DIFERENCIAS CULTURALES: Sistemas de salud

Tenía ganas de abordar este tema, aunque puede que las circunstancias en las que nos encontramos no sean las mejores para hacerlo, con una pandemia mundial que está sacando a la luz virtudes y defectos de los distintos sistemas sanitarios que hay en el planeta.

  

El 85-90% de los personajes que requieren hospitalización en una telenovela hispanoamericana, con independencia del país, acaban siendo ingresados en hospitales privados. Allí pagan por todo, como se ve en esa factura ficticia que preside estas líneas y que recibe Noelia (Paola Fernández), cuando dan de alta a su madre tras varios días ingresada. Hablo, que no lo he dicho, de la T2 de La Doña  (Telemundo y Argos, 2019). Evidentemente es ficción, pero sorprende que se len cobren hasta 21 pesos (0,87 euros) por el brazalete de identificación, que al menos en España es una tira de papel con una pegatina en la que figuran tus datos.

Casualidades de la vida, al día siguiente de encontrarme con esa factura me topé con otra, esta vez en Vencer el miedo (Televisa, 2019). Inés (Arcelia Ramírez) había estado hospitalizada y habían tenido que pagar, por ello, el total que se aprecia en la captura que tenéis más arriba: 100.000 pesos, unos 4.200 euros. Es habitual que en las telenovelas, como es el caso de Inés, se escuche a los personajes hablar de seguros médicos que, generalmente, no tienen, lo que los coloca en serios aprietos a la hora de afrontar gastos hospitalarios como ese que le llega a ella.

No quiero entrar a valorar los sistemas de salud del otro lado del charco; es un tema muy serio y si no se sabe nada al respecto, es mejor estar callado, por eso me gustaría que quienes entráis en el blog desde el otro lado del océano nos explicaseis cómo funcionan los servicios sanitarios de vuestros países o regiones.

En el caso de España, la sanidad pública convive con la privada, si bien el Sistema Nacional de Salud atiende a todos los ciudadanos, sin coste alguno y con medios que en ocasiones están por encima de los sanidad privada, al menos en mi comunidad autónoma, donde abundan centros de salud y hospitales públicos y los privados se cuentan con los dedos de una mano. Aunque para mi gusto funciona muy bien, es un sistema que, por lo menos en Asturias, necesita aligerar listas de espera y reforzarse medios personales, ya que de nada sirve tener las mejores máquinas si faltan profesionales que las manejen. Como cada comunidad gestiona su sistema de salud, no estoy tampoco muy puesto en cómo funciona la sanidad en cada una de ellas, por lo que también recibiré, encantado, vuestros pareceres.

Pública, privada o híbrida, lo que está claro es que la sanidad está jugando un papel clave en esta crisis que vivimos y creo que no está de más reconocer el trabajo de los sanitarios de todo el mundo a lo largo y ancho del planeta.