Se acaba 2025 o, como lo llamo yo, el año en el que volví a disfrutar del género, tras un 2024 con apenas tiempo para dedicar a las telenovelas. Este año han sido siete las telenovelas que he visto completas, más una octava que me encuentro viendo en estos momentos. Como son unas cuantas, he decidido dividir el repaso al año en dos entradas. He aquí la primera.
La sustituta (RCN, 2023)
Empecé el año con una historia original del gran Julio Jiménez. Majida Issa y Geraldine Zivic protagonizan esta telenovela de apenas 51 capítulos, repleta de giros, suspense y con unos personajes extremadamente caracterizados en lo psicológico.
Me gustó que no se hablase de salud mental, sino que se tomase el trastorno psicológico que sufre la protagonista como un elemento más de la historia, sin entrar a concienciar ni a comentar. Entretenimiento puro y duro, al estilo de Julio Jiménez, que triunfó en Vix y que se estrenó en Colombia hace apenas un mes. Un par de emisiones en prime time le valieron a RCN para trasladarla de horario, pero me consta, por las estadísticas de su crítica, el contenido más leído del blog desde entonces, que tiene un público fiel, dispuesto a conocer la historia de Eva y Victoria.
Papás por conveniencia (Televisa, 2024)
De vez en cuando, uno se pone a ver una telenovela sin muchas expectativas y acaba disfrutándola de lo lindo. Fue lo que me pasó a mí con esta historia original de Pedro Armando Rodríguez y Gerardo Pérez Zermeño, una telenovela que se vendió como familiar y, si bien lo era, no evitaba por ello abordar temas como los abusos sexuales en la adolescencia o las familias reconstruidas.
Ariadne Díaz y José Ron encabezaron el elenco de esta telenovela, muy bien pensada y escrita, que apeló también al factor nostalgia de la mano de Daniela Luján, Martín Ricca, María Chacón, Miguel Martínez o Imanol Landeta, antiguas estrellas de las telenovelas infantiles mexicanas.
Sed de venganza (Telemundo, 2024)
Lo curiosa que es la vida. Recuerdo con mucho cariño la primavera de 2021, en la que vi Pura sangre (RCN, 2008). Y recuerdo con muchísimo más cariño la primavera de 2025, en la que vi Sed de venganza, la versión libre, muy libre, que Eric Vonn escribió de este clásico colombiano.
Isabella Castillo y Danilo Carrera protagonizaron esta historia, una delicia para los amantes del humor negro que siempre maneja Vonn, y que permitió ver en nuevos registros a actores como Carlos Torres o Saúl Lisazo. La audiencia, lamentablemente, no la acompañó durante su emisión en Estados Unidos, pero no por ello es un mal producto, todo lo contrario.
Escupiré sobre sus tumbas (Caracol, 2024)
A finales de primavera volví a Colombia para ver esta telenovela, que venía de arrasar en Netflix. Una vez más, se demostró que lo que triunfa en Netflix no necesariamente tiene que ser bueno. Basada en una novela del escritor francés Boris Vian, Juana Uribe, Ana María Parra y Héctor Chiquillo escribieron una historia que transmite improvisación, en la que las tramas se llevan un poco sobre la marcha, sin saber muchas veces qué hacer con los personajes. No ayudó tampoco un protagonista, Cristian Gamero, que debutaba como tal, y que tarda mucho en hacerse con el personaje. Mejor estuvo la protagonista, Essined Aponte. Muy desaprovechada estuvo la supuesta villana de la historia, la siempre genial María Elisa Camargo.
Una telenovela para olvidar y que, afortunadamente, solo contó con 60 capítulos.
Próximamente, la segunda entrega.
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