Sigo hablando de telenovelas que no
pasaron de ser proyectos y que nunca llegaron a desarrollarse, quedando
olvidadas en el mejor de los casos en el cajón del escritorio de algún
directivo de la cadena de turno.
En esta ocasión toca irnos a Televisa
y remontarnos en el tiempo a hace unos tres años, a 2011. Por aquella época la
propia cadena, a través de sus webs y medios de comunicación “oficiales”
comenzaba a anunciar el ansiado regreso de una productora apartada del género
desde el año 2000: Lucy Orozco.
Para quien no lo sepa, Lucy Orozco fue
una de las grandes productoras de la cadena en los años 80 y 90, con títulos en
su haber de la magnitud de “Teresa”
(la de Salma Hayek), “Retrato de familia”
y “Ramona” (con Eduardo Palomo y Kate
del Castillo). Telenovelas todas ellas con una calidad muy superior a las de la
época y un público fiel.
Como les iba diciendo, Televisa
anunció su regreso en 2011, con una historia original aunque algo apartada de
los esquemas tradicionales que se manejan en la empresa. Llevaba por título “Ángeles y alacranes” y para la historia
ya se habían contemplado a los primeros actores: Arturo Peniche, Yolanda
Andrade y Helena Rojo.
El hecho de que la historia girase en
torno al narcotráfico, o, más bien, estuviese ambientada en ese obscuro mundo
echó para atrás a la cadena, que igual que le había dado luz verde en marzo de
2011 le volvió a echar el alto al poco tiempo, quedando aparcada la telenovela.
¿Por qué? Pues porque había que producir
en su lugar telenovelas refrito de historias pasadas, como “Abismo de pasión” y porque el tema de las drogas y el narcotráfico
aún sigue siendo un tema tabú en Televisa (y, en menor medida, en Galavisión,
otro canal del grupo).
Una lástima, ya que hubiera supuesto
el regreso de una gran productora muy poco valorada por la empresa y,
seguramente, con el elencazo que tenía planeado hubiera sido un gran éxito.
Comentarios