No es que me mole… ¡Es que me encanta! Si de mí dependiese, sería obligatorio que
en las telenovelas saliesen los cantantes que ponen voz a los temas que los
espectadores asocian con las historias de los distintos personajes y en
particular, con los protagonistas. Y si salen a cantar en momentos cumbre,
mejor que mejor.
Es
algo que se puede hacer de formas muy naturales, jugando con el guion, o de maneras
algo más forzadas, que pese a ello nunca desentonan. Se me vienen muchos
ejemplos de uno y otro tipo. Entre las naturales, recuerdo cómo tanto en La vecina como en Enamorándome de Ramón el cantautor Jorge Domínguez aparecía para
cantar los temas que se asociaban a los distintos personajes. Lo hacía
aprovechando, por ejemplo, que un personaje llevaba serenata a otro –y,
lógicamente, era él quien se ponía a cantar– o que dos personajes cenaban en un
restaurante en cuyo escenario aparecía él para ambientar la velada.
También
con una velada romántica como trasfondo, de forma muy parecida a esto que os acabo de explicar ocurría en
una emblemática escena de Cuando me
enamoro, en la que Enrique Iglesias y Juan Luis Guerra cantan para Renata y
Jerónimo:
Se
puede aprovechar también una celebración desprovista de connotaciones amorosas para que el artista aparezca en
escena: en La Nocturna, Cali & El
Dandee se suben al escenario del salón de actos de la universidad en la que
transcurre la acción como broche musical de unas jornadas que se organizaban en
la institución:
El
cantante puede ser también amigo de los personajes, lo que le permite aparecer
en escena sin forzar el guion: véase Sortilegio
y la aparición de Il Divo, el grupo que ponía voz al tema principal de la
telenovela:
Os
decía que existen otras formas que no resultan tan naturales como estas que acabo
de emplear como ejemplos. Se me viene a la mente el pseoudovideoclip que le grabaron a Alejandro Sanz para A que no me dejas, sin conexión alguna
con la historia. Pese a ello, en su contexto, que es el del último capítulo de
la historia, no quedó mal:
Son
solo cuatro ejemplos, porque haber hay muchísimos más, algunos mejor insertados
que otros. Se me ocurren, por mencionar algunos, la aparición de Carlos Macías
en Amor bravío para acompañar con su
voz la boda de los protagonistas, poco después de que en la historia también
hiciese acto de presencia Vicente Fernández. Fue interesante ver también el
cameo musical y argumental de Malú en Amores
verdaderos. Lo mismo se puede decir de las dos o tres veces que Armando
Manzanero hizo acto de presencia en Quiero
amarte.
Lo
dicho, sí de mí dependiera sería algo obligatorio en cualquier telenovela. La música es un ingrediente esencial y especial de este género.
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