CRÍTICA: "Içerde", por Lucía

 Esta crítica forma parte 

del IV Concurso de Críticas 

organizado por este blog

Puede contener SPOILERS

Içerde: Ay yapim 2016-2017 

39 capítulos originales de más de dos horas cada uno, protagonizados por Çagatay Ulusoy, Çetin Tekindor, Aras Bulut Iynemli, Riza Kocauglu, Mustafa Ugurlu, Damla Kolbay, Nihal Koldas, Yildiray Sahinler, Bensu Soral y Nebil Sayin entre otros muchos.

Inspirada en la película de Martin Scorsese “Inflitrados”, de ahí el título Içerde que significa adentro. Está escrita por Ertan Kurtalan y Toprak Karaoglu

Argumento:

Dos policías, dos objetivos, dos vidas opuestas, un lazo de unión que desconocen.

Sarp (Çagatay Ulusoy) será expulsado, Mert (Aras Bulut Iynemli) logrará entrar en la policía. Sarp logrará tras una condena por tratar de atentar contra Yusuf (Mustafá Urgulu), el jefe de la sección de crimen organizado, entrar en la organización de Celal (Çetin Tekindor), el mafioso objetivo de Yusuf.

Ambos están adentro: dos objetivos muy diferentes, un mismo personaje de unión. Celal.

Mientras uno lucha contra el mal, el otro lo hará en su favor. Sarp iniciará una carrera contra reloj para poder acabar con Celal, encontrar a su hermano menor perdido desde pequeño y salvar su vida, tantas veces en riesgo. Mert inicia un descenso a los infiernos hasta ser descubierto, expulsado, integrado en la organización como mano derecha, encontrar a su familia y luchar junto a su hermano por acabar con el despiadado lobo Celal.

Personajes:

Sarp es un personaje lleno de matices. Parece un matón pero esconde un herido corazón. En numerosas ocasiones nos lo presentan intentando hacer lo correcto como el policía que es y al mismo tiempo hace lo que se supone hacen los mafiosos. Tendrá que salvar la vida de muchas personas despreciables para que le cuenten lo que sepan sobre Umut o para llevar a Celal a la cárcel. Pero tantas veces como lo intenta tantas otras fracasa. Siempre con la sospecha respirando en su cogote tiene que hacer frente al frío Davut, quien lo ve como el ladrón de su posición ante Celal, al coraje que le coge Mert quien en más de una oportunidad intenta detenerle o matarle, a la envidia de la mujer de Celal por amar a Melek (Bensu Soral), la hija de este, ya que Yesin se siente atraída por él y no quiere que Melek esté por encima de su hijo Mustafá.  Tendrá que limpiar su nombre ante la policía por ser acusado de asesinato, y un larguísimo etcétera de situaciones a las que su inteligencia trata de dar la vuelta. Pero sobretodo, Sarp es un ser de amor. Amor por su hermano, por su ‘hermana’ Eylem (Damla Kolbay), por Yusuf al que considera como un padre, amor por Melek y por su vida tantas veces destruida por la maldad. Creció con el amor de una madre, siempre preocupada por su hijo pero con el sentimiento de culpa por la desaparición de su hermano. Ese amor le hizo fuerte.

En numerosas ocasiones, la interpretación de Çagatay nos hace sentir lo mismo que Sarp, su sufrimiento, su dolor, su pena, su frustración, su rabia y su fortaleza. Es el que más sufre, el que más veces es golpeado, más en riesgo está su vida una y mil veces, el más valiente para afrontar el destino nada favorable que le aguarda en numerosísimas oportunidades. Y es el que más pierde en la historia.

La desesperación cuando disparan a Melek ante él porque ella se interpuso para salvarle al percatarse de la presencia del asesino. Ella había descubierto quién era Umut pero no era el plan de Celal que los hermanos descubriesen esa verdad por lo que todo se encaminó a un trágico final.

Momento en que se consuela con su madre por la pérdida de Melek.

Su capacidad de perdón desde el primer instante en que descubre que Umut es Mert pese a ser imperdonable lo que le hizo: llevarle con Celal para matarle y cuando acude a su rescate Yusuf asesinarle y montarlo todo para resultar culpable. También destaca la inteligencia final para planificar todo un entramado para cazar a Celal y hacerle confesar todos sus delitos. Más que nunca todo lo que idearon para atrapar al mafioso entre ambos hermanos hace alusión al subtítulo de la serie: nada es lo que parece.

Porque una baza importante de la serie es la capacidad de mostrar un hecho al espectador y luego darle la vuelta para mostrar otra cara que no se había percibido.

Mert/Umut es un chico cuya infancia le ha marcado. Sufre por no tener familia o por haber sido abandonado por esta. Su única amiga es Melek, con la que creció en las calles en manos de Coskun, un explotador de niños de la calle, hasta que Celal los llevó a vivir con él. Odia a Sarp porque ocupa un lugar tan cerca de Celal mientras él tiene que estar enfrente, oculto, pese a llamarle papá. Odia a Sarp porque tiene una familia, en concreto una madre que le quiere y sufre por él. La risa es su válvula de escape de ese gran vacío que hay en su vida.

Se enamora de Eylem, la que se crió con los Yilmaz como una hermana más, a la que llama’chica de las noticias’ ya que trabaja como periodista. Le habla de su infancia y de la soledad en la que vive pero también le miente en todo lo demás de su vida, incluso, en varias oportunidades la utiliza para perjudicar a Sarp, o trata de indisponerla contra él.

Su locura se desata tras la muerte de Melek descubriéndose como un policía corrupto. Desde ese momento hará todo para acabar con Sarp con una intensidad nunca vista y desde el instante que Celal le coloca a su lado, desplaza a Sarp y, por tanto, decaen las posibilidades de acabar con el entramado del mafioso. Es traidor, egoísta, envidioso, con malos sentimientos en varias ocasiones. Es el causante de los mayores sufrimientos de su hermano. Me habría gustado que se sacrificara más por Sarp cuando descubre la verdad.

“Mert Karadag el hombre que eligió su nombre pero no su camino” fue como le definió Eylem tras recuperar a Fusun, su madre, del secuestro.

Momento en que descubren que son hermanos.

El gran cambio se opera nada más descubrir quién es su familia y lo manipulado que ha sido por Celal. Se arrepiente en ese momento por todo lo que le ha hecho a su hermano y le ayuda en todo lo que puede para acabar con ese maldito viejo que parece tener mil vidas.

Fusun, la madre de ambos, es una mujer toda corazón y bondad. Sufre por el marido que le tocó, por el hijo perdido y por Sarp al estar con Celal. Cada detención de su hijo la destroza y no encuentra la manera de que deje la organización. Su desesperación llega al punto de intentar matar a Celal con un cuchillo en plena calle, cosa que habría hecho si Yusuf no la detiene. En ese momento es cuando le cuenta que su hijo es un gran hombre con una labor muy difícil: está infiltrado y es un policía. El orgullo y amor por este hijo les une en escenas preciosas que ambos actores llevan a la perfección. Es sencilla, acogedora, serena, trabajadora y de corazón abierto y generoso. Tiene un restaurante del que vive humildemente en el barrio de Celal hasta que este ordena quemarlo tras descubrir que Sarp es un policía infiltrado en su organización.

Momento en que Sarp se da cuenta que su madre sabe que es policía.

  Yusuf es un hombre que perdió a su mujer por su obsesión por Celal. A lo largo de su carrera, intentará terminar con su reinado y fracasará cientos de veces. Pero no se rendirá. Por ello, idea infiltrar a un hombre en la organización y nada mejor que Sarp, el mejor de la academia e hijo de Metin, hombre que trabajó para Celal, para hacerlo.

Siempre en contacto con Sarp trata de ayudarle desde fuera, de guiarle, de darle apoyo sin descubrirle aunque no siempre puede o funciona lo que traman. Pero también comete errores como engañarle sobre el paradero de su hermano para mantenerlo infiltrado y a su favor. Da hasta la vida por Sarp recibiendo un disparo que casi le cuesta la vida, consuela a Sarp cuando asesinan a Melek, descubrirá una gran verdad oculta de su vida: fue padre y su hijo es policía. Un gran hombre que siempre fue el perdedor cuando la ley no alcanza a hacer justicia.

Rodaron escenas en el campo de fútbol del Besiktas.

Debieron trabajar más su faceta de padre porque la única conversación con su hijo biológico es corta y tras descubrir la traición de Mert lo lleva a trabajar en su sección.

Davut es un asesino frío, despiadado, dispuesto a cumplir los deseos de su jefe/padre, experto en moverse en las sombras, sin remordimientos. Es el killer que se aparece como una sombra cuando menos lo esperas, capaz de incendiar, colocar bombas, secuestrar, nada le impide cumplir con su cometido hasta que aparece Sarp. Se establece una competencia, donde poco a poco pierde su privilegiado puesto en el entorno de Celal. Lo que más le irrita y provoca su odio hacia Sarp es que Melek se enamora de Sarp y eso no puede resistirlo ya que él la ama en silencio. Trata de mantenerla alejada de él, incluso, recluyéndola donde indique su padre.

Nada detendrá a este oscuro personaje que ya de niño prendió fuego a la casa de sus padres y acabó suicidándose antes que delatar a su ‘padre’. Una vez más Riza Kocauglu borda su personaje sin que se parezca en nada a los anteriores. Es un actor camaleónico.

Celal es un viejo zorro curtido en mil batallas. Casi nunca se mancha las manos porque siempre tiene una pléyade de desgraciados dispuestos a salvarle y dar la vida por él. Solo cuando todos sus planes fracasan toma la pistola para acabar con sus enemigos. Nada ni nadie le importa más que él mismo ya que tuvo a su propia hija siendo explotada por Coskun. Cuando Melek descubre que es su hija solo busca manipularla para mantenerla a su lado, la hace trabajar de abogada de todos sus hombres cuando están en problemas legales, inventa mentiras para justificar que mató a la madre de Melek al irse con otro hombre, disfruta con los enfrentamiento de los hermanos Yilmaz.

Se finge un hombre pacífico, tranquilo, pero cuando las cosas se tuercen sale la ira que lleva dentro, su maldad y frialdad. Numerosos enemigos le salen al encuentro a lo largo de la historia, acabando con todos ellos, hasta que Sarp logra su detención en una jugada maestra en la que se creyó ganador.

Su final no me convenció al no cuadrarme ese final para una persona tan inteligente y encumbrada toda su vida. Me habría gustado más la venganza en la cárcel de alguien que hubiera pagado por algún asunto sucio suyo.

Alyanak es un mafiosillo que sabe sobrevivir en aguas llenas de tiburones. Comparte celda con Sarp donde se sorprende con “el chico loco”. Cuando sale de la cárcel se lo presenta a Celal para unirlo a la organización. Sarp se hace su hueco dentro desplazándole tras una traición (asesinó a la mano derecha de Celal y culpó a Sarp del asesinato pero este logró demostrar su inocencia). Es como un gato que siempre cae de pie pues lograr sobrevivir a todo teniendo oídos en todos lados y calculando qué posición le conviene más en cada momento.  El dinero es su mejor amigo así como ama mantenerse vivo. Colabora con Sarp más de una vez para recuperar la posición que algún día tuvo hasta que este logra detenerle como a toda la organización. Proporciona momentos hilarantes y chistosos. Sin el menor problema hoy puede ser tu traidor y mañana tu aliado, siempre que pueda pescar algo en ese río revuelto.

Un personaje que ronda entre todos ellos es el humor, negro muchas veces, o simple. En especial, Mert usa el humor para burlarse de Sarp y este luego le devuelve la jugada. También Baris, la persona que Sarp busca para que cuide de su familia sin que lo sepan, es un ser simple y bonachón. Su inocencia despierta las sonrisas y su imposibilidad para guardar secreto alguno pone la nota de color. O Berke, la mano derecha de Alyanak, también es un ser simple que sirve para que Hasan muestre la inteligencia (que no siempre tiene).

Ambientación:

La serie nos ha llevado por calles empedradas, escondrijos, azoteas, estadios vacíos, callejuelas, edificios abandonados o en restauración, por edificios antiguos y grandes mansiones, por lugares oscuros para ambientar la historia donde se corre, se pelea, se asesina. Una ambientación más parecida a la de Ezel.                                               

Hay muchas persecuciones y peleas. Peleas demasiado coreografiadas al estilo de las películas taquilleras de Hollywood que para mi gusto le restan a la historia. Casi todos los actores han tenido su momento para lucirse en una de esas peleas ya sean mafiosos o policías. Están bien hechas y actuadas pero inverosímiles lo que le resta que le dé un nueve a la serie.

Todo ello cuenta con la grandísima banda sonora compuesta por Toygar Isikli que nos lleva de la acción a la melancolía, de la tensión a la tristeza. La entrada con una guitarra eléctrica marcando el paso a los violines y celos es una joya que produce adrenalina. Desde luego componer una música a partir del golpeteo de Coskun con su anillo en cualquier superficie: taktak tata tak es imaginativa, llamada “Yüzük” (anillo). La triste “Veda” (despedida) con la flauta marcando al personaje. Algunos temas tienen diferentes versiones al ser más largas o más cortas, más lentas o más rápidas. Un tema dulce con guitarra eléctrica para “Melek” (“Imkansizask”) y otro titulado fuego y fiebre para ella y Sarp con las cuerdas marcando el ritmo y su versión más tierna en piano. Toda la banda sonora es un rotundo diez.

Muy buena idea presentar los personajes en el cartel y en el cierre de capítulo como una especie de cómic con lo que le rebaja la tensión de la historia.

Curiosidades:

En uno de los tantos coches usados por Sarp a lo largo de la historia, la matrícula contenía parte de las letras de su apellido Yilmaz, el mismo apellido que tenía el personaje de Feriha en la primera historia como protagonista (El secreto de Feriha).

En el bolüm 34 colocaron en los créditos finales fotografías que pidieron a los espectadores que colgaran en Twitter e Instagram con sus hermanos, finalizando con la de Aras y Çagatay, de espalda, en el campo en el que los actores de la serie jugaron un partido de fútbol de carácter solidario. 

Un error es haber grabado el final al mismo tiempo que el inicio porque a lo largo de los capítulos le crece la barba al actor y en su ceremonia de reconocimiento y premio no la tiene, como en las escenas iniciales.

Arriba, escena del primer capítulo y abajo, escena del último.

En la última escena donde la familia visita a Umut en prisión la tiene.

El restaurante utilizado para situar el Kebab de Celal en Içerde fue inspeccionado por la policía tras verlo en televisión ya que el departamento de contrabando sospechó que las ánforas del exterior pudieran ser antiguas. El departamento de arqueología comprobó que la que tenía tierra pertenecía al periodo bizantino. El restaurante se encuentra en Beyoğlu Hasköy.

Çagatay Ulusoy en los tiempos que rodó Içerde se fotografió ante la casa en la que grabó Medcezir y lo puso en su twitter.

Divinity se inventó la existencia de una primera temporada al dejar de emitir la serie por considerar baja su audiencia. Mucho tiempo después fue retomada en las mañanas para finalizar la historia sin apenas publicitar su regreso.

Mi nota para la serie es de un 8’5.

Crítica realizada por Lucía

España