El 21 de febrero Telemundo estrenaba dos telenovelas. De “Al otro lado del muro” ya os hablé la semana pasada. Hoy me toca dedicar unas líneas al primer capítulo de “Enemigo íntimo”, una historia original coproducida con Argos y protagonizada por Fernanda Castillo, Raúl Méndez y Matías Novoa:
Normalmente el primer capítulo de una historia sirve para presentar a los personajes y poco más. Ese no es el caso de “Enemigo íntimo” que entra en acción desde el minuto uno. Realmente, entra en acciones, porque son varias las historias que arrancan en este primer episodio: la huida de la protagonista, perseguida por culpa de los negocios de su prometido; las irregularidades en una cárcel mexicana o la lucha contra el narcotráfico que emprenden Alejandro y los suyos. Pese a que tiene personajes de ese mundo, para mí no es una narconovela. Tira mucho más a lo policiaco. Todas estas historias se vincularán de algún modo conforme avancen los capítulos, pues no en vano Roxana es la hermana perdida de Alejandro, o al menos eso se da a entender al espectador.
Fernanda Castillo se luce y demuestra con Roxana Rodiles que hay vida más allá de Mónica Robles. Un cambio de registro que pienso que le traerá muchas alegrías. Me alegra volver a ver Raúl Méndez en un rol totalmente distinto a su ‘Chacorta’, de “El Señor de los Cielos”. Creo que Alejandro, como policía en ocasiones políticamente incorrecto, también va a calar en el público. Me ha gustado la soltura con la que se maneja y lo que disfruta con las escenas de acción.
Matías
Novoa, que cierra el terceto protagónico, sale muy poco en este primer capítulo,
como el agente a las órdenes (y a la sombra) de Alejandro, totalmente opuesto a él en su 'modus operandi', carácter y en todo.
Han
hecho un casting muy interesante que se completa con actores de la talla de
Otto Sirgo, Leonardo Daniel o Rafael Sánchez-Navarro, entremezclados con caras más nuevas, como las de las actrices y actores que componen el plantel de la cárcel mixta en la que se ambientan algunas tramas.
Este
primer capítulo se disfruta mucho no solo por el elenco, que es un puntazo,
sino también por otros dos aspectos. Uno de ellos es el magnífico ritmo que tiene. Todo ocurre
muy rápido y no hay relleno. Se cuenta lo que se quiere contar, sin más. El otro, la soberbia realización que tiene.
Siempre he defendido que cuando una telenovela se ambienta en un país diferente al que se rodó se debe viajar, de ser posible, a ese país para grabar las escenas que se necesiten. Eso se hace en “Enemigo íntimo”. Parte del equipo viajó a Zürich (Suiza) para grabar parte de las escenas del primer capítulo y el resultado es inmejorable. Aplauso también porque, por fin, he visto a una protagonista conducir un coche eléctrico (un BMW i8, un coche que cuesta unos 150.000 euros) y otro híbrido (un Toyota Prius, que en muchas ciudades de Europa se usan como taxis).
Tanto
las escenas rodadas en México como las grabadas en Suiza juegan mucho con
diferentes planos, apostando también por drones, lo que en una escena causa una
cuestión muy curiosa de la que ya os hablaré en otra ocasión. Es una tontería,
no os preocupéis, porque insisto en que la realización es de sobresaliente.
Pecan en un detalle, que es el que os muestro sobre estas líneas: con una tipografía tan bonita como la que tiene el logotipo, no se entiende que mientras que para indicar el cambio de época sí usen ese tipo de letra, para las transiciones (cambios en la localización de lo que está viendo) usen un tipo de letra tan sencillo como el Arial Black.
Pecan en un detalle, que es el que os muestro sobre estas líneas: con una tipografía tan bonita como la que tiene el logotipo, no se entiende que mientras que para indicar el cambio de época sí usen ese tipo de letra, para las transiciones (cambios en la localización de lo que está viendo) usen un tipo de letra tan sencillo como el Arial Black.
Una
historia original, con un elenco potente y una gran realización. Si antes ya tenía
pensado verla, tras disfrutar de este primer episodio tengo clarísimo que lo
haré. Tendrá que esperar un poco, eso sí, pero confío en que antes de que acabe el año
me ponga con ella.
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