Una de las varias cosas que las cadenas de televisión españolas deberían copiar a las americanas es, sin duda alguna, la premura con la que anuncian la fecha de estreno de cualquier contenido, ya sea un programa de entretenimiento, una telenovela o un nuevo informativo.
El anuncio que tenéis sobre estas palabras se comenzó a emitir en México el 24 de septiembre, es decir, un mes antes del estreno de la nueva versión de Tú o nadie. Si esa nueva versión se estrenase en España, en cualquier cadena se habrían tirado cuatro semanas con un "próximamente", un "muy pronto" o cualquier otra fórmula. El día del estreno no se habría conocido, igual que la hora, hasta seis días antes, que suele ser lo habitual, siempre que la guerra entre cadenas no acabe en contraprogramaciones.
Seguro que en México nadie se imagina que el día 24 de octubre Las Estrellas retrasase el estreno de Cabo porque la competencia estrenase otra cosa o emitiese, en su lugar, un avance, por si hubiera que cumplir con la legislación en materia audiovisual. Esto, que allí suena raro, aquí es relativamente habitual. A modo de ejemplo, seguidores de Mask Singer, ¿os acordáis de cómo nos colaron un avance como si fuera el estreno por miedo a Supervivientes hace algo más de un año?
De verdad, ojalá tomásemos nota de lo que se hace al otro lado del Atlántico. Los productos saldrían ganando, los espectadores también, y las cadenas recuperarían algo de la mucha credibilidad que han perdido en los últimos años.
Y ya que estamos, aunque se haya acabado el verano, también sería interesante tomar nota y estrenar cosas en julio y agosto, aunque el consumo sea menor. Hay series nacionales e internacionales muy interesantes que bien merecen un pase en televisión. También cine. Basta ya de que la televisión, salvo contadas excepciones, sea un solar durante el verano.
Comentarios
Lo de la industria audiovisual de este país no tiene nombre. Desde hace unas semanas ya se puede contraprogramar como te dé la gana sin las sanciones que había antes, de ahí que ahora puedan hacer cosas como esas. Entiendo que la no contraprogramación pudiera restringir las facultades de las cadenas, pero permitirles hacerlo es una falta de respeto a los espectadores.
Un saludo!