El primer estreno de Televisa en este 2022 tuvo lugar el pasado 17 de enero. Ese fue el día en el que Eva Cedeño, Gabriel Soto y Andrés Palacios presentaron su Amor dividido, la versión que el equipo de Angelli Nesma ha hecho de la colombiana Allá te espero (RCN, 2013).
Allá te espero fue, por lo que he leído, todo un éxito en una Colombia en la que no es tan habitual como en México abordar en la ficción los problemas a los que se enfrentan quienes deciden ir en busca del sueño americano. Digo que no es tan frecuente, porque pienso en México y a mi memoria vienen unos cuantos títulos, como La fuerza del destino, Para volver a amar o Fuego ardiente, en las que, a través de protagonistas o secundarios se trató este tema, que Amor dividido convierte en su eje central.
La telenovela arranca con un primer capítulo que dura unos cincuenta minutos y sirve para presentarnos a los personajes principales. Entre ellos está Abril, la protagonista, una madre y mujer de campo interpretada por Eva Cedeño. Su marido, Bruno, al que da vida Andrés Palacios, decide abandonar Zacatlán de las Manzanas tras una mala racha, y probar suerte en Estados Unidos, como ha hecho la hermana de Abril, a la que las cosas parecen irle bien. En este primer escenario narrativo arropan a Eva y Andrés dos grandes del género, José Elías Moreno y Eugenia Cauduro, quienes interpretan a los padres de Abril. Ojo a Eugenia y lo bien que hace de Cielo, una mujer que, paradójicamente, es todo lo contrario a un ángel, como muestra la forma en que trata a su nieto y a su hija. Como curiosidad, José Elías Moreno repite como el abuelo de Iker García, que interpreta al hijo de Abril y Bruno, con el que ya coincidió en ese mismo rol en Vencer el desamor.
Al otro lado de la frontera, en Estados Unidos, se abre una línea narrativa de la mano de Max, un empresario interpretado por Gabriel Soto, que se ve obligado a volver a México, el país en el que nació y vivió los cinco primeros años de su vida, a hacer un negocio. Max vive felizmente unido a Debra, una joven con la que no parece tener mucho en común, a la que da vida Irina Baeva, pareja de Soto en la vida real. Debra es otro personaje que promete, y mucho, viendo que en este primer capítulo estudia abortar sin tan siquiera comunicar a su pareja que está embarazada.
Este primer capítulo tiene un buen ritmo y el capítulo te deja con ganas de más. Juegan a favor de ello, además de la historia, otros factores como los exteriores que han utilizado para grabarla, o la interesante mezcla de acentos que, según parece, fue una de las señas de identidad de la original y que el remake mantiene. En ese sentido, me llama la atención que Max y Debra usen el inglés en la intimidad, pese a que Max es mexicano y ella, como se observa poco después, desciende también de hispanoparlantes y habla perfectamente español. Puede que ahí haya algo de elitismo lingüístico, que desemboque en algún tipo de racismo conforme avance la historia. Si no, no me explico el porqué de esta situación tan curiosa, salvo que sean como un conocido presidente español que aseguraba hablar catalán en la intimidad, pese a que su lengua materna y la de su esposa era el castellano.
Me ha gustado este primer capítulo y me ha gustado mucho, además, el tema central, que os dejo sobre estas líneas, interpretado por Shaila Dúrcal y compuesto, como curiosidad, por el también actor Alex Sirvent. Creo que en México está funcionando bastante bien y no descarto verla, aunque todavía tengo que organizarme un poco, especialmente para el último semestre del año. ¿Alguien de por aquí la está viendo al día? ¿Qué tal está, ahora que ha de llevar algo más de veinte capítulos emitidos?
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