El pasado 29 de octubre se estrenaba en Estados Unidos Amar a muerte, la nueva apuesta de W Studios para Televisa que
llegó a México tan solo una semana después, el 5 de noviembre:
Amar a muerte es lo que hasta en mayo se presentó en
los Upfronts como Contracara, una
historia que muchos medios apuntaron, incluyendo los más cercanos a Televisa,
como una historia original del gran Leonardo Padrón. “Es inevitable acordarse
de Julio Jiménez y su En cuerpo ajeno”,
comentaba un servidor por aquel entonces, tras leer la
sinopsis que se presentó en aquel evento. Seis meses después, visto el primer
capítulo, me aplaudo a mí mismo por aquella afirmación.
Vi
el primer capítulo al día siguiente de su estreno en Estados Unidos, sin
contaminarme apenas de promos y opiniones en las redes sociales. De hecho de
esta telenovela solo había visto un tráiler que alguno de vosotros me envió a
través del blog en que se intuía que Amar
a muerte podría tener más de remake
que de original. Y así es. Amar a muerte
no es más que una versión, con algunas novedades en cuanto a personajes y
tramas, de En cuerpo ajeno (RTI,
1992). La entrada de la telenovela lo confirma:
Es
pronto para comparar este remake con
su original o con alguna de las otras versiones de esta historia producidas por
Telemundo (El cuerpo del deseo, del
2004, y En otra piel, del 2014). Sin
embargo las novedades más evidentes son la doble reencarnación –aunque en este
primer capítulo se produzca solo una de ellas y en los últimos minutos– y los
matices que algunos personajes han adquirido, como Lucía, la protagonista, que
parece alejarse de las Isabel Arroyo de Amparo Grisales y Lorena Rojas. También
llama la atención que el protagonista tenga tres hijos o que su alma vuelva en
el cuerpo de un asesino a sueldo. Si el contraste entre señor mayor adinerado y
campesino de la original y el primer remake tenía lo suyo, imaginaos lo que
puede dar de sí la reencarnación del alma del señor adinerado en el cuerpo de
un asesino.
Dejando
aparte estas semejanzas y diferencias y la idea de historia original que muchos
teníamos, porque así nos la habían vendido, no se puede negar que en este proyecto
han querido poner toda la carne en el asador, tal y como se aprecia en este
primer capítulo. Lo han hecho, en primer lugar, tirando de un elenco potente
encabezado por Angelique Boyer y Michel Brown, Lucía y Macario, alias El Chino,
respectivamente. A ella la he visto más natural que otras veces; él está como
siempre, entregadísimo y disfrutando siendo un asesino completamente loco. Me
ha gustado mucho Alejandro Nones, el amante de Lucía y mano derecha de su
marido.
Es un personaje que intriga solo con oírlo hablar. Por aquí andan
también Macarena Achaga, Claudia Martín y Gonzalo Peña, como los hijos de León,
el adinerado empresario al que da vida el siempre estupendo Alexis Ayala. Un
placer volver a ver al gran Henry Zakka, aunque en este capítulo salga solo un
par de escenas.
En
capítulos posteriores se suman Arturo Barba, como ese otro personaje que sufre
una reencarnación o Raquel Garza, como una vidente o espiritista, como la
queráis llamar. Esto último me lo he leído, porque no he visto más que el
primer capítulo.
Narrativamente
no hay mucho que comentar. La historia arranca con Lucía y León preparando su
boda y con El Chino preparando el que
será su último asesinato. Lo que viene después es lo esperable: boda para la
pareja y muerte de él; detención para el delincuente y ajusticiamiento exprés
en la silla eléctrica. Por el medio, unos cuantos flashbacks que ayudan a
entender ciertas cosas, como quién era Lucía y cómo conoció a León o detalles de
la vida personal del asesino.
A
la realización no se le puede poner ningún pero. Tampoco a los efectos
especiales, realmente logrados. La musicalización es otro punto fuerte, con Me muero, ese
tema tan bonito de Carlos Rivera que sirve de acompañamiento a una de las
entradas mejor hechas de las últimas telenovelas producidas íntegramente por
Televisa o en colaboración con una empresa externa, como es el caso. Ahora sí,
aquí la tenéis entera:
Ha
sido un poco decepcionante descubrir que no es una historia original, como
intentaron hacernos creer, no lo voy a negar. El primer capítulo me ha gustado,
pero hasta ahí. No creo que vaya a verla, porque por muchas novedades que tenga
con respecto a En cuerpo ajeno, yo que
me vi El cuerpo del deseo hace unos
años, no tengo el valor de ver otro remake.
No soy de ver remakes de telenovelas
que he visto o de historias que más o menos conozco, aunque haya gente que sí y
disfrute con ello. Para gustos…
A
ver qué me comentáis aquellos que la estéis viendo.
Comentarios
Los remakes no me gustan, por mucho que se esfuercen siempre ves la otra!!!
Saludos
La de Lorena Rojas es una canción preciosa. Fíjate, el otro día vi un trozo ya de la que estaba acabando y pensé lo mismo que tú: "El cuerpo del deseo" es de esas telenovelas que se conservan bien para los años que tienen, aunque lo de los 4:3 en televisores hechos para 16:9 es raro, con las franjas negras a los márgenes.
Totalmente de acuerdo contigo en lo de los 'remakes': quieras o no, es inevitable acordarte de la original o de otro 'remake' anterior que hayas visto.
Un saludo!