Corría el año 2003 cuando los españoles conocimos a una serie de personajes que
rápidamente se ganaron el cariño del público: Juan Cuesta, Paloma Hurtado,
Marisa y Vicenta Benito, Mauricio Hidalgo, Emilio Delgado y muchos otros
nombres que me dejo y que formaban parte del edificio más popular de España en
aquella época: el número 21 de la calle Desengaño, en Madrid.
Sí,
os estoy hablando de Aquí no hay quien
viva, la serie que Alba Adriática, entonces en manos de José Luis Moreno,
produjo para Antena 3 entre 2003 y 2006, todo un hito televisivo que traspasó
fronteras, contando incluso con adaptaciones en Hispanoamérica, todas ellas en
formato serie, excepto una, que se hizo en formato telenovela. El canal
colombiano RCN se encargó de producirla junto a Sony Pictures. La serie
original y ese remake en versión telenovela son objeto de este nuevo Cómo han
pasado los años.
Bajo
el mismo título que la original, RCN y Sony sacaron adelante en el 2008 su
propia versión de la serie. No solo respetó el título, también optó por
mantener los elementos que habían hecho de la serie un éxito en España: un
edificio de portería, seis viviendas repartidas en tres plantas y un desván que
daba cierto juego. En líneas generales, y más allá de llamar Salsipuedes al
edificio, los únicos cambios que hicieron en Colombia fueron en lo que a los
nombres de los personajes se refiere: Emilio pasó a ser Wilson Emilio; Marisa
se convirtió en Finita; Vicenta, en Isabel; doña Concha, en doña Magola y
Paloma, en Yaneth, por poneros algunos ejemplos.
Sí
se mantuvieron algunos nombres de la original: en Colombia hubo un señor Juan,
un Mauri, un Fernando, una Bea, un Roberto, un Andrés…
Los
responsables de adaptar la serie y convertirla en una telenovela no tocaron
mucho los guiones. Por poneros un ejemplo, así comienza Érase una mudanza, el primer capítulo de la serie, bautizado como Érase un trastero en la telenovela:
Misma
situación, mismos objetos (cambiando la tele de culo del Roberto español por el
plasma del colombiano) y prácticamente todo en esta primera escena que permite
conocer a todos los vecinos y que en el remake alargaron haciendo que –Lucía Carolina– llame a un piso más antes de que aparezca Vicenta –Isabel–. Los diálogos son
prácticamente idénticos y la única gran diferencia es que el perro de la en la
telenovela colombiana es un yorkshire.
Bromas
aparte, lo cierto es que la serie española y la telenovela colombiana sí tienen
sus diferencias a nivel argumental, debidas al hecho de que la telenovela tiene
una continuidad en el rodaje del que las series por temporadas carecen. Dicho
de otra forma, la telenovela se rodó en apenas seis meses y la serie, en más de
tres años. Aunque los adaptadores pudieron haberse guiado por la original a la
hora de hacer ir y venir a determinados personajes, no lo hicieron. Por poneros
algunos ejemplos, el Fernando español iba y venía; el colombiano, no. Mientras
que la mujer del Juan español se caía al patio del edificio en la serie
española, después de que Loles León pidiese un aumento de sueldo de cara a la
siguiente temporada y no se lo diesen, la mujer del Juan colombiano se fue con
Andrés después de que Juan se enamorase de Clarisa, la equivalente a la Isabel
española. Se dio continuidad a personajes que en la serie no la tuvieron
después de que quienes les daban vida decidiesen abandonarla, como Roberto,
Carolina –Lucía, en España– o Carlos.
La
telenovela contó con 99 emisiones, aunque en capítulos fueron en torno a 60, todos
ellos de cuarenta y pico minutos, ya que una treintena se emitieron divididos
en dos días. La serie tuvo 91 episodios, con una duración aproximada de
cincuenta minutos por capítulo.
Aquí
no hay quien viva, la española, tiene un encanto por el que no pasan los años.
Todavía somos muchos los que si pillamos algún capítulo en la TDT nos quedamos
a verlo, porque es una serie que da la impresión de que no ha envejecido. La
telenovela colombiana tuvo a su favor un muy buen guion que respetó y el propio
formato, que permitió que personajes que salieron de la serie siguiesen en la telenovela.
Por si os lo preguntáis, sí, ambas terminan más o menos igual, pero me voy a
ahorrar el spoiler.
Comentarios