En
TVE eran conscientes que tenían entre manos un buen producto cuando, el 26 de
septiembre de 2005 arrancaba “Amar en
tiempos revueltos”, de la productora catalana Diagonal TV.
Lo hacía con un
primer encargo de cien capítulos, que podían ser más si la audiencia respondía.
Rápidamente sumaron otros noventa y nueve. Así, con 199 episodios concluía el
26 de junio de 2006 la primera temporada de la telenovela, ambientada entre 1936 y 1945, con Rodolfo Sancho y Ana Turpín como protagonistas.
La
telenovela había funcionado, con una media de entorno al 20% de cuota de
pantalla, superando ampliamente los dos millones de espectadores y recibiendo
buenas críticas por el tratamiento que hacía de una época dura de la historia española,
marcada por la Guerra Civil y la Posguerra, con personajes de ambos bandos en
un barrio madrileño de la época.
Tres
meses después, en septiembre
de 2006 se estrenaba la segunda temporada de la telenovela, que abarcaría
desde 1945 a 1948, con Inma Cuesta y Manu Fullola. El resultado fue tan positivo,
que la cadena ordenó una nueva temporada que sucediese a la segunda, de cara a
septiembre de 2007. Esta misma historia se repitió durante los años siguientes,
hasta sumar siete temporadas, con 1.716 capítulos a sus espaldas. Siete
temporadas que podrían haber sido más de no ser por una maniobra en parte
comprensible y en parte criticable de la productora: TVE no pasaba en 2012 por
su mejor momento económico y no garantizaba la continuación de la historia. La
productora, pensando en el futuro y en términos económicos decidió vender la
idea a Antena 3, que continuó las tramas bajo el título de “Amar es para siempre”. Algunos hablan de ‘spin off’, pero para mí
fue y es una continuación en toda regla: mismos ambientes y mismos personajes
centrales (Marcelino, Manolita y Pelayo, interpretados respectivamente por Manu
Baqueiro, Itziar Miranda y José Antonio Sayagüés que llevan desde 2005 al pie
del cañón, funcionando como nexos de unión entre temporadas). Si la productora
hubiese esperado un poco, habría obtenido luz verde de TVE para renovar, pero
no tuvo paciencia, lo cual, insisto, es comprensible, teniendo en cuenta que
como empresa lo que le interesa es facturar y ganar dinero.
Durante
sus siete años en TVE, la telenovela recorrió dos décadas de la historia de
España: desde 1936 hasta 1957 (de hecho, acaba el día del lanzamiento del
famoso Sputnik). A diferencia de lo que se viene haciendo ahora, por ejemplo,
con “El secreto de Puente Viejo” en
Antena 3, “Amar en tiempos revueltos”
renovaba cada verano su elenco (excepto esos tres personajes que antes
comentaba, y alguno más secundario), presentando nuevas tramas, con nuevos
héroes y heroínas, villanos y, de vez en cuando, recuperando antiguos personajes,
aunque a veces, también hay que decirlo, de manera innecesaria (véase sino lo
que hicieron con Andrea). Cada temporada era casi como una telenovela diferente, por así decirlo, lo que hacía fácil que la gente se enganchase y desenganchase, en función de los personajes y sus tramas.
Un
servidor siguió intensamente la tercera, la cuarta y la quinta temporada de la
telenovela y un poco por encima la última. La tercera para mí fue la mejor de
esas que vi, con Sara Casasnovas y Carlos García, Alicia y Fernando, a la
cabeza de un elenco en el que brillaron especialmente Antonio Valero
(Hipólito), Marta Calvó (Regina) y Jesús Cabrero (Álvaro). El carácter rebelde
de la protagonista, el ‘feeling’ de Alicia tanto con Fernando como Álvaro y el
deseo casi obsesivo que siente su tío por ella y que acaba por hacerle cometer
una gran atrocidad dieron como resultado una temporada redonda, apoyada en tramas
como las de Sole (Ana Vila) o los ‘Juanitos’ (Jorge Monje y Roberto Mori).
En
la cuarta el peso cayó en dos parejas: Ana y Alfonso (Marina San José y Alex
García) y Teresa y Héctor (Carlota Olcina y Javier Collado). Dos parejas que
acabaron dando mucho juego y derivando a un plano homosexual poco habitual en
las telenovelas españolas, y menos, de época, como era esta.
Los cuatro
repitieron protagonismo en la quinta temporada, también memorable gracias a un
conjunto de subtramas ambientadas en el mundo teatral con personajazos como
Abel (Jaume García), Cristina (Verónika Moral) y Salvador (Pep Munné), con su
triángulo amoroso y las alucinaciones de Abel como protagonistas o la diva
Estela del Val (Cayetana Guillén Cuervo).
En
la sexta Roberto San Martín y Eva Martín compartieron protagonismo, mientras
que en la séptima y última Natalia Sánchez, Alberto Jiménez y Natalia Millán encabezaron
el elenco.
Otro
punto a favor de “Amar en tiempos
revueltos” era la capacidad de sus guionistas de completar las tramas
diarias con especiales de dos capítulos en ‘prime time’, a modo de ‘tv movie’,
como “¿Quién mató a Hipólito Roldán?”,
que es impresionante, con grandes toques de suspense, o “Flores para Belle”, que parecía una película de espías, con sus
dosis románticas.
La
desaparición de la publicidad en TVE provocó que desde 2010 y hasta su final se
disparase en buena parte de sus capítulos por encima de los tres millones de
espectadores, batiendo récords en sus últimas temporadas. De hecho, y pese a
haber estado siete años en antena, pulverizó su máximo de espectadores con sus
dos últimos capítulos, emitidos en ‘prime time’: 3.592.000
y 3.497.000 espectadores obtuvieron, respectivamente, el penúltimo y el
último capítulo, emitidos el 15 de noviembre de 2012. Sin duda alguna, un
broche de oro para una telenovela con trasfondo histórico que hizo historia en
la televisión, continuaciones aparte.
Se
vendió además bastante bien en el plano internacional (hasta Telemundo apostó
por ella para Estados Unidos en 2009) y ha contado con varios intentos de
reposición (en las tardes de La 1, al mediodía de La 2…) y pases en autonómicas
como la madrileña 8TV.
Puede
encontrarse al completo en www.rtve.es/alacarta
y en Youtube podéis toparos con algunas cabeceras, como las que ilustran el
artículo, correspondientes a las siete temporadas, además de las numerosas parodias y ‘gadgets’ de programas de humor
inspirados en el título de la historia, que aún a día de hoy sigue usándose por
programas como “El intermedio”
(LaSexta) y su “Ferraz en tiempos
revueltos”, con el que han venido comentando la actualidad del PSOE.
E insisto, si TVE se hubiera arriesgado, económicamente hablando en el 2012 para mantener la telenovela en parrilla, a día de hoy seguiríamos teniendo "Amar en tiempos revueltos", con sus buenas audiencias, bastante distantes de las que su continuación ha venido cosechando en Antena 3.
Comentarios
Estoy totalmente de acuerdo contigo en lo de que son telenovelas eternas. Pero esta tenía ese puntito especial de renovar el elenco cada temporada (salvo los del bar y dos o tres personajes secundarios), entrando nuevos protagonistas, villanos y al final parecía que cada temporada era una telenovela diferente (excepto la cuarta y la quinta que comparten protagonistas).
Eso por ejemplo en "El secreto de Puente Viejo" no pasa: llevan seis años con la misma villana dando guerra, aún cuando los protagonistas han cambiado varias veces. Lo que me sorprende es que tanto esta como "Acacias 38" aguanten tan bien en términos de audiencia (pongo a "Acacias 38" como ejemplo porque es de los mismos guionistas y tiene casi el mismo esquema de mantener a la villana tocando las narices todo el rato).
Un saludo!
últimamente no sigo la novela porque me aburre y solo veo alguna imagen cuando salgo al salón porque mi madre siempre la pone un rato.