PRIMER VISTAZO: "Vuelve temprano" (Argos y Grupo Imagen, 2016)

Tenía muchas ganas de ver, por fin, “Vuelve temprano”, el ‘remake’ de la homónima chilena que el año pasado rodó Argos para Grupo Imagen, el nuevo canal generalista de la televisión mexicana, que arrancó sus emisiones el pasado día 17.
Gabriela de la Garza, Rubén Zamora y Mario Cimarro encabezan este proyecto. Antes de comentaros un poco qué me ha parecido su primer capítulo, permitidme dejar el tráiler de esta historia:

A FAVOR
“Vuelve temprano” tiene el espíritu de esas telenovelas cargadas de misterio y giros inesperados que se produjeron en masa, en prácticamente todos los países, hasta hace cosa de cuatro años, cuando estalló el ‘boom’ de las narconovelas. “Vuelve temprano” recuerda así a otras historias originales chilenas, o de escritores chilenos, como “¿Dónde está Elisa?”, “La madrastra” (y sus múltiples versiones) o, más recientemente,  “El rostro de la venganza”. Hablo de Chile, porque son los reyes de este tipo de ficciones y tienen grandes guionistas como Arturo Moya Grau, Sebastián Arrau, Pablo Illanes, José Ignacio Valenzuela, o Daniella Castagno y Alejandro Bruna, ‘padres’ del “Vuelve temprano” original.
La historia es muy sencilla, aparentemente, y tiene como punto de partida un accidente en el que muere el hijo de una afamada periodista y un reputado abogado. Sin embargo, lo que ‘a priori’ eso, un accidente, acaba por revelarse un asesinato, que permitirá al espectador ir descubriendo los trapos sucios de los distintos personajes conforme vayan pasando los capítulos.
El primer episodio  sirve para presentar la historia y a los personajes. Todo él es lineal, con apenas un par de ‘flashbacks’ y un ritmo óptimo, que permite ya entrar en harina, con el joven ya fallecido y los policías comenzando a investigar.
Sobre el elenco, creo que está muy bien escogido. Gabriela de la Garza me ha gustado más en este primer capítulo que en el primer capítulo de “Yago”, telenovela que rodó después de esta, pero que, paradójicamente, se estrenó antes. Tiene en sus manos un personaje que me recuerda muchísimo a Dana, el de Sonya Smith en “¿Dónde está Elisa?”, y que promete mucho. Ya en el primer capítulo tiene varias escenas desgarradoras que ponen los pelos de punta.
Rubén Zamora encarna a Santiago, el marido de Clara y su contrapunto, ya que mientras ella es la típica madre preocupadísima por sus hijos, él es un poco más consentidor. Creo que Rubén también tiene en sus manos un gran personaje y no sé por qué, pero creo que Santiago esconde algo…
Si Santiago esconde o no algo es, entre otras cosas, lo que tratará de averiguar Antonio Avelica, el inspector al que da vida Mario Cimarro. Un pasota, un chulo, un arrogante, con cierto punto de ironía, que supone la vuelta del actor al género tras cuatro años de ausencia. Me gusta el cambio de registro de Mario, alejado del arquetipo de galán que solía interpretar. A ver cómo lo lleva…
Francisco de la O, Sharis Cid, Carlos Ferro, Sara Corrales y Sophie Gómez son otros de los nombres que aparecen en este elenco que, como os decía, está muy bien elegido.

EN CONTRA
Sinceramente, nada a nivel ni de elenco ni de argumento. Sí que tengo que objetar dos cosas, pero lo hago en el siguiente apartado.

MÁS COSAS
La realización es impecable. Es normal, estando Argos detrás. Los decorados son una pasada, salvo el de la casa de Francisco, el jefe de Clara, que parece sacado de algo así como “Escenas de matrimonio”. Se ve más un decorado de teatro que de una telenovela.
Los exteriores, de sobresaliente, (con el ‘reutilizando’ del barranco por el que caía el coche de Alonso y Ximena en “Amor bravío”) al igual que la musicalización.
Decía antes que solo iba a poner dos pegas… La primera, ¿cómo es posible que Nacho y Pablo estén viendo un partido con dos camisetas que traen ‘FL Emirate’? Vale que no se puede hacer publicidad si no pagan, pero quitar la ‘y’ de ‘Fly’ y la ‘s’ de ‘Emirates’ (‘Fly Emirates’) hace que las camisetas queden muy raras y el espectador acabe enterándose de que Nacho y Santiago son hinchas del Real Madrid (Rea Madri, para no hacer publicidad, siguiendo la filosofía no publicitaria de la telenovela).
La segunda… Sabéis que odio a muerte que se silencien las palabrotas o palabras malsonantes… ¡Y aquí también lo hacen! Tanto que se vende Imagen como la nueva cadena, la que hace libres a los espectadores… ¡Y van y coartan de esta forma tanto a guionistas como a los propios actores! La cadena de la libertad, censurando. Ironías.
Me ha gustado mucho, eso sí, que las redes sociales sean casi un personaje más y que se hayan puesto sobre la mesa (supongo que se incidirá más en ello) los problemas que conllevan, como las amenazas e insultos que le lanzan usuarios casi anónimos a la protagonista.

Espero verla, porque, como os decía, le tengo ganas desde hace tiempo y lo que vi en este primer episodio me ha dejado con ganas de más. Imagino que quedará para el 2017, pero poco a poco… Despacito y con buena letra…

[ACTUALIZACIÓN POSTERIOR] Tras terminar de verla, en marzo de 2017, dejo este enlace con mi crítica de esta telenovela. 

Comentarios