El pasado día 1 Azteca estrenaba La Bandida,
sí, esa misma historia que comenzaron a rodar en el verano de 2017 y que han
tenido un par de años guardada en un cajón. Bueno, matizo, guardada en un cajón
para México, porque bien que han sabido venderla a Telemundo Internacional, a
Amazon y a varias cadenas hispanoamericanas.
Sandra
Echeverría se mete en la piel de Graciela Olmos, un personaje real, que vivió
entre los siglos XIX y XX. Quizás para un mexicano el nombre de esta valiente
sea más conocido que para mí, que tuve que leer artículos como este
para sumergirme un poco en lo que iba a ver en el primer capítulo de la
telenovela.
La
historia arranca en 1938 con Graciela retenida, sin que el espectador sepa por
qué, y confesando cómo fue su vida desde que era una niña huérfana de madre y
criada por su padre, uno de los trabajadores de una importante hacienda. El
capítulo se mueve entre 1938 y 1907, con Sandra introduciendo los distintos
recuerdos de la niñez de la que en aquel entonces era una niña de 13 años
llamada Marina. Su de por sí durísima vida se quebró definitivamente cuando los
bandidos de Pancho Villa arrasaron la hacienda y mataron a su padre y a su madrastra.
Decidida a salvar su vida y la de su medio hermano, más pequeño que ella,
Marina optó por huir al DF en busca de una tía materna de cuya existencia supo
unos meses antes.
En
estas pocas líneas os he resumido lo que pasa en los cuarenta y un minutos que
dura el primer capítulo. Me ha sorprendido este metraje, así como el hecho de
que termine con un fundido a negro, sin crédito alguno, pero es lo único que he
encontrado a partir de su emisión en Azteca –de hecho, tardé diez días en dar
con una web que tuviese los capítulos de esta telenovela para ver online–. Independientemente
de su duración, se disfruta viéndolo, tiene buen ritmo y la historia de Marina engancha
y deja con ganas de saber más sobre ella. Detrás del guion se encuentran, que
no os lo he dicho, Carlos Quintanilla y Adriana Pelussi que venían de hacer en
Televisa Sin
rastro de ti y que acaban de escribir Control Z para Netflix.
Respecto
al elenco, me ha gustado ver a Sandra Echeverría vestida de época. Ha tenido
poca acción, porque toda ella cae en este primer capítulo en la joven Jenny
Kay, que disfruta de lo lindo dando vida a esta mujer, que ya de joven era de
lo más atrevida. Parece ser que entre ella y Sandra hay una tercera bandida, Julieta Grajales, que
interpreta al personaje en su juventud. No tengo nada en contra de Julieta, que
me cae muy bien, pero… ¿era necesario? Que estamos hablando de que Julieta es solo
dos años más joven que Sandra. ¿No podía Sandra asumir el personaje desde su
juventud hasta la edad adulta, como ya hizo con otra Marina hace catorce años?
Junto a Sandra y a Jenny aparecen también, aunque con más presencia que diálogos, Marcelo Córdoba y Christian Chávez, entre otras caras conocidas.
Junto a Sandra y a Jenny aparecen también, aunque con más presencia que diálogos, Marcelo Córdoba y Christian Chávez, entre otras caras conocidas.
Azteca
no produce en solitario esta telenovela, sino que lo hace con Sony Pictures y
Teleset. Es ahí donde se nota el salto cualitativo a nivel de realización en un
capítulo que transcurre con equilibrio entre interiores y exteriores y en el que está
cuidadísimo todo lo relativo a vestuario, armas y demás objetos de época que
aparecen en escena.
Me
encantó la musicalización y me encantó el tema principal, al que Sandra pone su
voz, como suele ser habitual en las telenovelas que protagoniza. Ya comenté al hilo de La
usurpadora que lo que tiene de buena actriz lo tiene también de
cantante y compositora y me reafirmo. Os lo dejo por aquí:
Tenía
pensado verla –llevo dos años con esa idea– y espero hacerlo siempre que se
confabulen a mi favor dos circunstancias: que Azteca la emita íntegramente y
que alguna alma caritativa la suba a internet, a la web donde conseguí el
primer capítulo. Ojalá así sea.
Comentarios
Aquí os comparto el enlace: https://www.facebook.com/ArmandoCruzOf/photos/a.700995140725621/731473837677751/
Yo también llevaba buscándola desde que salió y no la encontraba por ningún lado.
Gracias, Rosario, por la web. Me la apunto, porque además está mejor que el lugar donde la encontré yo, o, al menos, libre de publicidad, lo que siempre se agradece.
Un saludo!