CRÍTICA: "Juego de mentiras" (Telemundo, 2022)

Sebastián Arrau + telenovela de suspense + un elenco impresionante. Hay veces en las que los seguidores del género nos encontramos con fórmulas que nos atraen desde antes de que una telenovela se estrene. Fue lo que me pasó a mí con Juego de mentiras. La apunté en mi lista de telenovelas para ver desde que se anunció el proyecto. Pude disfrutarla entre agosto y noviembre del año pasado. Os cuento qué me pareció en las siguientes líneas.

¡ATENCIÓN! Esta crítica y sus comentarios pueden contener spoilers. Si no has visto la telenovela pero prevés hacerlo, te recomiendo que leas esta crítica una vez la veas.

Adriana (María Elisa Camargo) no es feliz con la vida que lleva. Casada con César (Arap Bethke) y madre de una niña, la tristeza se ha instaurado en esta joven, que, tras celebrar su trigésimo cumpleaños, desaparece sin dejar rastro.

La marcha de Adriana lleva a César a descubrir que la vida de su esposa está llena de detalles que él desconocía. Entre ellos, una relación con Francisco Javier (Rodrigo Guirao), el mayor de los hermanos Del Río, dueños de una importante empresa de aviación. Decidido a averiguar quién era realmente su esposa, César se infiltra en la mansión Del Río, adentrándose en un juego de mentiras que, poco a poco, irá desentrañando, no sin enamorarse de Camila (Altair Jarabo), la hija de la familia, una bondadosa mujer que dedica su vida a una fundación infantil.

César y Camila deberán luchar contra Renata (Cynthia Klitbo), la madre de la joven, que desde un primer momento se opone a su amor. También contra las múltiples personalidades de Adriana, a quienes los Del Río conocieron como Mariana. Los secretos, el misterio y un asesino en serie rodearán su historia de amor.

 

·Telemundo. EE. UU., 2023.

·76 capítulos.

·PRODUCTORA EJECUTIVA: Rafael Urióstegui.

·GUION: Sebastián Arrau, Berenice Cárdenas, Felipe Silva, Adela Boltansy, 

Yutzil Martínez, María Antonieta Gutiérrez y Armando García.

·DIRECCIÓN: Eduardo Ripari, Ricardo Schwarz y Uandari Gómez.

·Emitida en Estados Unidos entre el 7 de marzo y el 4 de julio de 2023·

PERSONAJES y ACTUACIONES:

Esta es una de esas telenovelas que cuentan con un elenco deliberadísimamente elegido. Dadas las características del subgénero en el que se mueve, para una telenovela de suspense es necesario contar con actores y actrices capaces de soportar un arco amplio para sus personajes y aquí se acierta con todos ellos.

Altair Jarabo, Arap Bethke y María Elisa Camargo, en una imagen promocional

Sí, es un acierto Altair Jarabo como protagonista. Después de haber estado a punto de serlo un par de veces, por fin, por fin, Altair logró su más que merecido primer protagónico. Camila del Río permite a Altair alejarse de las villanas y demostrar que lo vale como protagonista, con un personaje que es, posiblemente, el más humano de la historia. Su química con Arap Bethke es notable. Arap interpreta a César, ese hombre cuya mujer desaparece en extrañas circunstancias. Me ha gustado mucho Arap, otra buena elección.

No puedo ser objetivo cuando hablo de María Elisa Camargo, pero es quien se lleva la historia, por partida doble. Todo adjetivo es poco para describir el trabajazo que se marca con un personaje extraordinariamente complejo y otro que en cierta forma es contrapunto del primero. Es una grandísima actriz a la que estoy deseando volver a ver en otra historia.

Renata y Pascual del Río, con sus tres hijos

La familia Del Río es fundamental en el desarrollo de la telenovela. La componen un matrimonio y sus tres hijos. Cynthia Klitbo y Eduardo Yáñez dan vida a los esposos, Renata y Pascual. Ambos se lucen juntos y por separados, ella con una villana fabulosa y él, con un hombre que despierta mucha compasión, aun cuando sus actitudes sean, en muchas ocasiones, reprochables. La química de estos dos, que en la ficción se llevan a matar, es bestial. Junto a ellos, tres hijos. De Camila ya os he hablado, pero no así de Francisco Javier y Tomás. Rodrigo Girao se luce como el primero y Patricio Gallardo hace lo propio con el segundo. Todos ellos serán claves en distintos momentos de la historia, con cuotas en las tramas que a veces los convierten casi en protagonistas, todo un acierto del guion.

Completan la familia Del Río Alicia Machado, como Alejandra, la prometida de Francisco Javier; Bárbara Garófalo, como Inés, gran amiga de Camila y Tomás, y dos personajes más, Chuy y Olga. Pepe Gámez y Chela Arias dan vida a estos empleados que son esenciales en el transcurso de la historia. Chuy es, además, uno de los personajes más complejos y Pepe lo lleva que da gusto. Ha mejorado muchísimo desde que lo conocí en Pasión prohibida y apunta alto, os lo digo yo.

En el elenco, otros nombres como los de Alberto Casanova, que da vida a Elvis, el detective que investiga la desaparición de Adriana, un personaje con el que Alberto disfruta y hace disfrutar al espectador. También andan por aquí Aylín Mújica, como Rocío, una amiga de Adriana que da mucho juego en la historia, o Gabriela Vergara, que interpreta a Eva, la amante de Pascual y eterna secuaz de Renata, todo un personajazo.

Por si todos estos grandes nombres no fuesen pocos, en el apartado de las actuaciones especiales se hallan algunos más, como los de Sandra Destenave, a la que siempre es un placer ver, o Ramiro Fumazzoni, que brilla y demuestra una vez más que puede con lo que le echen.

TRAMAS:

Los aficionados a las telenovelas policiacas o de suspense echábamos de menos algo como Juego de mentiras. Sebastián Arrau vuelve a tener la oportunidad de demostrar que es uno de los grandes guionistas del género, con una telenovela que recuerda a aquellas que Chile y Estados Unidos produjeron hace más de una década y que supusieron un revulsivo para la industria, con el propio Arrau, Illanes o Valenzuela como artífices.

La telenovela y sus personajes giran en torno a Adriana Molina

Con la premisa de que nada es lo que parece, Juego de mentiras se presenta como una gran madeja de tramas que poco a poco irán deshilándose entre giros inesperados y con el firme propósito de mantener enganchado al espectador e invitarle a que haga sus propias cábalas, algo que consigue. En el aire, numerosos interrogantes: ¿qué pasó con Adriana Molina? ¿Está viva? ¿Está muerta? ¿Quién era realmente Adriana?

Las tramas se apoyan en un desarrollo psicológico de los personajes que se antoja muy interesante. El lado oculto de buena parte de ellos aflora a lo largo de la historia para permitirnos observar que, como ocurre en la vida misma, muchas veces hasta la persona más normal tiene una serie de conflictos internos que esconde por distintas razones. Es lo que le sucede a Adriana, que obra amparada por una infancia difícil y una ambición desmedida que la ha llevado a la locura. Es también lo que le ocurre a Pascual, un hombre cegado por el sexo. Lo mismo se representa en Renata, una mujer aparentemente perfecta que esconde numerosos secretos movida por su afán de mantener una imagen intachable, pulcra, de cara a la sociedad. Y todos, hasta los empleados de la familia Del Río, tienen alguna conexión con Adriana, lo que les lleva, como os explicaba antes, a tener momentos de colocarse al tú por tú con los protagonistas.

Entre Camila y César no tarda en surgir el amor

El componente de suspense se combina de una manera muy acertada con un toque romántico, representado en la historia de amor que surge entre Camila y César, una historia que evoca los cánones más clásicos del género y que compensa, en el caso de César, todo el dolor que le produjo su matrimonio con Adriana y todo lo que acarreó su desaparición.

El ritmo narrativo es bueno. Sorprende, al inicio, que la telenovela marque el tiempo en el que suceden los hechos, apoyándose en los días transcurridos tras la desaparición de Adriana. El ir y venir de acontecimientos es incesante y, pese a lo complicado que es trazar una historia así, solo se deja un cabo suelto: el nombre falso que César usa para huir con su hija, un nombre que Adriana asocia a su pasado. ¿Casualidad? ¿Vacío en el guion? Prefiero pensar lo primero.

Renata del Río, piedra en mano... ¿Contra quién?

No me gusta spoilear mucho este tipo de telenovelas cuando hago la correspondiente crítica. Solo diré que, como habréis notado, la he disfrutado de lo lindo, pese a que me tocó verla en una época muy intensa de mi vida. Hasta el uso de tramas que rozan el cliché encaja bien en el conjunto. Sí, pienso en unas gemelas que hay por ahí, separadas al nacer. Los acontecimientos siguen su curso y desembocan en un final clásico o, al menos, no tan arriesgado como el que tuvieron otras telenovelas de suspense. Es un final congruente, eso sí, en el que todos los personajes terminan como deben terminar, sin sorpresas, sin más giros, que cierra la historia con buen sabor de boca.

MÁS COSAS:

Quienes conocimos Telemundo Studios Miami hace dos décadas no dejamos de sorprendernos en cómo ha evolucionado la producción de telenovelas por aquellos lares. Juego de mentiras engaña, y lo he comprobado, hasta el punto de que coló como una serie americana a dos personas con las que vi un capítulo. La realización es sublime, con un tratamiento de la imagen que en nada tiene que envidiar a las grandes producciones americanas. Se nota que no solo se ha invertido en técnica, sino también en el producto.

La musicalización es extraordinaria, con dos temas que son una pasada, interpretados ambos por Alexs Syntek. El primero, el tema principal, titulado como la telenovela. El segundo, una balada para Camila y César, que lleva por título En cuerpo y alma:

 

No hay nada que no esté descuidado. El vestuario es de diez, la elección de exteriores es fantástica, con mansiones impresionantes, parques de atracciones, playas y una amplia gama de vehículos de lujo que hacen de esta una telenovela con una factura impecable. Se disfruta muchísimo viéndola.

Si os gusta el suspense, pero sin renunciar a un romance clásico, Juego de mentiras os puede interesar. Es la viva muestra de que audiencia no es sinónimo de calidad, o no necesariamente. Para quienes no lo sepáis, Juego de mentiras fue estrenada como apuesta estelar y acabó siendo trasladada a las madrugadas, tras unas cuantas semanas de bajos datos. Un guion extraordinario, un elenco soberbio y una realización muy loable hacen de esta una producción que se disfruta de lo lindo.

PUNTUACIÓN FINAL: 9,5

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