Preparando
el “Cazabocazas” de hace unas
semanas, sobre telenovelas
y machismo, me percaté de algo que desconocía: entre todas esas cosas que
promueven las telenovelas está una que me dejó ojiplático… Muchos echan la
culpa de los embarazos y otras conductas sexuales al género.
I. Evo Morales, el brillante
Evo
Algo
había dejado caer en aquella entrada. Hoy lo amplío: Evo Morales, presidente de
Bolivia, achaca a las telenovelas los embarazos en adolescentes, entre otras
cosas.
No
voy a entrar más en el tema. Solo diré que quien afirma esto es el mismo que,
cuatro años antes, no se cortaba en decir que comer
pollo industrial era la causa de la homosexualidad.
II. Primero, a autoexplorarse
Iba
a titular este tuit de otra forma, pero me parecía muy grotesco. Es para mear y
no echar gota, porque no tiene fundamento alguno: las adolescentes tienen que
tomarse “más tiempo en auto explorar
[sic.] su sexualidad y menos en ver
telenovelas” para que el número de embarazos disminuya.
Y
digo yo, ¿no será mejor, si acaso, la autoexploración con clases sobre métodos
anticonceptivos y sexo seguro? Aquí en España me consta que se hace: hay
institutos en los que se dan clases de sexualidad y sexo seguro que han
conseguido rebajar el número de embarazos no deseados. Está bien autoexplorarse,
es muy sano y no se corren riesgos, pero de nada sirve si tanto el hombre como
la mujer se olvidan de cuidarse a la hora de la verdad.
III. Concurrencia de
culpas
Sí.
Tenemos la culpa de los embarazos en adolescentes (quiero pensar que “niñas” va por ahí) repartida:
telenovelas, pornografía y “otros”.
Quizás
el autor de este tuit, vinculado a la religión, desconoce o quiere desconocer
algo que me parece estupendo: cada vez más telenovelas hablan sin tapujos de
preservativos, enfermedades de transmisión sexual, píldoras del día después… Y
la pornografía va en esa misma línea. Emitían el otro día en Mega, creo
recordar, un reportaje sobre esto, de esos que previamente emite LaSexta o
Antena 3. Comentaban que en España es obligatorio el uso de preservativo y que
actores y actrices siguen unos exhaustivos controles médicos, con vacunas y una
seguridad extraordinaria para evitar ETS.
Imagino
que en ese “otros” entrarían las
novelas románticas. Por cierto, aprovecho para recomendaros, si sois lectores
de este género, un blog de una grandísima amiga mía sobre este género: "Tejiendo
críticas en la sombra".
Sí.
Esto es publicidad supraliminal.
IV. Mujeres malotas
Sigamos…
No sé muy bien cómo atizar a esta tuitera. ¿En serio alguien puede pensar que haya
mujeres capaces de fingir un embarazo para retener a alguien que no las quiere?
Me cuesta creerlo. Básicamente, porque es un embarazo: se va a notar que no
estás embarazada con el paso del tiempo. ¿Se tirarán después por las escaleras
y fingirán un aborto? ¿Cómo resuelven esa situación?
Hay
que ser muy idiota y estar muy loca para querer que alguien siga a tu lado, sin
quererte, por un falso embarazo. Seguro que no conocen la otra parte de la
historia: el galán desprecia aún más a la villana cuando descubre que ha
fingido su embarazo y si entonces no la quería, después de esa artimaña, menos.
Lo
he dicho muchas veces… Hay que diferenciar ficción de realidad. No se puede ni
se debe imitar todo lo que se ve en las telenovelas, que están hechas solo para
entretener.
VI. Homosexualidad,
promiscuidad y embarazos
Tres
parámetros que en Latinoamérica han aumentado por culpa de “Clase 406” y “Rebelde”,
ambas mexicanas. Que alguien piense que las telenovelas aumentan la homosexualidad
es descabellado, tanto o más que aquello del pollo de Evo. Cada uno nace con la
orientación sexual con la que nace: nadie se vuelve homosexual por ver
telenovelas.
No
añadiré nada que no haya dicho sobre lo de los embarazos.
Por
lo demás, lo de la promiscuidad es tremendo. No voy a entrar mucho más en
detalle, porque me lo reservo para la siguiente entrega. Solo os adelanto que hay gente que piensa que los que vemos telenovelas practicamos sexo con todo el mundo y a todas las horas del día. Ya lo veréis...
Comentarios
Aqui en España l@s adolescentes nos dan tres vueltas y media a los mas " mayores" estan muyyy espabilados, y se lo saben ya todo.
Y los papás y mamás ya dan el preservativo, o a la chica lo necesario, siempre con una buena charla y comunicación , claro está!!
Los padres de hoy en dia tenemos mucho trabajo para enseñar bien, sino te los enseñan afuera y rapido, no es solo tenerlos...
ay que rollo, bueno es que soy mamá..se nota!!
Saluditos!