Sigo
dando un repaso por la vida privada de algunos actores y actrices del género,
para detenerme en su otra profesión, en aquella que les llevó a la universidad
y a obtener la correspondiente titulación. Profesiones que, en muchos casos,
apenas han ejercido. Tras hablar de abogados y de diseñadores gráficos, en esta
ocasión voy a hacer un pequeño ‘popurrí’ de varios actores y varias
profesiones. Empiezo…
-Jaime Camil: es uno de los galanes por
excelencia del género. Su padre, dueño de varias empresas, le ‘animó’ a
estudiar Administración de Empresas, para seguir en cierta forma la tradición
familiar. Acabó la carrera en 1987, con veinticuatro años, y durante un tiempo
estuvo trabajando en las empresas de su padre. En 1993 decidió dejarlo y comenzó
a escondidas a realizar trabajos relacionados con el mundo artístico, primero
en la radio y luego en la televisión y contando con el total apoyo de su padre.

-Julián Gil: de origen argentino, llegó
a Estados Unidos con tan solo quince años, buscando el ‘sueño americano’. Allí
se encontró con lo que otros muchos inmigrantes: trabajos mal pagados para poder
sobrevivir. Empezó como pinche en un restaurante, para pasar a ser ayudante de
cocina. Con el tiempo y a base de cursos, llegó a convertirse en un prestigioso
chef que abrió su propio restaurante y lo mantuvo abierto durante siete años.
La cocina era una de sus pasiones, pero la actuación se le cruzó en el camino.
No le ha ido nada mal.
-Carlos de la Mota: es otro de los
actores de Televisa. Natural de República Dominicana, estudió en Santiago, su
ciudad natal, la carrera de Arquitectura. Se licenció y estuvo trabajando como
arquitecto durante un breve periodo de tiempo. Un musical cayó en sus manos y
vio que lo suyo era el arte, visto desde la óptica de la actuación e
interpretación.
Otro
‘popurrí’, para otra ocasión.
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