Fue
uno de los rostros más populares en la edad dorada del género, en el que debutó
en 1970, con un pequeño papel en la telenovela mexicana “Yo sé que nunca”, protagonizada por Julissa. A partir de ahí no
paró de sumar títulos a su trayectoria, combinando principalmente villanos y
protagonistas: “El carruaje” (1972), “Paloma” (1975), “Tú o nadie” (1985), “Mi
nombre es Coraje” (1988), la hispano-venezolana “La mujer prohibida” (1992) o “El
privilegio de amar” (1999).
La
telenovela mexicana “Mujeres engañadas” (2000)
fue su último papel protagonista, en sentido estricto. Digo esto último porque
en el 2005 se convertía en Pedro José Donoso, el protagonista, en cierta forma,
aunque no como suele ser habitual, de “El
cuerpo del deseo”, producida por Telemundo y rodada en Miami.
Pese
a declararse muy contento de participar en una producción como aquella, y de
mostrar ganas de volver al género tras haber estado cinco años dedicado al cine
y a alguna serie de televisión, “El
cuerpo del deseo” fue la última producción en la que participó.
En
los años siguientes continuó haciendo televisión, pasando por algunos programas
y series y teatro. No volvió al género por una sencilla razón: una lesión en la
columna vertebral le estaba dando problemas y tenía que escoger muy bien sus
trabajos, aquellos con los que mejor pudiera, sin cansarse ni fatigarse mucho.
En
agosto del año pasado, año y pico después de su última aparición sobre un
escenario teatral, daba a conocer que aquella lesión, provocada por un
accidente que había sufrido a finales de los años 90, mientras conducía un
coche de carreras (lógicamente, a una velocidad considerable), se había
agravado, dejándole casi todo su cuerpo paralizado.
Dos
meses después, Andrés se sometía a una operación de ocho horas de duración en la que le implantaron diez
tornillos en la columna. Por delante,
como él mismo reconocía en esa entrevista que os acabo de enlazar, le quedaban
y quedan unos cuantos meses de rehabilitación para que sus músculos recobren el
vigor de antes de haber sufrido el accidente.
El
tiempo y cómo salga de ese proceso de rehabilitación dirán si volverá al género
gracias al que consiguió fama mundial, pues aunque tenga 75 años, siempre
defendió que la edad no es impedimento para nada si de espíritu se sigue siendo
joven, como es su caso.
Comentarios
Entre en google a buscar, por cierto es un señor muy atractivo, pero de joven era un galan guapisimoooo, morenazo de ojos verdes...
Saludos!
@Yolanda... Sumo otro incombustible: Ignacio López Tarso. 92 añazos y va a telenovela por año, más o menos. Yo también espero que se recupere y vuelve, porque me parece un gran actor, por lo que vi de él en "El cuerpo del deseo" y "El privilegio de amar" (cuando fue parcialmente emitida por Nueve).
Coincido contigo en lo de las familias y suerte que tienes de tener solo un pariente para mandar a la China... ¡Yo tengo unos cuantos!
@Tessa... Parece ser que con sus hijos no está muy bien. Eso sí, la ventaja de que sea Andrés García y no Pepito Pérez es que las desaveniencias se rentabilizan. Todo sea por la pasta.
Un saludo!