Un éxito. Eso fue tanto en su país de origen como en ventas la telenovela chilena Primera dama (Canal 13, 2010), una
historia original firmada por el gran Sebastián Arrau que encandiló a millones
de espectadores en todo el mundo. El propio Arrau se encargó de supervisar los
guiones de la versión colombiana, producida por Caracol entre 2011 y 2012 y que
cosechó también grandes índices de audiencia y de ventas.
El
éxito de la original y de su primer y único remake
hasta la fecha no pasaron desapercibidos a ojos de Televisa. Con los
preparativos de la versión colombiana en marcha, en la productora mexicana dejaron
caer la posibilidad de que Roberto Gómez Fernández (productor ejecutivo de El color de la pasión, El hotel de los secretos y La jefa del campeón) podría encargarse
de producir el remake de esa historia para México. Aunque lo pintaron como algo
que el productor estaba estudiando, en realidad la decisión estaba más que
tomada. Tanto, que a los pocos meses Televisa anunció por medio de una
nota de prensa que Gómez Fernández haría finalmente la Primera dama mexicana. Fue el único proyecto de aquellas
telenovelas anunciadas para el 2012 que no llegó concretarse, pese a que
algunos medios apuntaron que Maite Perroni podría
ser la protagonista.
Parece
ser que se quedaron con las ganas. O eso o que el proyecto se convirtió en uno
de esos proyectos comodín de los que todos los años se habla y que al final no
llegan a realizarse. En el 2017 se comentó que José Alberto Castro podría
ser quien finalmente se hiciera cargo de esta historia. Estaba eligiendo
con qué ponerse y era una de las posibilidades que, según parece, tenía encima
de la mesa. Como sabréis, se decantó por hacer un remake de La ley del corazón que llevó por título Por amar sin ley. A comienzos de este
2018 Roberto Gómez Fernández y su idea de versionar esta telenovela volvieron
a salir a la luz, ya que era una de las opciones que barajaba para un
proyecto que finalmente fue La jefa del
campeón, remake de La mamá del 10.
Pienso
que será cuestión de tiempo y que precisamente el tiempo es un factor que puede
jugar a favor de Televisa o de cualquier otra productora que se decida a crear
una nueva Primera dama. Han pasado
ocho años desde la original casi siete desde la colombiana. El transcurso de
los años puede hacer que quienes vieron la una o la otra se animen a recordar
la historia a través de una nueva versión y que quienes no vimos ninguna de
ellas tengamos la oportunidad de conocer esta telenovela que en su día solo
recibió elogios por parte de la crítica y de los espectadores.
Comentarios
Algo leí yo de cosas del final de la que preparaba esta entrada. Supongo que es parte del juego el que a veces no nos hagan mucha gracia ciertas cosas.
Un saludo!