El 27 de mayo se estrenaba en Chile, a través de Canal 13, Río Oscuro, una nueva telenovela de misterio. Gracias a Jucovi supe
del estreno de esta historia, que protagoniza Amparo Noguera.
Todo
comienza con la desaparición de Manuel, el hijo de Clara (Amparo Noguera),
mientras realizaba un retiro espiritual en un valle interior del interior de
Chile. Dos años después las autoridades no han podido dar respuestas a los
interrogantes de Clara, por lo que ella misma decide trasladarse a la zona de
la desaparición con miras a saber qué fue de su hijo. De la que iba viendo las
primeras escenas no podía evitar acordarme del caso de Borja
Lázaro, el español desaparecido en La Guajira colombiana en el 2014. Una
extraña desaparición, en una zona también interior, un espacio de tránsito de
narcotraficantes y en el que aún viven distintas tribus indígenas, con una
serie de costumbres que en un primer momento llaman la atención. Como con
Manuel, nada se supo de Borja y su familia viajó al lugar donde se le perdió la
pista en busca de respuestas que aún no llegan. Ambos casos tienen unos cuantos
elementos en común.
Volviendo
a la telenovela, el primer capítulo te deja con una sensación rara. Tiene un
buen ritmo narrativo, sí, pero la atmósfera de misterio que lo envuelve y que
al principio juega a su favor, al final termina por cansar. También es verdad
que dura más de una hora, lo que no lo beneficia. Desde un punto de vista estrictamente
narrativo, se agradece que el espectador vaya un poco por delante en relación a
Clara y sepa algo de lo que le ha pasado a Manuel, a través de pequeños flashbacks. Hay también pequeños puntos
de giro interesantes.
Respecto
al elenco, Amparo Noguera se luce como Clara. Muy bien también Julio Milostich,
como Juan, y Claudia Di Girolamo, como Concepción.
Río Oscuro tiene una buena realización y todo lo
que gana con los abundantes exteriores, como ese olivar tan bonito que se nos muestra en el capítulo, lo pierde en los decorados, que se ven
muy acartonados. Vale. Es cierto que Río Oscuro no es un pueblo extremadamente
rico, pero los decorados se ven muy poco elaborados y demasiado oscuros.
Este
primer capítulo no consiguió despertar mi interés como espectador en saber qué
le pasó a Manuel. Reconozco el potencial que tiene la historia, pero ni la
atmósfera ni los personajes me llaman especialmente la atención. Los tópicos de
la madre coraje y la investigación que no avanza son tan realistas como archirrepetidos.
Eso sí, aquí se les añaden temas más atractivos como el consumo de sustancias alucinógenas y la realización de determinados rituales en un pueblo tan peculiar como Río Oscuro, el escenario de la historia.
No
la veré, pero deseo que Clara encuentre pronto respuestas y que los que la
véais encontréis ese interés que yo no pude hallar en este primer capítulo.
Comentarios
@Ange... Gracias por tus palabras. Por supuesto que podrás inscribirte cuando se celebre, ya que es un concurso en el que puede participar cualquier persona de cualquier lugar.
@Jucovi... Después de publicar esta entrada y releerla le volví a echar un vistazo a ese primer capítulo. Para mí tiene tres problemas:
1) La forma en la que se narra. Quieren mantener la intriga en todo momento y al principio lo consiguen, pero luego como que van quedando cosas inconexas. Se entra en materia desde el primer minuto, precisamente porque quieren intrigar, pero quizás hubieran logrado despertar más interés presentando a Manuel. ¿Qué le lleva a Río Oscuro? ¿Cómo era la relación con su madre? Dar detalles para meternos en contexto y generar la intriga desde algo más que el hecho de la desaparición. Pese a todo, tiene buen ritmo.
2) La duración del capítulo. Es excesiva para un primer capítulo, por muy buen ritmo que tenga. Si estás viendo una telenovela o una serie y te meten un capítulo de una hora cuando llevas ya diez o veinte, te da igual. Pero cuando es el primero se corre el riesgo de cansar al espectador por muy bien que esté.
3) Nos falta contexto y la historia no nos lo da. Aquí aparecen pueblos, personajes y costumbres que parecen muy típicos de determinadas zonas de Chile. Desde España poco o nada sabemos sobre, por ejemplo, esos rituales que llevaban a cabo los amigos de Manuel. Quizás si a través de los diálogos nos hubiesen explicado algo más, el interés habría sido mayor.
Un saludo!