CRÍTICA: "Sed de venganza" (Telemundo, 2024)


No suelo ver remakes de aquellas telenovelas que vi en su día y que me gustaron mucho. Sin embargo, esta costumbre tuvo una excepción cuando Telemundo anunció que producirían una versión de Pura sangre (RCN, 2007-2008). En un primer momento me decepcionó saber que iban a tocar una telenovela que es maravillosa, de las mejores que he visto nunca y que, como sabéis, disfruté hace poco más de cuatro años, en la primavera de 2021. Sin embargo, celebré que el encargado de esta nueva versión fuese el gran Eric Vonn, un extraordinario guionista que tiene una visión muy particular del género, en la que todo tiene cabida, incluso el humor negro o lo decadentista.
Comencé a verla en marzo y la terminé dos meses después. Os ofrezco a continuación su pertinente crítica.

·SPOILERS a continuación y en los comentarios·

Miami, 2014. A la empresa constructora de la familia Del Pino llega Fernanda Ríos (Isabella Castillo), decidida a convertirse en la asesora de su presidente, el magnate Alfredo del Pino (Saúl Lisazo). Poco a poco, Fernanda va accediendo a la familia, hasta descubrir la relación que mantienen Elisa, la hija menor de los Del Pino, y Francisco, el nieto de la ama de llaves de la mansión. Esa relación será destruida por Fernanda, obligando a Francisco a huir para no ser denunciado por mantener relaciones sexuales con una menor de edad, algo severamente castigado en Florida.
Diez años después, Fernanda se ha convertido en la esposa de Alfredo. Ha conseguido serlo tras asfixiar a María Laura (Katie Barberi), la primera mujer del magnate, y encerrar en un psiquiátrico a Ana (María José Camacho) la hija mayor del matrimonio, testigo de su crimen y conocedora de que Fernanda llegó a la vida de los Del Pino siguiendo órdenes de su amante, Eugenio Beltrán (Diego Olivera), un hermanastro de Alfredo que alimenta con ella su sed de venganza hacia una familia que quiere destruir por lo mal que trataron en el pasado a su madre, amante del padre de Alfredo.
No solo Eugenio quiere acabar con los Del Pino, también Francisco (Danilo Carrera), que vuelve a Miami tras diez años en México convertido en Emilio Montenegro, un adinerado empresario del sector inmobiliario que no tarda en establecer alianzas comerciales con Alfredo y los suyos. Lo que no espera es comprobar que el amor que algún día lo unió a Elisa (Alexa Martín) sigue vivo. Tampoco cuenta con lo peligroso que va a ser su plan: seducir a Fernanda, poco después de que esta también haya asesinado a su abuela.

 

Estados Unidos. Telemundo, 2024.
83 capítulos*
PRODUCTORES EJECUTIVOS: Minu Chacin, Rafael Urióstegui y Ximena Cantuarias.
GUION: Eric Vonn, sobre una historia original de Guillermo Restrepo, Mauricio Navas, Conchita Ruiz y Tania Cárdenas.
DIRECCIÓN: Camilo Vega, Miguel Varoni y Uandari Gómez.
Emitida en Estados Unidos entre el 15 de octubre de 2024 y el 6 de marzo de 2025.
*En Disney+ América se halla una versión con 93, diez más de los originalmente emitidos.

PERSONAJES Y ACTUACIONES
Esta telenovela cuenta con un elenco no muy amplio articulado en torno a la familia Del Pino. Encabeza ese elenco Isabella Castillo como Fernanda Ríos, la esposa de Alfredo, una villagonista excepcional, desarrollada y profundizada por Eric Vonn a partir de la Paulina original. Isabella está de matrícula de honor. Maneja sin dificultades los muchísimos matices del personaje, incluido su durísimo pasado, y logra despertar un sinfín de emociones al espectador. Tuve mis dudas al saber que iba a ser ella, pero ahora no me imagino a otra actriz en este papel.

Alexa Martín, Danilo Carrera e Isabella Castillo, convertidos en Elisa, Franscisco y Fernanda

Fernanda tiene como misión destrozar a la familia Del Pino y al poco de llegar a la familia se encarga de separar a Elisa, la hija menor, de Francisco, el jardinero. Danilo Carrera y Alexa Martín interpretan a esa pareja cuyo amor se vio interrumpido abruptamente y que él trata de recuperar diez años después convertido en Emilio Montenegro. Me han gustado ambos, tienen su química, y he visto a Danilo más potente que en otras ocasiones. Sobre Alexa se ha escrito mucho; solo diré que analicéis su personaje, muy plano, es la buena de buenas, la virtud hecha persona. Para lo que es el personaje, creo que ha estado genial. En el momento en el que regresa Francisco, Elisa está a punto de casarse con Roberto. Rodolfo Salas se mete en la piel de este ambicioso joven, amante de Fernanda, que es, posiblemente, el personaje que más evoluciona a lo largo de la historia. Grandísimo trabajo el de Roberto.
La familia Del Pino se compone de otros cuatro hijos más. El mayor es Gabriel, un tipo listo y ambicioso que ha crecido a la sombra de su padre. Carlos Torres se luce y se deja llevar con este personaje, que tiene momentos de humor negro, de romanticismo, de lástima… A su lado se encuentra Fefi Oliveira, quien da vida a Brenda, su esposa, un descubrimiento que me deja esta telenovela. La química de ambos es formidable.

Roberto Romano da vida a Alonso

El segundo Del Pino es Alonso, todo un seductor y vividor, interpretado por Roberto Romano. Lo que me he reído y lo que he sufrido con él. Otra actuación magistral. Si Gabriel tiene a Brenda, Alonso tiene a Brenda un poquito y durante toda la telenovela a Tania, a quien da vida una excelente Roberta Burns, que ha crecido muy notablemente como actriz. La relación de Alonso y Tania es muy tóxica y lleva al extremo esa toxicidad, para sorpresa del espectador y de los propios personajes. Aun así, se disfruta.
La tercera Del Pino es Ana, una joven a la que Fernanda interna en un psiquiátrico tras descubrir sus planes para con la familia. María José Camacho se ocupa de esta mujer, una incomprendida en su juventud y, en cierto modo, una incomprendida en su edad adulta, tras esos diez años sedada en un psiquiátrico. Tampoco conocía a María José y me ha gustado mucho.
El cuarto hermano, con Elisa como quinta y última, es Sebastián, un joven bohemio y soñador al que da vida Javier Ponce, acompañado siempre de Daniela Martínez, que se convierte en Mónica, un personaje clave no solo para Sebastián, sino también para Fernanda, algo que también ocurría en la original. Como pareja, Javier y Daniela son lo más tierno, bonito y puro que tiene la telenovela. Y por separado, ambos están magníficos.

Saúl Lisazo es Alfredo del Pino

Hablar de los Del Pino exige hablar del patriarca, de uno de esos grandes personajes que solo Eric Vonn sabe escribir. Del creador de Ágata Mercenario y Loreto Encinas, llega ahora Alfredo del Pino. "Nunca había interpretado a un tipo tan nefasto y tan particular", afirmaba Saúl Lisazo en una entrevista. Alfredo es el humor negro personificado, pero también el perfil de un tipo directo, que no se anda con rodeos. Y también una persona que andará sobre los sesenta años y de vez en cuando se plantea reflexiones muy interesantes sobre la vida. Todo elogio se queda corto para describir el papelazo que se marca Lisazo. Recuerdo que cuando salía en escena me quedaba poco menos que boquiabierto esperando qué iba a hacer o decir Alfredo. Es el mejor acierto que ha tenido Eric Vonn a la hora de adaptar Pura sangre, el hecho de hacer suyo un personaje que en la original era totalmente plano y el haber tenido la suerte de contar con Saúl Lisazo para darle vida.
Alfredo es un hombre guiado por la ambición, la misma que le llevó a despojar de su herencia a su hermanastro Eugenio Beltrán, el amante de Fernanda e impulsor de su plan de venganza contra los Del Pino. Otro gran actor argentino, Diego Olivera, se encarga de Eugenio. A diferencia de la original, otro acierto, aquí los hermanastros son interpretados por dos actores diferentes. Los duelos entre ellos son épicos. Gran trabajo el de Diego Olivera, pese a lo acotado de su arco argumental.
Eugenio no es el único enemigo de Alfredo. También en esa lista figura Adalberto, su suegro, con el que mantiene una enemistad que se remonta a su juventud. Sus tiras y aflojas son épicos, como también lo es la forma en la que esa tensa relación se resuelve. Mi enhorabuena para Carlos Acosta-Milian, que se encarga de Adalberto, y Carolina Perpetuo, que hace lo propio con Ninette, la paciente esposa de Adalberto.

Sebastián Carvajal interpreta a Marcelo

Completan el elenco un puñado de personajes relacionados con el entorno de los Del Pino. Es el caso de Marcelo, interpretado por Sebastián Carvajal, el joven que se convirtió en amigo y socio de Francisco; Fermín, el jardinero, interpretado por Humberto Búa, y también amigo del protagonista; Erika, la esposa de Fermín, a la que da vida María Larua Quintero; Claudia Coira, que se ocupa de Claudia, la hermana mediana de Erika, puerta de entrada a la historia de dos maleantes, Rafita y Miguel, de quienes se encargan Pedro Pablo Porras y Aneudy Lara, respectivamente.
De todos estos personajes merece un par de líneas el que para mí es el mejor: Paty, la secretaria de Alfredo, hermana de Erika y Claudia. Su ambición la lleva a seducir a su jefe, sin ser consciente de que Alfredo jamás la tomará en serio. Sandra Itzel brilla con esta joven y demuestra el talentazo que tiene.
Un último apunte: Sed de venganza marca la vuelta al género, después de un lustro, de Gabriel Coronel, que se incorpora hacia la mitad de la historia para dar vida a Joseph, un maestro muy cercano a Ana. Lo que agradecí reencontrármelo. Siempre dije que tenía un carisma excepcional y, casi una década después de que coincidiésemos por última vez, lo mantengo.
3/3

TRAMAS
A la hora de adaptar una telenovela un guionista tiene dos opciones: o respeta el libreto original o lo toma y lo hace suyo. Ambas opciones tienen sus pros y sus contras, máxime si la base es una telenovela alabada por público y crítica, como lo es Pura sangre. Ya se vio en 2008-2009 con Mañana es para siempre, el primer remake de la telenovela colombiana, que, al parecer, fue muy fiel a la original, más allá de pequeños detalles, como reconoció el propio Rafael Novoa, protagonista de la original, que hizo una participación especial en la versión. Sin embargo, ni la fidelidad a la original ni el poco tiempo que había pasado desde que arrasase en Colombia, impidieron que Mañana es para siempre triunfase en México y en el extranjero. 

Fernanda y Francisco hacen el amor en un yate

Conocedor de los antecedentes, Eric Vonn apostó por hacer suyo el libreto original y hacer de Sed de venganza una telenovela que recuerda a Pura sangre en su arranque, pero que luego, en su desarrollo, es totalmente diferente. Es algo que se observa, como adelantaba en el apartado anterior, en el mayor peso que adquieren personajes como Alfredo o la propia Fernanda, que ya de por sí tenía peso, como Paulina, en la original. Esa identidad independiente también se contempla en el fondo, en las tramas de una historia valiente que apuesta por enamorar al protagonista y a la villana en ese marco de esa venganza que Francisco lleva preparando durante diez años. Un amor que quizás es más pasión cegadora que otra cosa, como demuestra el hecho de que, pese a estar con Fernanda, Francisco no deja de pensar en Elisa. Hay más tramas interesantes incorporadas a esta versión, como la relación tan tóxica de Alonso y Tania, que llega a límites tan insospechados como que ella, para vengarse, orqueste una operación que hará que Alonso pierda aquello que tantas alegrías le daba. 

Alfredo y Gabriel, sorprendidos por algo que acaba de ocurrir

Más allá de parejas y relaciones concretas, es original que Alfredo viva en una rivalidad permanente con su suegro, y que para acceder al control de la constructora del señor Ferrero, planee un siniestro Cluedo y arrastre a su hijo Gabriel a participar de las muertes. Es interesantísima también la rivalidad entre Alfredo y Eugenio y la forma en la que se resuelve, aparentemente beneficiosa para Del Pino, pero que no hace sino perjudicarlo, mediante una expectativa de signo contrario muy irónica, que viene precedida de otra, cuando Alfredo descubre que sus orígenes no son los que él creía. 
En general, las tramas de los personajes principales son magníficas. No hay nada que reprochárseles. Todas ellas hacen honor al título de la telenovela, porque son muchas, muchísimas, las venganzas que se cuecen entre unos y otros. Francisco se quiere vengar de los Del Pino; Eugenio, de Alfredo; Alfredo, de su suegro y de Eugenio; Ana, de Fernanda; Fernanda, de Eugenio y Alfredo; Tania, de Alonso... Y así unas cuantas más que hacen que en esta telenovela sea difícil empatizar con alguien. La sombra de la venganza es alargada y tiñe de carga negativa a todos los personajes, incluso a los que tienen perfiles positivos. Quizás sea esa la razón de que no triunfase en Estados Unidos y acabase relegada a la medianoche: en un mundo regido por el mal, el espectador busca algo más alegre o ameno.

El fuego ha marcado la vida de Fernanda

Ojo, que no por ello Sed de venganza es una telenovela lúgubre ni luctuosa, al contrario. Otro acierto de la adaptación ha sido llevar la historia a Miami y hacerla mucho más luminosa y colorida que la original, con menos suspense, aunque con otros ingredientes que la enriquecen, como ese humor negro que salpica muchas tramas, entre ellas el romance de Alfredo y Paty, o los diálogos de Fernanda con distintos personajes. Es el sello de Eric Vonn. Si hubiera triunfado, Internet estaría lleno de gente usando el "haz feliz a papá" de Alfredo, igual que lo estuvo en 2011 con "la mala cosa" de Loreto Encinas. 
El ritmo narrativo es impresionante. En una ocasión me equivoqué y me salté un capítulo. No entendí muchísimas cosas y tuve que parar, recuperar el omitido, y seguir. Puede que haya ayudado la edición en diez capítulos sobre el montante final, no lo sé. El caso es que es una telenovela que engancha y en la que siempre están pasando cosas, con giros muchas veces inesperados, como esas expectativas de signo contrario a las que aludía hace unos párrafos. Quizás lo único que la lastra es el peso que las tramas de los secundarios adquieren en algunos momentos. Aun así, da la impresión, como espectador, de que la telenovela fue grabada con una planificación milimétrica de guion, algo que no siempre ocurre, y que para mí siempre es un acierto. Ello se observa también en el final, un último capítulo en el que se cierran todas las tramas abiertas y una última escena en la que se deja claro, por si aún no lo estaba, que esta telenovela no es Pura sangre, sino Sed de venganza, y que los protagonistas no deben aparecer besándose en un cementerio mientras la cámara se aleja y aparece la palabra "fin" sobreimpresa. 
4,75/5

MÁS COSAS:
Como os comentaba, llevar la historia a Miami es un acierto, reforzado en este caso por un uso abundante de localizaciones reales, algunas tan espectaculares como la mansión Del Pino, con su puerto privado incluido, o el apartamento de Francisco, con vistas al mar. Todo ello, acompañado por una realización que nada tiene que envidiar a la cinematográfica, da una identidad visual muy interesante a la telenovela.

Mansión de la familia Del Pino

En lo que a vestuario se refiere, nada que objetar. Tampoco en lo que a la musicalización respecta, con un tema principal titulado como la telenovela y puesto en las voces de Isabella Castillo y Cesar Augusto Rodríguez, que acompaña a una entrada chulísima, de las mejores que he visto en los últimos tiempos.


También, en la banda sonora de la historia, aparecen temas como Esta razón, que acompaña las escenas de Francisco y Elisa, y cuyo intérprete desconozco. 
Puedo cerrar este apartado insistiendo en que es un producto muy cuidado en todos los niveles y que es una pena que no haya tenido el éxito esperado. Ojalá en Disney+ lo consiga.
3/3

Parte del elenco y el equipo técnico en el inicio de grabaciones el 3 de junio de 2024

Si buscáis una telenovela entretenida a la par que diferente, Sed de venganza os gustará. Sí, son dos adjetivos que en su día utilicé para valorar Pura sangre. La vida está llena de paralelismos, porque Pura sangre me acompañó en una etapa muy dulce de mi vida, en la primavera de 2021, y Sed de venganza ha hecho lo propio en la de este año. También me ha ayudado a perder el miedo a los remakes y es que se puede disfrutar de una nueva versión sin olvidar la original ni comparar, aunque aquí lo haya hecho para vertebrar la crítica. Pura sangre seguirá siendo, para mí, una telenovela de culto, lastrada quizás por una realización muy del 2008, con cámaras, trípodes y hasta técnicos que hacían su aparición en distintas escenas. Sed de venganza es, desde ahora, una muy digna adaptación, que también se va a mi particular olimpo del género. Y sabed que mientras escribo estas últimas líneas suena en mi Spotify el Y estoy aquí de la original. 

PUNTUACIÓN FINAL: 9,75
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