Los ejecutivos de Telemundo reconocían en 2006 estar un poco preocupados por las pocas ventas de Marina, el remake de Los ricos también
lloran (Televisa, 1979), que habían coproducido con Argos. Mientras que en
aquella época Telemundo vendía todo lo que hacía a países como España, Francia
o buena parte de Europa del Este, Marina
se resistía a cruzar el Atlántico y no se sabía muy bien por qué.
La llegada de la
historia a Televisión Española el 12 de diciembre de 2007 y su éxito innegable
provocaron que otros países se animasen a conocer esta telenovela protagonizada
en un primer momento por Sandra Echeverría y Mauricio Ochmann, sustituido a los
veinte capítulos y por las razones que todos sabemos por Manolo Cardona.
Cada capítulo se
abría con un pegadizo tema interpretado por la propia Sandra. Un tema que no
solo era pegadizo, sino también corto, pues apenas duraba un minuto y medio. El
compositor colombiano Miguel de Narváez, compositor de muchos temas y soundtracks de las telenovelas que
Telemundo produjo a lo largo de la primera década de los 2000 se encargó de la
letra, una letra, insisto, pegadiza, pero peculiar en algunos versos.
El tema, que no os lo he dicho, lleva por título Nos volveremos a ver.
El tema, que no os lo he dicho, lleva por título Nos volveremos a ver.
Tal vez mi vida sea obscura
o mi amor soñador.
Tal vez un día estemos juntos,
se acabe el dolor.
o mi amor soñador.
Tal vez un día estemos juntos,
se acabe el dolor.
Buen comienzo. En cuatro versos la voz
femenina la voz femenina se presenta como una soñadora que va a sufrir mucho
para ser feliz junto al hombre a quien ama. Supongo que os sonará a los que
visteis la telenovela, ¿no?
Aunque caiga deprisa
en un mundo al revés,
de repente y algún día
nos volveremos a ver
Me he
perdido. Igual llevo más de diez años intentando descifrar qué significan los
dos primeros versos de esta segunda estrofa, “Aunque caiga deprisa / en un
mundo al revés”. ¿Aunque me pierda y me vaya? ¿Aunque se acabe el mundo?
¿Aunque qué? Se admiten posibles interpretaciones. Menos mal que el “de repente
y algún día / nos volveremos a ver” es bastante más claro.
No sé si estás conmigo
o si eres mi enemigo,
yo solo sé…
De nuevo una estrofa concluyente y con
una rima forzada (“conmigo” / “enemigo”) pero que aun así queda bien. Reconozco
que me gusta mucho esa pausa que sigue a estos tres versos, antes de esa
especie de clímax que se marca la canción en los siguientes. Atentos…
Solo se que el mar te hará regresar
junto a mí y sentir
esas ganas de amar,
de querer renunciar a todo lo demás.
Solos tú y yo nos volveremos a amar.
¡Bien! En una telenovela que se titula
Marina, como su protagonista, y
ambientada en Acapulco, por fin ha hecho acto de presencia el mar, con un juego
de palabras interesante aunque facilón entre “mar” y “amar”. Esta estrofa
muestra muy bien la relación que Marina y Ricardo los protagonistas, tienen cuando
llevan unos cuantos años de casados.
No sé si estás conmigo
o si eres mi enemigo,
yo solo sé…
Nos volveremos a ver
Un cierre perfecto,
repitiendo esa especie de estribillo y rematando con el “Nos volveremos a ver”
que le sirve de título a la canción.
A nivel de letra es,
como os he ido explicando, una canción con unas partes más claras y otras más
oscuras (u obscuras). Lo pegadizo, para mí, reside no tanto en la letra sino en
la base instrumental que la acompaña. ¿No da muy buen rollo escuchar este tema?
¿No es cómo muy alegre?
Esta canción, así,
tan breve, se convirtió en un auténtico éxito en Haití, donde la telenovela se
emitió en 2009. De hecho, Sandra fue una de las invitadas de la edición de
aquel año del Haiti Music Love, uno de los festivales de música más importantes
del país. Sobre el escenario interpretó varios temas, pero el que más hizo
vibrar al público fue este. Os dejo el vídeo en el que es impresionante ver a
tantísimas personas –Sandra habló en una entrevista posterior al concierto de
más de 10.000 asistentes– corear la canción de Marina:
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