Hace apenas unos días, el 27 de febrero, México amanecía con una triste noticia: había fallecido Luis Couturier. Tenía 87 años.
Con una salud que se había ido debilitando poco a poco en los últimos años, este incansable actor se vio obligado a retirarse de la actuación. Su último trabajo en televisión fue una pequeña participación en Por amar sin ley, allá por el 2019.
La llegada de Luis a la actuación fue algo totalmente casual, pues venía de un ámbito artístico totalmente diferente: el dibujo y las caricaturas. Debutó en televisión en 1978, invitado por un amigo, y, desde entonces, no paró de sumar títulos a su extensísima trayectoria. En total, más de sesenta telenovelas; una decena de series y casi dos de películas.
En telenovelas hizo casi de todo, desde participaciones especiales a grandes villanos. Recuerdo con especial cariño a don Teodoro, de Contra viento y marea, el único capaz de frenar a la implacable Apolonia (Azela Robinson). De sus últimos años es inevitable no quedarse con Cayetano Albarrán, su personaje en Amor bravío, otro títere, esta vez en manos de Isadora (Leticia Calderón). Sin embargo, mi preferido fue Nazario, el noble Nazario, su personaje en El color de la pasión, en la que hizo una preciosísima pareja artística con Patricia Reyes Spíndola. También me gustó mucho su villano Benjamín en El hotel de los secretos.
Descanse en paz, Luis Couturier. Nos quedamos con su grandísimo legado.
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