CRÍTICA: "Juegos de poder", por Jucovi

Esta crítica forma parte 
del IV Concurso de Críticas 
organizado por este blog
Puede contener SPOILERS

Chile (Mega), 2019 | Historia original de Luis Ponce | 161 episodios (de 25-35 minutos aprox.)
¿Es la justicia igual para todos? ¿Qué ocurre cuándo la persona que ha cometido un delito pertenece a una familia con dinero y poder? En torno a estas cuestiones gira Juegos de poder, una telenovela que arranca con el atropello de dos hermanos por parte del hijo de uno de los candidatos a la presidencia del país, candidato que, por supuesto, hará todo por tapar este homicidio imprudente que puede arruinar su campaña. La estructura de la historia es la de un efecto dominó: ese atropello es el detonante a partir del cual se desarrollan una serie de tramas en las que predomina el suspense, en las que a veces se juega con el misterio y que incluyen varios giros de guion, algunos sorprendentes y otros más predecibles. Es una telenovela muy ágil, en la que las situaciones no se alargan, sino que los conflictos se van resolviendo, a veces en solo un par de capítulos, y van siendo sustituidos por otros nuevos, casi siempre consecuencias de los anteriores.
Un guion muy fluido que se sustenta en unos personajes muy bien perfilados y muy complejos. Salvo unos pocos que podemos considerar "buenos" o "villanos", la mayor parte de los personajes son difíciles de clasificar y en muchas ocasiones no actúan de la forma que podríamos esperar de ellos. El elenco lo encabezan dos grandes figuras de la televisión chilena: Álvaro Rudolphy y Jorge Zabaleta. Rudolphy es Mariano Beltrán, candidato a la presidencia del país y padre del culpable del atropello, mientras que Zabaleta es el fiscal Aníbal Ramos, encargado de investigar el atropello y que no parará hasta hacer justicia y ver a Beltrán entre rejas. Ambos están soberbios y nos regalan un duelo interpretativo memorable.
Aníbal Ramos (Jorge Zabaleta) y Mariano Beltrán (Álvaro Rudolphy).
Tenía miedo de ver en Mariano a un Armando Quiroga (el personaje de Álvaro en Perdona nuestros pecados) metido en política, pero Rudolphy los diferencia por completo en su interpretación, desde sus gestos hasta su manera de hablar. Además, Mariano Beltrán no es un villano total como Quiroga, es un personaje con muchos más matices. Es un político, un maestro de la mentira, experto en persuadir a los demás mostrando siempre su mejor cara. Pero no es un hombre malvado, es un personaje muy humano, marcado por unos hechos que ocurrieron en su infancia, y que incluso al comienzo de la historia quiere actuar de manera honesta y denunciar a su hijo ante la policía, siendo su mujer y su abogado quienes le convencen de tapar el atropello. Sin embargo, poco a poco, Mariano se irá obsesionado con el poder, con llegar a ser el presidente de Chile y, para lograr su objetivo, irá cruzando todos los límites. Álvaro Rudolphy es un actorazo, da igual que haga de bueno o de malo, drama o comedia, siempre borda cualquier personaje, y como Mariano está espléndido, consigue que ames y odies al personaje a partes iguales.
Por otro lado, el fiscal Ramos, el personaje de Zabaleta, es la némesis de Mariano Beltrán. Es el héroe de la telenovela y su objetivo es hacer justicia y que tanto Beltrán como su entorno paguen por todos sus chanchullos y crímenes. No lo tendrá nada fácil, pues se topará una y otra vez con la corrupción imperante y con que los ricos y poderosos mueven todos los hilos necesarios para tapar sus trapos sucios. Jorge interpreta a la perfección a este personaje, que también cuenta con sus luces y sus sombras. Como profesional, Aníbal es un fiscal intachable e incorruptible, pero en el ámbito personal su vida es un desastre. Es alcohólico y en el plano sentimental se pasará la mayor parte de la historia debatiéndose entre dos mujeres.
Aníbal (Jorge Zabaleta) junto a su ex mujer, Karen (Íngrid Cruz).
Por un lado, Aníbal sigue enamorado de su ex mujer, Karen, quien trabaja como jefa de prensa de Mariano Beltrán y que es, además, su amante. Karen es un personaje muy complejo cuyas acciones en ocasiones cuesta comprender, aunque eso no quita que Íngrid Cruz haya hecho un grandísimo trabajo interpretándola, pues no es para nada un rol fácil. En la vida real Íngrid y Jorge son amigos desde hace más de veinte años y se nota que disfrutan trabajando juntos, tanto en las escenas de peleas como en las más románticas. Cuando Aníbal descubra la relación entre el candidato y la mujer que ama, el caso se volverá para él un asunto personal y su odio hacia Mariano se acrecentará, provocando que el fiscal ponga mucho más empeño en hacer caer al político.
Karen y Aníbal tienen una hija en común, Rocío, interpretada por Alondra Valenzuela, una niña muy carismática que muestra una gran complicidad con Jorge y también con Alejandra Araya (Cinthya).
Aníbal y su compañera Cinthya (Alejandra Araya).
La subcomisario Cinthya Bravo, mano derecha del fiscal en la investigación, es tan justa e incorruptible como Aníbal y está totalmente enamorada de él. Alejandra Araya da vida a esta mujer, sin duda el personaje más adorable y tierno de esta historia, con el que más se empatiza. Hay que tener mucho talento para pasar de una villana tan perturbada como Isabel Quiroga a un personaje tan luminoso como Cinthya, a Alejandra le espera un gran futuro por delante y espero verla pronto como protagonista absoluta de una telenovela. Aníbal y Cinthya forman un gran equipo profesional, aunque como pareja romántica no terminaban de convencerme; no sé si será por la diferencia de edad (podrían perfectamente hacer de padre e hija), pero yo a Jorge y Alejandra no les veía demasiada química.
Mariano está casado con Pilar Egaña (Francisca Imboden).
Con permiso de Karen y Cinthya, la gran protagonista femenina de la telenovela es Pilar Egaña, la esposa de Mariano Beltrán, interpretada por Francisca Imboden. Pilar es la típica señora de clase alta y de ideología conservadora, homófoba y antiabortista, pero también tremendamente hipócrita, siempre preocupada de las apariencias y del qué dirán. A pesar de ello, no es una caricatura y, aunque cometa algunas maldades, ni siquiera puede considerarse una villana en sentido estricto, es un personaje complejísimo y muy humano. Una mujer a la que han educado para ser primera dama y sin más aspiración profesional que ser la esposa perfecta. Una mujer que vive engañada y de espaldas a la realidad, pero que poco a poco irá abriendo los ojos y evolucionando. Una madre que quiere a sus hijos, especialmente a Camilo, por quien será capaz de hacer cualquier cosa. Imboden brilla con este personaje y no me imagino a ninguna otra actriz en él.
Mariano y Pilar tienen tres hijos: Francisco, Camilo y Florencia. Pedro Campos interpreta a Francisco, "Pancho", el hijo mayor y el favorito de Mariano. Francisco es homosexual y regresa de Estados Unidos anunciando que se va a casar con su novio, lo cual resulta problemático para la campaña de su padre, que intenta ganarse el voto conservador. Es quizás el personaje más bondadoso y cándido de la historia y será uno de los vértices de un complejo y oscuro triángulo amoroso gay que está tratado con total naturalidad. Simón Pesutic es Camilo, el hijo irresponsable que comete el atropello que sirve de detonante para la trama, un personaje que al principio no soportaba por su constante victimismo, pero que sufre una gran evolución por la que conseguí entenderlo y hasta terminó cayéndome bien. La hija menor del matrimonio es Florencia, una adolescente a la que, sin embargo, interpreta una actriz de 28 años: Manuela Moreno. Como curiosidad, Manuela es en la vida real nieta de Héctor Noguera, su abuelo en la telenovela, en la que también coincide con otra de sus nietas y hermana en la vida real de Manuela: Catalina Stuardo, quien interpreta a Fabiola Briceño, un personaje secundario muy importante en una parte de la historia.
Mariano, Pilar y sus tres hijos: Camilo (Simón Pesutic), Florencia (Manuela Moreno) y Pancho (Pedro Campos).
Una de las relaciones más interesantes y complicadas de la telenovela es la que tiene Pilar con su hermana Verónica, a la que da vida Patricia Rivadeneira. Verónica Egaña es mi personaje favorito, una mujer que pasa por muchas situaciones diferentes y que guarda alguna que otra sorpresa, con una interpretación de sobresaliente por parte de Patricia, quien consigue que empaticemos muchísimo con este personaje. Verónica está casada con Matías Bennet, un profesor universitario que también esconde más de un secreto, y que es magistralmente interpretado por Claudio Arredondo, quien hace un papelón. Verónica y Matías tienen un hijo, Benjamín. Augusto Schuster interpreta a este joven estudiante de Derecho, que es el gran villano de la telenovela. Benjamín Bennet es un auténtico psicópata, un personaje realmente odioso y malvado, pero al que terminaremos comprendiendo cuando conozcamos el origen de su trastornada personalidad. Schuster se ha quitado el sambenito de galán juvenil y ha demostrado que es muy buen actor y que se le dan genial los villanos, luciéndose con este personaje que va ganando peso hasta que al final prácticamente se equipara a Mariano y Aníbal en cuanto a importancia en la trama.
Verónica (Patricia Rivadeneira) con su hijo, Benjamín (Augusto Schuster), y su marido, Matías (Claudio Arredondo).
Completa la familia Egaña Patricio, el padre de Pilar y Verónica, un hombre muy poderoso interpretado por Héctor Noguera. Patricio Egaña es de los pocos personajes que podemos clasificar directamente como "malo", pues a diferencia del resto de personajes, es un villano del que no se nos muestra ningún atisbo de humanidad ni nos explican por qué es como es. Héctor Noguera es un primerísimo actor y como Patricio está fantástico, crea un personaje totalmente detestable.
Patricio Egaña (Héctor Noguera), Gustavo Toro (Rodrigo Soto) y la fiscal Acosta (Solange Lackintong).
Muy cerca de los Beltrán-Egaña, aunque sin pertenecer a la familia, encontramos a Rodrigo Soto como Gustavo Toro, el abogado de Mariano. Se trata de la mano derecha del candidato y el encargado de hacerle el trabajo sucio, un personaje muy interesante con el que Rodrigo hace un grandísmo trabajo. En el lado policial tenemos a Jorge (Fernando Olivares), el policía compañero de Cinthya, y a la fiscal Beatriz Acosta, una mujer corrupta que vendría a ser todo lo contrario al fiscal Ramos y que es muy bien interpretada por Solange Lackintong.
Raúl Salgado (Roberto Farías) junto a su ex mujer, Elena (Paula Sharim), y su actual esposa, Susan (Lorena Capetillo).
Por último, tenemos el núcleo de los Salgado, una humilde familia a la que pertenecen las grandes víctimas de la historia. Paula Sharim y Roberto Farías son Elena y Raúl, los padres de los chicos atropellados, quienes afrontarán la tragedia de dos maneras muy distintas. Están divorciados y él se ha vuelto a casar con Susan (Lorena Capetillo), un personaje que da muchísimo juego a nivel argumental. En el fatal accidente murió Tomás (Diego Boggioni) y sobrevivió, con secuelas, Samuel (Juan Carlos Maldonado), un prometedor estudiante de Arquitectura. Durante su convalecencia, será visitado por una compañera de clase con la que antes apenas tenía trato: Antonia (Fernanda Ramírez), la novia de Camilo Beltrán y que iba en el coche con él y Benjamín cuando se produjo el atropello. Sin saber que ella también es culpable por omisión de lo que le pasó, Samuel se enamora de Antonia y ella de él, complicando aún más las cosas. Antonia y sus padres son unos personajes que al principio parece que tendrán importancia, pero que a medida que avanza la telenovela van perdiendo peso hasta casi desaparecer.
Samuel (Juan Carlos Maldonado) y Antonia (Fernanda Ramírez).
Aunque Juegos de poder está lejos de ser una telenovela rosa, además de Samuel y Antonia o Aníbal y Cynthia, a lo largo de la trama irán surgiendo otras sorprendentes parejas y triángulos amorosos, romances muy retorcidos entre personajes que en un principio jamás hubiéramos imaginado que pudiesen llegar a tener una relación. Sin renunciar a estos elementos románticos, la telenovela es principalmente una historia de suspense que cuenta el juego del gato y el ratón entre Aníbal Ramos y Mariano Beltrán, quienes representan la lucha entre la justicia y la corrupción. La telenovela toca temas muy fuertes y tiene mucha crítica social, pero además es entretenidísima y adictiva. Excepto los primeros capítulos y alguno más, que duran unos 45 minutos, la mayoría de episodios duran en torno a una media hora; al principio tiran más a los 35 minutos y a partir del capítulo 50 o así apenas pasan de los 25. Capítulos que no llegan a la media hora y en los que, sin embargo, pasa de todo, tiene un ritmo brutal.
En el lado negativo, el ritmo frenético conlleva que algunas situaciones, como juicios o ingresos hospitalarios, se resuelvan demasiado rápido. También hay quienes han criticado que algunos personajes desaparezcan a mitad de la historia y, aunque es cierto que algunos de ellos quizás podían haber dado más de sí, en otros casos me gustó que sacaran a los personajes una vez que cumplieron su funcion en la trama en lugar de dejarlos hasta el final si ya no tenían nada que aportar.

Los cinco protagonistas forman un triple triángulo amoroso.
Algo que parece gustarle al escritor Luis Ponce, y que ya hizo en Amanda, es que no todo se descubra, que haya algunos secretos o acciones de los villanos de los que los personajes nunca lleguen a enterarse. Es algo muy realista, pues en la vida real siempre hay secretos que se llevan a la tumba, pero que en una telenovela a veces puede resultar frustrante. Hay también ciertos momentos en los que me dio la sensación de que los guionistas improvisaron, pues había tramas, como el acercamiento entre Mariano y Elena, que parecían ir en una dirección y, de pronto, tomaron otro camino. El final me pareció también algo descafeinado y, en mi opinión, no estuvo a la altura del gran desarrollo de la historia, me esperaba un desenlace más potente.
Como suele ser habitual en las telenovelas nocturnas chilenas, los personajes usan palabrotas sin ningún tipo de censura; si Telemundo la emitiera tendrían que silenciar la mitad de los diálogos. Dentro del ajustado presupuesto que suelen tener las producciones de Mega, la realización es muy buena. Eso sí, para ser un candidato a la presidencia del Gobierno, Mariano Beltrán tiene un despacho muy pobre y algunos de sus mítines y actos de campaña parecen más propios de alguien que se presenta para alcalde de un pueblo que para el cargo más importante de un país. Los decorados están bien, solo me chirríaban el armario verde tan feo que tenían los Beltrán-Egaña en el salón y que no pegaba nada con la decoración del resto de la casa, y la extraña puerta de la casa de Elena, que se abría por los dos lados, como si no tuviera bisagras. A nivel técnico, destacaría la magnífica labor del equipo de maquillaje, con heridas y cadáveres que causan gran impacto por su veracidad. Todo acompañado de una musicalización instrumental realizada por el gran compositor turco Toygar Isikli, aunque no me gustó que reutilizaran algunos soundtracks de Perdona nuestros pecados.
Pero bueno, a pesar de estos defectillos sin importancia, Juegos de poder fue la mejor telenovela que vi en 2019. Aunque la historia en principio no os llame la atención o no sea el tipo de telenovela que soláis ver, os animaría a que le dieseis una oportunidad, porque estoy seguro de que os va a enganchar y no podréis parar de ver un capítulo tras otro. Además de las grandes interpretaciones del elenco y la complejidad de sus personajes, destacaría lo entretenidísima que es y el ritmo que tiene, pues pasan cosas todo el tiempo sin dar un respiro al espectador. Os la recomiendo muchísimo a todos.
NOTA: 9,25

Crítica realizada por Jucovi
España

Comentarios

GAFEMO ha dicho que…
Buenos días:

Jucovi y esta crítica abren un ciclo de críticas con un punto muy interesante, que es que sus propios autores las han maquetado en un blog de pruebas idéntico a este. Es una de las novedades que traía esta edición del concurso y me alegra que dos participantes se hayan animado a ello, creo que sin que ninguno de ellos hubiesen blogueado nunca.
La segunda de esas críticas maquetadas por los propios autores la tendréis aquí mañana y tuvo un añadido de dificultad del que Jucovi se salvó por cuestión de días. Ya os lo comentaré.
En lo que a mí me toca, no voy a negar que agradezco también haber trabajado algo menos gracias a estos dos participantes, porque al final lo que veis aquí es solo un copia y pega de lo que ellos han hecho en el blog de pruebas.

Un saludo!
Ange de Berry ha dicho que…
Magnifica critica Jucovi !
Altair ha dicho que…
Muy buena crítica Jucovi. Nivelazo. Por como la has descrito, me has despertado curiosidad por verla.

Saludos.
Thalysson ha dicho que…
A Juegos de Poder ya la tenía visto algunos capítulos en el comienzo del año, pero no pude dar continuidad por cuestiones personales. Se me había pasado el ánimo en cuanto a esa historia, pero al leer tu crítica estoy cierto de que pronto la retomo. Te felicito por el buen trabajo!
Lucía ha dicho que…
Hola

Buena crítica. Rudolphy es un actor extraordinario que puede con cualquier personaje pero lo que me echa para atrás a la hora de verla es que creo que son más de trescientos capítulos y por cortos que sean el número asusta.
tessa ha dicho que…
Jucovi la has hecho, la has editado y preparado solo, esto tiene mucho merito.
Además las fotos todas igual de ordenadas y m
tessa ha dicho que…
Bueno que muy bien...se me escapó el comentario ...jaja
Jucovi ha dicho que…
Gafemo, gracias por todo y no es verdad que solo hicieras el copia y pega, también te curraste un vídeo explicándonos tú mismo como maquetar la crítica paso a paso, sin esa ayuda no me habría resultado tan fácil hacerlo.

Muchas gracias Ange, Altair, Thalysson y Lucía, me alegro de que os haya gustado y de que mi crítica os haya dado ganas de verla, os animo a que os miréis el primer capítulo y así veis si os gusta. Lucía, la que dices es Perdona nuestros pecados que tiene 312 capítulos, Juegos de poder tiene 161, yo te recomiendo las dos, enganchan bastante y tienen sus parecidos, pero PNP es más melodrama clásico y JDP más thriller.
Jucovi ha dicho que…
Gracias tessa, como ya dije Gafemo nos ayudó con un vídeo en el que explicaba cómo insertar las fotos y todo lo necesario para editar la crítica.
Andrea ha dicho que…
Muy buena crítica, todo muy bien explicado y detallado. Anima a verla aunque me echa para atrás el número de capítulos.
De todas formas, la apuntaré por si algún día me da por verla.
Altair ha dicho que…
Es verdad, no sólo ha sido el copia-pega. Gafemo se curró un tutorial, ya que sin él, hubiésemos estado perdidos.

Saludos
Marta ha dicho que…
Otra crítica que también me ha gustado mucho y animado a ver la telenovela. A Álvaro lo vi vamos a decir que de villano en una telenovela que se llamaba "El señor de la Querencia" y a Zavaleta lo vi no hace mucho en "Señores Papis". No sé qué pasa con las telenovelas chilenas que no se exportan tanto como las estadounidenses o las mexicanas, pero por calidad de guiones, interpretaciones y realización no será.

Me estáis intrigando con lo del tutorial. Gafemo, por fa compartelo con las cobardicas que nos atrevimos a editar nuestras críticas.

lolita ha dicho que…
muy buena critica jucovi! felicidades!
saludos!