PRIMER VISTAZO: "Corazón guerrero" (Televisa, 2022)

El 28 de marzo Televisa tuvo un doble estreno, con el lanzamiento de Corazón guerrero y La herencia. En esta entrada me ocupo de la primera, una versión de la argentina Valientes (Pol-ka para El Trece, 2009), que, como recordaréis los españoles, también tuvo una versión en este país, de la mano de Cuatro.

Alejandra Espinoza, Gonzalo García Vivanco, Oka Giner, Rodrigo Guirao y Christian de la Campa protagonizan esta historia, centrada en la venganza de tres hermanos contra el hombre que arruinó sus vidas y destrozó su familia. Con lo que no cuentan es con enamorarse de las hijas de ese hombre.

Debo reconocer que me sorprendió mucho lo bien que se desenvuelve Alejandra Espinoza pese a que es su primera telenovela como protagonista. Gonzalo García Vivanco lleva teniendo madera de protagonista desde hace muchos años, así que me alegro de que por fin lo haya conseguido. Rodrigo Guirao también me ha convencido y, quizás, el único que me desentona un poco es Christian de la Campa, más que nada por el tema de edades, algo que también me sucede con Guirao. A ver, si Jesús, el personaje de García Vivanco, es el mayor de los hermanos y García Vivanco tiene 40 años, ¿cómo encajan como sus hermanos menores Guirao, que tiene 42, y De la Campa, que tiene 40? Lo curioso es que su madre en la historia, que no aparece en este primer capítulo, será Gaby Spanic, que tiene 48. Vale que esto es ficción y que la ficción no tiene límites, pero al paso al que vamos cualquier día va a producirse el sorpasso y los hijos van a ser mayores que sus padres en la ficción.

Me alegra ver que Oka Giner sigue creciendo profesionalmente. Le auguré un gran futuro tras conocerla en Bajo el mismo cielo y el tiempo me está dando la razón. Doménica, el personaje de Oka, es la hija mediana de Augusto, el hombre que destrozó la vida de los protagonistas. Diego Olivera, como siempre, se luce con un villano que ya en el primer capítulo muestra distintos matices, algo de lo que, en principio, carece su esposa, una villana muy al uso, interpretada con soberbia por Sabine Moussier. 

Otra villana, todavía es la hija mayor de este matrimonio, a la que da vida Altair Jarabo, que tiene todas las papeletas de hacerse una villana de las clásicas, como ya demuestra en sus primeras escenas. Sorprende, eso sí, verla como hija de Diego, que encarnó a su amante en Mentir para vivir. La hija menor cae en manos de Karen Flores, que apunta maneras. Quedaos con su nombre. Por lo demás, me alegró reencontrarme con Natalia Esperón, que vuelve al género tras casi una década de ausencia, y con la siempre entrañable Ana Martín.

Los cincuenta y un minutos de este primer capítulo se ocupan de presentar a los personajes e introducir, muy sucintamente, la acción. Sabemos que los Sánchez Guerrero quieren vengarse de Augusto, parece ser que por haber matado a su padre y haberlos obligado a crecer separados. Este punto ha sido bastante criticado, porque mientras que a Jesús las cosas parece haberle ido bien, sus hermanos han pasado por un cúmulo de sinsabores, uno en prisión, y otro, en un rancho donde lo tenían, literalmente, esclavizado. Se ha dicho que esto último es insostenible en pleno 2022, pero conviene recordar que esto es ficción y que, a veces, no dista tanto de la realidad. El año pasado un servidor conoció a un hombre de unos treinta y pico años y con un porte similar al de Samuel, que a duras penas sabía hablar, escribir y hacer las cosas que todos hacemos, porque había crecido aislado del mundo, en un pueblo remoto, con unos padres de aquella manera que prefirieron criarlo entre gallinas, vacas y cerdos, que entre niños y con algo de vida social. No juzgo, pero ahí está un buen ejemplo de que a veces la realidad y la ficción se asemejan, por muy alejadas que puedan parecer.

Volviendo a la acción, el primer capítulo siembra la sospecha de que la protagonista pueda ser una hija ilegítima de Augusto, que, no obstante, siempre se ha ocupado de ella y de su familia. Más allá de estas píldoras de lo que está por venir y del primer encuentro de los protagonistas, ahí se queda el aporte de acción de este arranque.

En líneas generales, el capítulo lleva buen ritmo, deja con ganas de más y sorprende con muchas localizaciones y unos decorados bastante bien hechos. Es excepcional el temazo que tienen de entrada, una canción de Enrique Iglesias, que, creo, fue compuesta para la telenovela y que suena así:

 

Por desentonar, no me ha desentonado ni el rap que, según parece, va a ser un género musical recurrente entre los más jóvenes y, en particular, en el caso de Emma, la hija menor de Augusto. Sí me sobran, ya en el campo de la realización, los zooms que acercan progresivamente y como a ráfagas la cara de los personajes cuando, por ejemplo, reciben una noticia desagradable. A finales de los 90 no dudo que estuvieran bien, pero ahora están muy vistos. También es verdad que esta es una telenovela clásica y que en ese sentido, los zooms son algo asociado sí o sí a las telenovelas de toda la vida.

 

Corazón guerrero tendrá 120 capítulos y me estoy planteando verla porque me quedé con ganas de ver la Valientes española. Si no lo hice fue porque me olí, como así ocurrió, que iba a ser cancelada, porque le dieron una franja de emisión muy competitiva en un canal que no pasaba por su mejor momento, pero que aun así estaba mucho mejor de lo que está ahora.

¿Qué os está pareciendo a los que la lleváis al día?