ser habitual y la verdad es que se
agradece.
Miranda Kay, Ari Placera, Lizy Martínez y Oliver Nava interpretan a los hijos de Diana y Camilo |
Miranda
Kay se convierte en Regina, la tercera de los hijos de Diana y Camilo, una
adolescente soñadora que al borde de la mayoría de edad se queda embarazada. A
Miranda sí la conocía de pequeños papeles en telenovelas como Mi
corazón es tuyo y me alegró comprobar que, por fin, ha tenido un papel
de peso que ha bordado, demostrando que es una de las promesas que tiene
Televisa en cantera en estos momentos. Ari Placera es Nico, el último de los
hermanos, un niño que es tan fantasioso como su madre y que tiene unas
ocurrencias con las que es inevitable reírse. Los niños suelen estar forzados,
pero en el caso de Ari no ha sido y se le ve pasándoselo en grande.
Aunque
Camilo y Diana tienen cuatro hijos, hay un Sarmiento más: Rafael, el fruto del
amor de Camilo y su primera novia. Emmanuel Palomares da vida a este joven que
irrumpe en la vida de los Sarmiento-Alcántara de un día para otro. Emmanuel se
luce con este personaje. Lo dije en la crítica de Mujeres de negro y lo repito: tiene madera de protagonista y pienso
que no tardará en serlo.
Los
cinco y sus padres conforman una familia de ficción que parece real. No es
fácil, pero han conseguido una química entre todos ellos que no siempre se da,
máxime en familias tan amplias como esta.
Eugenia, Laura y Paloma son la madre, hermana y sobrina de Diana |
La
familia Sarmiento-Alcántara no se queda ahí. A ella pertenecen otros
personajes, como Eugenia, la madre de Diana. La gran Nuria Bages interpreta a
esta mujer, una abuela con carácter que evoluciona, y mucho, a lo largo de la
telenovela. Si bien en un principio Eugenia me recordaba a Hortensia, su
personaje en Enamorándome
de Ramón, es cuestión de ver cuatro o cinco capítulos para comprobar
que Eugenia tiene muy poco o nada de Hortensia. Eugenia es la madre de Diana y
también de Laura, una simpática mujer que llega a México tras vivir casi veinte
años en Brasil, de donde huye por problemas con su marido. Fernanda Borches
brilla con este personaje, que le permite explotar su vis cómica y demostrar lo
grandísima actriz que es, algo que muchos ya comprobamos en su día en El
hotel de los secretos y La
candidata. Laura tiene una hija adolescente, Paloma, a la que da vida
Chío Padilla en la que creo que es su primera telenovela. Me ha gustado y hay
que decir que tiene una gran química tanto con su madre en la ficción como con
Emmanuel Palomares, con el que comparte un buen número de escenas. Cerca de
Laura está también Adrián, el hermano de Camilo. El siempre genial Fabián
Robles se convierte en este aventurero que asienta la cabeza cuando se
reencuentra con Laura, su amor de juventud. Fabián y Fernanda hacen una pareja
estupenda, todo hay que decirlo.
Sin
ser estrictamente una Alcántara, Chabela, la niñera de Diana y Laura, lleva
décadas preocupándose por sus niñas y los hijos de estas. Siempre es un placer
encontrarse con Socorro Bonilla y más con un personaje tan tierno como este,
que a diferencia de lo que suele ser habitual, mantiene una relación casi de
hermanas, o eso nos hacen ver, con la que fuera su empleadora, Eugenia.
Flor de Saracho es Ximena; Mauricio Abularach es Mauricio, y Chris Pascual, Pablo |
El
elenco se completa con otros nombres, como Florencia de Saracho, Ana La Salvia,
Estefanía Villareal, Luis José Sevilla o Andrea Escalona. Florencia interpreta
a Ximena, la mejor amiga y casi hermana de Mónica. Vale. Es cierto que
Florencia ha hecho muchos personajes de mejor amiga de la protagonista, pero
Ximena es diferente, mucho más atrevida y dicharachera, capaz de hablar sin
tapujos de sexo, de fiestas o de lo que sea. Siempre es un placer encontrarme
con Florencia y aprovecho para insistir en algo que ya me habréis oído: esta
chica tiene mucho talento y merece papeles de peso. No sé a qué esperan para
dárselos. Ana, por su parte, es Almudena, la madre de Rafael y primera novia de
Camilo, otra mujer alocada y muy divertida. Hacía mucho que no la veía en
ninguna telenovela y ha sido un placer, las cosas como son.
Estefanía
y Luis José son Nora y Luis, dos de los trabajadores de Media Link. Me han
gustado, tanto juntos, porque en la historia son pareja, como por separado. La
historia personal de Luis es muy interesante y el carácter soñador de Nora la
hace un personaje muy tierno. Al lado de Luis está Lidia, su hermana. Andrea
Escalona se convierte en esta joven luchadora, literalmente, que ve cómo su
vida cambia de un día para otro. Reconozco que al principio no veía cómo podían
conectarla a las tramas principales de la telenovela, pero poco a poco y de
manera bastante bien llevada, lo consiguen.
Como
os decía al comienzo de este apartados, muchos de estos nombres que os he ido
comentando llegan conforme avanza la telenovela, que arranca con un elenco
reducido, formado por los Sarmiento-Alcántara y siete u ocho personajes más.
[PERSONAJES
Y ACTUACIONES: 2/2]
TRAMAS
Y mañana será otro día es una telenovela difícil de
calificar en lo que a su tono se refiere. Quizás por eso en la presentación a
los medios hablaban de “comedia dramática” o de “drama hecho comedia”, lo que
para mí es un pelín contradictorio. ¿Es una telenovela cómica? No, o no
exactamente. ¿Es una telenovela de las de siempre? Claramente, tampoco. Es una
telenovela ‘rara’, en el sentido de que tiene un poco de todo: tiene comedia,
drama, ese toque rosa que remite a los orígenes del género y un componente
filosófico-vital que la hace aún más interesante.
El
desarrollo de la historia también es complicado de describir: comienza en un
punto con unos personajes determinados y acaba en otro, con esos personajes y
unos cuantos más. El inicio es confuso, si, como yo, se han leído cosas antes
de comenzar a verla. En muchas webs, posiblemente derivado de la información que
pasan a los medios antes del estreno, venden la telenovela como una historia
protagonizada por Diana y Camilo y en la que irrumpe Mónica para trastocarlo
todo y enamorar a su jefe. No es así: Camilo y Diana viven felizmente
enamorados y Mónica… Mónica, también, aunque sin que su jefe lo sepa. Y lleva
así dos décadas.
Podría decirse que en esta telenovela hay dos historias de amor, una, la que mantienen Diana y Camilo, un amor sólido, de años, que sufre un duro golpe después de que ella sea diagnosticada de cáncer; y, la otra, el amor platónico que Mónica siente por Camilo desde que era una jovencita y que le lleva a fantasear, como todos hemos fantaseado alguna vez con algún amor de este tipo. Sí que es cierto que el ‘encargo’ que le hace Diana por si muere, provoca que Mónica tenga alguna esperanza, pero ya os digo que entre Mónica y Camilo no hay más que un amor platónico por parte de ella y un gran cariño, de amigos, por parte de él. Dos historias muy bien llevadas, entrelazadas a lo largo de los capítulos y que se refuerzan con la posterior llegada de Iñaki.
Mientras que el amor de Camilo y Diana es real, el de Mónica hacia su jefe solo se realiza en fantasías
Podría decirse que en esta telenovela hay dos historias de amor, una, la que mantienen Diana y Camilo, un amor sólido, de años, que sufre un duro golpe después de que ella sea diagnosticada de cáncer; y, la otra, el amor platónico que Mónica siente por Camilo desde que era una jovencita y que le lleva a fantasear, como todos hemos fantaseado alguna vez con algún amor de este tipo. Sí que es cierto que el ‘encargo’ que le hace Diana por si muere, provoca que Mónica tenga alguna esperanza, pero ya os digo que entre Mónica y Camilo no hay más que un amor platónico por parte de ella y un gran cariño, de amigos, por parte de él. Dos historias muy bien llevadas, entrelazadas a lo largo de los capítulos y que se refuerzan con la posterior llegada de Iñaki.
Con
este punto de partida, en la telenovela surge todo un árbol de tramas. El
tronco es la familia Sarmiento-Alcántara y de ahí parten las distintas ramas,
muchas de ellas impregnadas por un toque de realismo social que combina muy
bien con ese componente fantástico que tiene por momentos la telenovela. Entre
esas tramas nos encontramos temas como el embarazo adolescente a través de
Regina, con todo lo que comporta que una chica de diecisiete años se quede
embarazada; con el alcoholismo y la doble perspectiva que ofrecen en torno a
este tema Cristóbal, el adolescente que empieza a beber descontroladamente, y
Luis, el hombre que pasó por ello y colabora en la recuperación de quienes
viven en situaciones parecidas a las que él atravesó, o con el cáncer de mama y
lo importante que es autoexplorarse para detectar posibles bultos y contribuir
así a un rápido diagnóstico y una pronta curación, como ocurre en el caso de
Diana.
Iñaki llega a la vida de Mónica para transmitirle grandes enseñanzas
La
telenovela tiene, en líneas generales, un buen ritmo narrativo. Es cierto que
las tramas principales se estancan un poco entre los capítulos 50 y 60, pero el
avance de las secundarias lo compensa. Todo ello conduce a un final para mí
perfecto. Puede que el final más perfecto de las telenovelas que vi en los
últimos dos o tres años, con todas las tramas cerradas y dedicando a cada
personaje su espacio, su momento. No suele ser lo habitual, ya que muchas veces
los finales se centran en los protagonistas, son apresurados o se dejan cosas
en el tintero. Aquí no, ya os digo, es un final que se ve muy pero que muy
pensado. ¿Habrá segunda temporada? La telenovela concluye con un fin. En las redes se rumoreó que era
posible que la hubiese. A ver… Es cierto que si se ponen sacarán algo que seguramente
será muy digno, pero terminando como termina, casi que no merece la pena
hacerlo. Vale más quedarse con un buen sabor de boca que arriesgarse a que ese
sabor desaparezca con una segunda temporada.
A
nivel de tramas, esta es una telenovela que se disfruta mucho y que cuenta,
como pudisteis ver hace unos días, con unos guiños
muy bonitos a otras telenovelas del equipo de Carlos Moreno Laguillo. Sin
embargo, también tiene sus fallos o cosas que no cuadran. El más sorprendente
tiene que ver con Juan, un médico que al comienzo de la telenovela se presenta
como “ginecólogo-oncólogo”, de ahí que trate a Diana. Sin embargo, a lo largo
de los casi ochenta capítulos que tiene esta historia hace de cardiólogo, de
pediatra, de neurólogo… Siempre que a los Sarmiento-Alcántara les pasa algo,
sea lo que sea, acuden a él. No discuto que no tenga conocimientos de todo un
poco, pero tanto como para tratar un infarto o un trastorno de la personalidad,
por poner dos ejemplos, siendo “ginecólogo-oncólogo”, resulta un poco raro,
¿no?
Eugenia y Chabela tienen una relación muy cercana que pudo serlo más |
Sin
ser un fallo, también creo que los guionistas debieron ser más valientes con la
relación de Eugenia y Chabela. No sé si en la original chilena lo eran, pero
teniendo en cuenta que conviven juntas y su magnífica relación, bien podrían
haber sido algo más que amigas, lo que hubiese despertado aplausos y habría
hecho que se hablase de la telenovela en todo el mundo, como ha sucedido con
las parejas homosexuales que han incluido en Mi marido tiene más familia o Amar
a muerte. Un amor entre mujeres de la tercera edad, una viuda y la otra
soltera, dando ejemplo al resto de personajes y a los espectadores de que el
amor no tiene edad ni entiende de sexos. Lo dicho, hubiese sido un filón
argumental tremendo.
[TRAMAS:
4,5/5]
MÁS COSAS
Después
de ver cómo este mismo equipo fue capaz de hacer grandes cosas con un
presupuesto notable como el que tuvo Mujeres
de negro, se echan de menos ciertas aspectos de realización en Y mañana será otro día, que se hizo con
un presupuesto mucho más ajustado, algo característico de las telenovelas que
se emiten a las cuatro de la tarde en México, como fue el caso de esta. Aun
así, la realización de la telenovela es buena, muy buena. Quizás la única pega
que se le puede poner es el juego con la pantalla partida en diversas ventanas,
un recurso habitual y que en más de una ocasión se emplea de una manera
superflua o desaprovechada, para mostrar al mismo personaje por cuatriplicado o
quintuplicado y haciendo lo mismo, algo que ocurre en bastantes ocasiones.
Esta
es una telenovela más de decorados que de exteriores. En general, se han
currado los decorados, tirando además de colores muy alegres. Me ha gustado
especialmente la forma en la que han reutilizado buena parte de los decorados de la casa de
los Becker, una de las familias protagonistas de Caer
en tentación, aprovechándolos bastante mejor de lo que se aprovecharon
en aquella telenovela, con más luz y más colorido:
El salón de la casa de los Becker en Caer en tentación y el salón de los Sarmiento en Y mañana será otro día
Los exteriores, como os comentaba, no abundan, pero los que hay están bastante bien elegidos, en congruencia con ese presupuesto ajustado que ha llevado, por ejemplo, a emplear las zonas comunes (jardines, patios o aparcamientos) de las oficinas de Televisa como el edificio en el que se encuentra Media Link.
Lo
digo siempre que hablo de una telenovela de Carlos Moreno: no hay telenovelas
mejor musicalizadas que las que él produce, gracias a la labor de Christian
Moreno e Israel Jurado. Esta tiene una BSO preciosa, que va desde Insomnio, la canción
de Alex Syntek que hace las veces de tema principal y que me encanta, a otras
como El email, también de
Alex Syntek, que es preciosa; Viernes 13, ¿Quién dice? y Cada vez más, de
Marcos Menchaca, magníficas; Convencido y No hay más vidas,
dos baladas estupendas de Jafú; Si tú estás conmigo y
Cara o sello, de
Cristina Santiagos, o, para mí el gran descubrimiento musical que me deja la
telenovela, Satélite de amarte,
de Nya la Rubia, una cantautora española que sí, tengo que confesar que no
conocía. Todas ellas y alguna otra que seguramente me dejaré, identifican a un
personaje o a una pareja, de forma que es inevitable escucharlas y no acordarse
de Mónica, de Camilo, de Diana, de Iñaki…
Poco
voy a objetar en lo que al vestuario se refiere. Han hecho un muy buen trabajo
transformando el armario de Mónica conforme el personaje va evolucionando. Me
encanta el estilo entre hippy e informal de Diana y… ¡Qué decir de Camilo!
Pocos hombres tienen ese porte que tiene Diego Olivera que hace que le quede
bien todo lo que le pongan.
Sé
que es un clásico que acabe diciendo algo sobre las palabras malsonantes, pero
por esta vez no va a ser así. La razón es tan sencilla como que en esta
telenovela no se escucha una sola palabrota. Un ejemplo de que se puede hacer
un buen producto sin meter insultos y exabruptos que muchas veces acaban
injustamente censurados.
[MÁS
COSAS: 2,7/3]
Elenco al completo en la presentación a los medios |
En
resumen, y para concluir esta crítica, podría deciros que Y mañana será otro día es una telenovela con personajes que calan
por lo redondos que son. Mención especial, por supuesto, para Angélica, Diego,
Alejandra y Luis, el cuarteto protagonista.
A
nivel argumental es una telenovela que aborda temas de nuestro día a día como
el cáncer, los embarazos no deseados en adolescentes o el alcoholismo. Aunque
tiene dosis de humor, no es una telenovela cómica al uso. Tampoco, pese a tener
unos cuantos romances, es una telenovela clásica. Quizás en esa dificultad para
clasificarla y en los múltiples ingredientes que la componen se encuentre su
encanto. Tiene de todo, con un buen ritmo y uno de los finales más redondos de
los últimos años.
Totalmente
recomendable.
-PUNTUACIÓN
FINAL: 9,2-
Comentarios
pero en fin,aver si hubiese suerte