Con muchos de vosotros hablo en privado, por correo y por Whatsapp, de muchas cosas, algunas muy locas. Así, por ejemplo, hace unos días le sugería a una de vosotras un lugar para comprar vitrinas a buen precio. Imaginaos que hoy, sin ton ni son, le vuelvo a escribir a esa persona para sugerirle el mismo lugar para comprar vitrinas y que dentro de quince días vuelvo a hacer lo mismo, y así otra vez dentro de otros quince, o de un mes, y así durante tres, cuatro, cinco o seis meses.
¿Qué pensaría de mí esa persona? Supongamos que me contesta a los tres o cuatro primeros correos, porque sé que lo haría, pero, ¿cuánto tardaría en hartarse y mandarme a paseo?
Esta introducción viene a cuento de algo que me ha tocado vivir, como bloguero, dos o tres veces en los últimos tres años. Entiendo que igual que hay gente que vive el fútbol, la fórmula 1 o Eurovisión, también haya gente que viva las telenovelas. Entiendo, por esa razón, que haya gente forofa de una productora, de un actor o actriz o de un tipo de telenovela y que por eso la recomiende en redes sociales o en webs y blogs como este, faltaría más, pues para eso estamos. Ahora bien, no entiendo la insistencia con la que algunos recomiendan telenovelas, incluso antes de que se estrenen.
Hace tres años me llegó un correo en el que me recomendaban una telenovela argentina que se estrenaba en mayo… ¡y todavía era febrero! Es normal que haya expectativas y si queréis, que haya cierto fanatismo, pero recomendar una telenovela de la que solo has visto un puñado de fotos en redes sociales y uno o dos promos es como si yo os recomiendo a cualquiera de vosotros que os compréis el Dacia Spring, que saldrá a la venta en abril o mayo y del que solo he visto una fotografía. Volviendo a la telenovela argentina, la persona que me la recomendaba estuvo seis meses insistiéndome por correo en que la viera y preguntándome cuándo lo haría. Le contesté tres o cuatro correos, educadamente, insistiéndole en que no podía ver algo que no se había estrenado, y al quinto lo mandé a spam y no me quedaron ganas ni de ver de qué iba la telenovela, del hartazgo que cogí, porque no había semana en la que no me escribiera. Poco después descubrí que esa misma persona estaba haciendo lo mismo en Todotnv, una grandísima web que por aquel entonces estaba a pleno rendimiento. Fanatismos aparte, no me gustó nada su actitud.
Veo telenovelas, pero no vivo ni de las telenovelas ni de esta web. Tengo el tiempo que tengo y, aun así, procuro tomar nota de todo lo que me sugerís y cada año ver una, dos o hasta tres de las recomendaciones, siempre que sean sobre telenovelas avanzadas o ya terminadas. El tiempo es el que es y muchas veces hay que ordenar prioridades y gustos, ya que no queda de otra, pero es algo aplicable también a las series, a la lectura y a muchos otros ámbitos de nuestra vida.
Insisto, agradezco mucho las recomendaciones, y gracias a ellas he realizado grandes descubrimientos, pero me molesta la insistencia desmesurada, ya que contestar por segunda o tercera vez al mismo correo o comentario o mandarlos a spam lleva un tiempo que puedo dedicar a otras cosas.
Lo dicho, recomendaciones, las que queráis, pero realistas y sin repetir ocho, diez o quince veces el mismo comentario o correo. Vosotros y yo ganamos en tranquilidad, en tiempo, en confianza y en todo.
Comentarios
Me alegro de haberte hecho reír, porque de eso se trataba, de contar con cierto humor esto que tampoco me molesta mucho, es más algo pesado que una molestia en sí.
Te agradezco las recomendaciones y me pongo ya mismo a buscarlas para pasarlas a la tablet. Llevo un comienzo de 2021 especialmente curioso en materia de lecturas, porque todas las que he hecho han sido recomendaciones, y todas ellas muy buenas. Seguro que estas también lo son.
Un saludo!