En su día, cuando Nova la emitió por
primera vez, no pude verla pese a que le traía ganas, ya que el horario en que
se transmitió (21:00 h, más o menos, me venía mal). Cuando la repitió hace un
año y poco, el horario de repetición (15:00 h.) tampoco me venía bien y me
quedé nuevamente con las ganas… Hasta este verano, que por fin me puse a ver
esta producción.
SINOPSIS:
María José (Jacqueline Bracamontes) es
una humilde vendedora de tiendas en Mérida. Es huérfana de madre y la
enfermedad de su padre la obliga a dejar estudios y trabajar para mantenerlos a
él y a su hermana.
*Logotipo de la producción. |
Su vida cambia con la aparición de
Alex Lombardo, un hombre humilde que la ama y se casa con ella. Pero antes de
consumar su matrimonio, Alex muere en un accidente y María José recibe el
primer susto al enterarse que su esposo era millonario.
La joven viuda recibe un segundo susto
al descubrir que el Alex con el que se casó en realidad se llama Bruno Albeniz
(David Zepeda), mientras que el verdadero Alex está vivo. Alex Lombardo
(William Levy) era el hermanastro de Bruno y el jefe de las empresas
familiares.
Sin quererlo, María José ha sido parte
de un siniestro plan que deja a Bruno dueño de la fortuna y de la esposa del difunto. El tercer y mayor susto
es cuando aparece el verdadero Alex preguntándose quién es esta esposa a la
cual él no recuerda.
(Extraída de Univisión)
DATOS
y TRÁILER:
95 capítulos (10 de veinte minutos y
el resto de cuarenta y cinco). México (Televisa), 2009. Productora: Carla
Estrada.
PERSONAJES
y ACTUACIONES:
Comenzando por los protagonistas, poco
tengo que decir de Jacqueline Bracamontes. Es una actriz que siempre me ha
gustado, guapa, carismática y actúa de una forma muy natural. Excepto “Heridas de amor”, he visto todas sus
telenovelas desde “Rubí” y nunca defrauda. Como María José está muy bien, en un
personaje que parece escrito para ella.
Su compañero, William Levy, hace un
gran papel interpretando a Alejandro y su forma de actuar es también muy
natural (se ve más suelto y más contento actuando que, por ejemplo, en “Triunfo del amor”). Hay por ahí una
leyenda de que a William no se le entiende nada por su mala dicción, pero qué
quieren que les diga, yo se lo he entendido todo (y soy español, no cubano).
Que se note que no tiene un acento mexicano no quiere decir que pronuncie o
hable mal (que repito, a mí me parece que habla y vocaliza como cualquier
persona y se le entiende todo).
*William, Jacqueline y David. |
La química entre ambos es extraordinaria
y lo ponen de manifiesto en las tórridas escenas de cama que a lo largo de la
historia nos muestran sus personajes, así como en el día a día de la relación
entre Alex y María José.
El tercero en discordia es David
Zepeda, interpretando a un personaje malo malísimo, que se carga a unos cuantos
durante la telenovela. Se puede decir que Zepeda sobreactúa, pero es necesario
porque Bruno, el personaje, está loco, es un cínico tremendo, un mentiroso, un
chulo. Me ha gustado como villano. Espero que le den algún papel de malo en
próximas producciones.
Daniela Romo, como siempre, brilla con
luz propia con un personaje tierno, adorable. Victoria es la madre que se
sacrifica por sus hijos, los protege en todo momento, sufre, llora… pero no
pierde la esperanza de encontrar el amor, y eso lo hace con Fernando (Gabriel
Soto), el mejor amigo de su hijo, unos cuantos años más joven que ella. Soto
siempre me ha parecido soso, pero aquí está hasta bien. La Romo le traslada su
‘luz’ y Soto convence como Fernando Alanís.
*David, Daniela, Chantal y William. |
Interesante personaje también el de
Chantal Andere, que interpreta a Raquel, una aparente villana que no es tal,
sino un ser humano que erra, que se equivoca en multitud de ocasiones, con un
carácter muy fuerte. Es un personaje muy bien definido y muy bien interpretado
que nada tiene que ver con las villanas histéricas que suele interpretar
Chantal. Su marido en la ficción es Marcelo Córdoba (Roberto), que interpreta a
un personaje que es todo lo contrario a su mujer, igualmente muy bien definido.
Marcelo es de esos actores que, sea el personaje que sea, acaban entendiéndolo
y da gusto verlos en pantalla.
Bien también para Héctor Sáez (Pedro),
Wendy González (Paula), Julián Gil (Ulises) y Ana Brenda (Maura), que tiene un
personaje que se pinta inicialmente como villana y que no lo es hasta que no
transcurre buena parte de la trama.
Mención especial también para María
Victoria (Felipa), que tiene en sus manos un personaje que nos hace reír
durante toda la historia, al igual que José Carlos Ruiz (Chucho) con su
expresión “caaaaaaanicas”.
También hay personajes que no venían a
cuento, como Katia (mal interpretada por Manuela Imaz) o la mamá y el padrastro
de María José (Azela Robinson y Otto Sirgo, que hacen lo que buenamente pueden
dentro de unas tramas extrañas que les toca vivir).
TRAMAS:
Si la novela tiene un elencazo, es
aquí donde yo creo que falla…
La trama principal (mujer se casa con
hombre que suplanta la identidad de su hermano, al que asesina. El suplantado
regresa, ya que no murió, y se topa casado con una mujer a la que no recuerda
pero, sin embargo, ambos se enamoran), da para poco y a los veinte capítulos se
ve agotada. Entonces, ¿cómo rellenar y hacer noventa y cinco? Pues muy fácil
(aunque me sorprendió que María Zarattini recurriera a cosas como estas).
En primer lugar, mandando a Alex y
Fernando a República Dominicana buscando a Bruno (que había ido allí para hacer
de las suyas) y haciendo que la lancha que toman para ir a no sé donde se
estropee y se vean obligados a nadar hacia una isla que, ¡sorpresa¡ ¡Está
desierta! Y allí permanecen cuatro meses, con un niño que iba con ellos, nieto
del dueño de la lancha. Es una trama muy vista, poco creíble en pleno siglo XXI
(quizá para ello los trasladaron a República Dominicana), pero con la que se
rellenan varios capítulos.
En segundo lugar, haciendo que de la
nada surja una hermana gemela de María José, llamada Sandra, y que se ha criado
en España (punto a favor de Jacqueline, que imita el acento español a la
perfección) y que es una prostituta, una drogadicta y, en definitiva, todo lo
contrario a María José. Esta muere por una sobredosis y su madre, para no
perder una herencia, decide secuestrar a María José para hacerla pasar por
Sandra y claro, como María José no es tonta, ¡le borran la memoria! Y todo esto
lo hacen en una cabaña perdida. Con esto, propio de las telenovelas de los 80,
se rellenan como quince capítulos.
Y eso son solo dos ejemplos, haber hay
más.
*Parte del elenco. |
Pese a todo la novela es ágil y Alex y
María José pasan un 75% del total de los capítulos juntos, dándose amor. El
final es coherente con la historia y cierra todas las tramas abiertas.
Las tramas secundarias están bien, en
líneas generales, debiendo destacar la historia de amor entre Fernando y
Victoria, que, como comentaba, está muy lograda, y la que viven Roberto y
Ulises (de amor, ya que son bisexuales), formando un peligroso triángulo con
Raquel. Esta es una trama adictiva, siempre estás ahí con la curiosidad de
saber qué pasará. Sin embargo, para mi gusto, la cerraron mal.
MÁS
COSAS:
Se nota que fue una producción costosa
a nivel económico. Por lo que vi en Esmas, la casa de los Lombardo se construyó
especialmente para la telenovela en una parcela del DF, lo cual ya de por sí es
un gasto grande, aunque los materiales fueran de bajo coste.
Los Lombardo son una familia que vive
rodeada de lujos y así nos lo muestran en la producción, enseñándonos
verdaderas joyas automovilísticas como un Rolls-Royce o un antiguo taxi
londinense, además de BMW’s, Mercedes… e incluso un helicóptero (ya que tienen,
también helipuerto).
*La mansión Lombardo, durante su construcción. |
La casa está genial, por dentro y por
fuera y el entorno en que se ubica es precioso, con su lago y su finca.
La musicalización está también muy
lograda. El tema principal lo canta Il Divo y fue compuesto especialmente para
la telenovela (de hecho el grupo tiene una participación especial en la
historia). Junto a ese tema hay una versión del mismo, cantado por una cantante
mexicana cuyo nombre no recuerdo ahora mismo, y el tema “Cuando hay amor no hay pecado”, de Daniela Romo, que sirve para
ambientar las escenas de su personaje con el de Gabriel Soto. Los soundtracks
están muy bien elegidos.
El vestuario es espectacular, tanto
para los hombres como para las mujeres. Las locaciones, por su parte, no
defraudan, ya que la historia recorre, a través de los personajes, buena parte
de México (Saquí, Teotihuacán, Valle de Bravo…) e incluso sale al extranjero,
con lo antes mencionado sobre República Dominicana.
Resumiendo, que se nota que la
productora de “Sortilegio” es Carla
Estrada, que cuida hasta el más mínimo detalle.
En conclusión, una telenovela corta,
ágil y entretenida (pese a tramas absurdas), cargada de erotismo, que merece la
pena ver ya que es la última telenovela producida por una reina del género como
es Carla Estrada, que lleva desde entonces alejada de las telenovelas y cuyo
retorno es una incertidumbre, y escrita por otra reina, María Zarattini.
PUNTUACIÓN FINAL: 8
Comentarios
Gracias por el gran aporte, porfavor responde. Adios.
Saludos