El 23 de agosto se estrenó en Chile Hijos del desierto, una nueva telenovela de época cuyo primer capítulo me recomendó Jucovi hace algunas semanas. Gastón Salgado, Jorge Arecheta y María José Weigel protagonizan esta historia.
El primer capítulo, que dura una hora, se puede ver al completo en el Facebook de Mega, el canal chileno que emite esta producción de Mazal. Ya os digo que pese a esa duración se disfruta mucho y que atrapa no solo por la historia sino también por otros elementos, como la cuidadísima ambientación de una telenovela que apuesta por viajar a la primera mitad del siglo XX, poco explotada en el género al otro lado del Atlántico.
Un suceso histórico sirve como trasfondo al arranque. En 1907 se produjo la Marcha de los Obreros de la Sal, una protesta de los trabajadores que derivó en una terrible matanza acontecida en Santa María de Iquique. La historia sitúa en esa marcha a sus dos protagonistas masculinos, que entonces eran unos niños: Manolito y Pedro. El asesinato de sus padres en Santa María de Iquique los separa y mientras Manuel crece en el seno de una familia capitaneada por uno de los responsables de la matanza, Pedro acaba en un hogar de menores del que huye, para terminar en la calle.
Tres décadas después, Valparaíso recibe a Gaspar (Jorge Archeta), un policía que llega a la ciudad para combatir una banda de delincuentes liderada por Pedro (Gastón Salgado). Como el espectador adivina conforme avanza el capítulo, Gaspar es en realidad Manuel, el hermano de Pedro, y que está enamorado de Eloísa (María José Weigel), la joven doctora del Hospital Británico, con la que se reencuentra después de tres años sin verse.
Al ritmo narrativo, en el que pasan todas estas cosas y otras muchas, se suma una realización formidable, con una fotografía que tiene una calidad extraordinaria y una imagen que no ha sido tratada, lo que se agradece, teniendo en cuenta que a menudo las telenovelas de época apuestan por oscurecer o aplicar filtros, como si en la época en la que se ambientan no hubiera colores ni luz. La musicalización es excelente, pues no en vano corre por cuenta de Toygar Isikli, artífice de otras bandas sonoras como la de Juegos de poder.
No voy a comentar más porque ya os digo que me ha gustado mucho y que me quedé con ganas de seguir viéndola. Le seguiré la pista y si no se alarga, como sucede a veces en las telenovelas que se producen en el cono sur, muy posiblemente la vea, teniendo en cuenta que a partir del segundo capítulo la duración se reduce hasta llegar a los veinticinco minutos, tan habituales en las telenovelas chilenas.
Se admiten, como siempre, comentarios y opiniones de todos aquellos que la llevéis al día o que hayáis visto algo más allá del comienzo.
Comentarios
Coincido totalmente con vosotros. Ha sido toda una sorpresa la calidad tan extraordinaria del primer capítulo. Lo de los 100 capítulos tiene pinta de ser en versión internacional. En Produ son muy de usar siempre ese canon de medida.
Tienes que contarme, Jucovi, qué tal va, porque igual de animo. Quería ver, también de época, "La reina de Indias y el conquistador", que estaba esperando que se estrenara en Colombia porque no la encontré pirateada de Netflix, y resulta que parece ser que la van a editar por sus bajísimos datos de audiencia.
Alex... Fíjate si se parece a una diaria española en algunas cosas, que hay un par de planos del coche en el que viaja Gaspar a su llegada a Barón que me recordaron mucho a los planos de las españolas de época como "Acacias 38".
Un saludo!