Cuando allá por el 2010 leía en una
web española que Telemundo iba a producir una telenovela que iba a ser algo así
como un ‘spin-off’ de “Amarte así,
Frijolito”, rescatando el entrañable personaje de Alejandro Felipe Flores,
convertido en ángel después de haber muerto en un accidente de tráfico, temblé.
Tras leer la noticia al completo y ver
que se trataba de una telenovela ‘blanca’, más quizás que “Amarte así, Frijolito”, temblé aún más. ¿Cómo podía ser una
telenovela blanca, con temática para niños, si partía precisamente de la muerte
de un niño, además tan querido y conocido como Frijolito?
La historia, lo dicho, comenzaba mal.
Pintaba mal desde el principio. Nunca entendí cómo un genio como Enrique Torres
(autor de novelas de la talla de “Perla
negra”, “Antonella”, “Nano” o la propia “Amarte así”), pudo decidirse a escribir y producir algo como “Amar
de nuevo”.
El caso es que, poco después de acabar
de rodarse, se estrenó en España, donde se vendió como la vuelta de Frijolito (sin
desvelar que su personaje moría). La audiencia no acompañó, o mejor dicho, sí
que acompañó viendo cómo están ahora las tardes de TVE. Yo me animé a verla,
por curiosidad y me vi los ocho o diez primeros capítulos.
Tras ello llegué a una conclusión en la
que no había caído antes: Frijolito era solo un reclamo publicitario, un
reclamo con el que Telemundo o los productores ponían un ‘cómprame’ al
producto. La historia se sostenía sola sin necesidad de Frijolito y de tan
macabro comienzo, que traumatizó a unos cuantos de los que vimos a Frijolito en
“Amarte así” casi siete años antes.
Por lo demás, una historia con niños,
como lo fue “Amarte así” en su día, con
pocos personajes, y muy blanca. Una historia que en el mercado actual no se
hubiera vendido tan bien si no llega a ser por Frijolito.
Del elenco, destacar a Patricia Garza,
la protagonista, María Antonieta de las Nieves, Luis Xavier y a Jullye
Giliberti, una actriz muy desaprovechada por Telemundo.
Por lo demás, una telenovela tan
olvidable que es, para mí, la única mancha en la carrera de un gran escritor
como Enrique Torres.
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